Danilo Chiapello | [email protected]
¿Fue un crimen por encargo? ¿La mataron por error? La pesquisa navega en un mar de interrogantes.
Danilo Chiapello | [email protected]
Cuando se cumplen 24 horas del asesinato de la abogada Alicia Beatriz Arzadum (65), no hay ningún indicio que permita aventurar un pronto esclarecimiento del caso.
Hasta el momento, los encargados de la pesquisa navegan en medio de un cúmulo de versiones, sin confirmaciones a la vista.
En este contexto El Litoral pudo saber que una línea de investigación maneja tres escenarios.
* El primero indica que, tal como se viene afirmando, la fatídica mañana del jueves (cuando ocurrió el suceso) Arzadum se disponía a concurrir a una audiencia en Tribunales.
* La segunda versión refiere a que la profesional estaría trabajando en una sucesión muy importante en cuanto a valores económicos.
* El último dato apunta a un trascendido que una persona habría deslizado por lo bajo ante un investigador. “Pensé que el tiro era para mí”, sería la frase escuchada.
Este detalle abonaría la hipótesis de un error por parte del sicario. No obstante, conviene aclarar que lo anterior se encuadra en el marco de las conjeturas.
Encapuchado en la calle
Otro aspecto a señalar es que el crimen de la abogada estuvo precedido de circunstancias poco menos que asombrosas.
Testigos ocasionales aseguran que antes del crimen, el hombre que efectuó el disparo mortal estuvo durante 20 minutos deambulando “encapuchado” por la zona de Javier de la Rosa al 2300.
“El tipo iba y venía por Javier de la Rosa, vereda norte, con su rostro cubierto. Tenía una campera verde y un morral. Incluso una vecina le comentó a un comerciante: ‘Ese hombre me da miedo’”, dijo una fuente a El Litoral.
“Después se fue hacia el pasaje Leiva y se escuchó el disparo. Nadie lo vio más, porque escapó por calle 12 de Infantería”, agregó.
Este detalle del hombre caminando por la calle durante 20 minutos con el rostro cubierto, coincide con la versión donde se asegura que la abogada habría advertido esta situación y se la habría comentado a un familiar a través de un mensaje por Whatsapp.
Agonía y muerte
Luego de cinco horas de agonía, Alicia Arzadum dejó de existir en la tarde del jueves en el hospital Cullen.
A dicho nosocomio, había ingresado en condición desesperante, cerca de las 10 de la mañana, con un impacto de bala en el rostro.
El proyectil ingresó por el ojo derecho y se alojó en la cavidad craneal, donde provocó daños irreversibles y que a la postre motivaron el deceso.
Se estima que el matador de la abogada se valió de un revólver de bajo calibre para concretar su acción.
Esto es así porque en la escena del suceso no se halló ninguna vaina servida (queda alojada en el tambor del revólver).
No obstante, cabe la posibilidad de que el homicida pueda haber disparado con una pistola (que expulsa el casquillo), y luego haya juntado la vaina del suelo para finalmente darse a la fuga.