Danilo Chiapello | [email protected]
En Santo Tomé, dos delincuentes asaltaron un kiosco. Fugaron en auto hacia Santa Fe y cayeron en barrio Centenario.
Danilo Chiapello | [email protected]
Para Roberto Espinoza (55) no será fácil olvidar lo que pasó la noche del martes en su negocio, ubicado en 25 de Mayo al 1900 de Santo Tomé.
En cuestión de minutos, soportó que un delincuente lo apuntara con un arma de fuego. Poco después le tocó observar cómo el mismo ladrón, ahora acompañado por un compinche, protagonizaran varios incidentes con la policía en una secuencia que incluyó varios choques y disparos.
Encapuchado
En diálogo con El Litoral, el comerciante narró que “eran las 21.30 y yo me encontraba trabajando. Justo en ese momento, tenía la puerta abierta y veo que ingresa un pibito joven, encapuchado, con bufanda. Sólo se le veían los ojos y la nariz. Tenía un revólver en la mano.
Me apuntó y me dice que le dé toda la plata. Le contesto que nosotros ya habíamos hecho el cambio de turno, y que por eso no había nada de dinero en la caja. Me contesta: ‘No importa, dame todo lo que tengas’. Y me tira una bolsa”.
“Cuando voy para el fondo le digo que el negocio tiene cámaras. Y que seguro al ver las imágenes ya habrían llamado a la policía. Entonces este pibito comenzó a retroceder y sale a la calle”, recuerda.
Con esa información, se desplegó un operativo para dar con estos sujetos y cuando se los encontró, iniciaron una fuga a toda velocidad. La persecución finalizó en barrio Centenario de la capital provincial, cuando colisionaron un móvil policial y el vehículo que se estaba escapando.
Posteriormente, se detuvo a los ocupantes del auto; un individuo de 18 años y otro de 16. También se conoció que del interior del vehículo se secuestró un revólver, dinero en efectivo y otros elementos.
Tiros a las ruedas
Más adelante, explicó que “cuando el pibe sale del local, justo pasa un patrullero que lo ve en actitud sospechosa y se sube a un Ford Ka que estaba estacionado a unos 50 metros del local. Creo lo manejaba un mayor”.
“La camioneta policial lo encierra al Ford Ka que queda ‘encajonado’ con otro coche que estaba estacionado. Los policías se bajan pero los pibes no. Daban marcha atrás y luego marcha hacia adelante queriendo escapar. Uno de los policías le tira a las ruedas del Ka (fueron 4 ó 5 disparos) pero finalmente hicieron una maniobra y se escaparon. Después sé que hubo una persecución con varios patrulleros que terminó en Santa Fe”, relata.
Muchos robos
“Fue un momento tremendo pero vamos a tener que acostumbrarnos porque la cosa está así. Acá, sobre 25 de Mayo, ya hubo varios robos, como nunca antes había pasado. Y eso que estamos a una cuadra del Comando Radioeléctrico”, advierte.
“Hace poco, robaron en la zapatería de un amigo. Anoche me robaron a mí y antes asaltaron la heladería del barrio. También a una tienda. En Avda. Luján, también hubo una seguidilla de robos. A las (heladerías) Grido las tienen a maltraer. Y siempre mandan a los pibes a robar con un revólver. Porque saben que si hay algún ‘problemita’, y si se escapa algún tiro, el chico no va a ir ‘en cana’”, culminó.
Choque y captura
En cuanto a los malvivientes, trascendió que uno tiene 18 años y su compañero es un adolescente, de 16.
Tal como narró el comerciante, luego del robo ambos rufianes emprendieron la fuga a bordo de un Ford Ka, con el que salieron a toda velocidad en dirección hacia la ciudad de Santa Fe.
A lo largo del Puente Carretero se dieron escenas cinematográficas entre los ladrones y varios patrulleros que estaban en su persecución.
La secuencia culminó en las calles de barrio Centenario, más precisamente en la esquina de Nicolás R. Peña y Libertad donde el Ford Ka se estrelló contra dos vehículos policiales.
Como consecuencia del encontronazo el agente Damián Almada (39) resultó con lesiones en un brazo. No obstante debió ser trasladado hasta el hospital Cullen para su atención.
Los cargos
En poder de los malvivientes la policía secuestró dinero en efectivo, un celular, como así el Ford Ka y un revólver.
Puesto el hecho en conocimiento del fiscal en turno se dispuso que al ladrón mayor de edad se le inicie causa por “tentativa de robo calificado, agravado por la participación de un menor”.
En tanto, el otro sujeto quedó a disposición del juez de Menores quien ordenó inicio de causa por “tentativa de robo calificado y resistencia a la autoridad”.