Ladrón y proxeneta condenado

El Litoral | [email protected]

Un hombre de 38 años fue condenado a 5 años de prisión efectiva como resultado de un juicio abreviado celebrado en los tribunales locales la semana pasada. Jonathan David Scarlón reconoció su responsabilidad en media docena de hechos delictivos, entre los que cuentan varios robos, entre ellos contra una policía a la que le sustrajo el arma reglamentaria y el uniforme; y la privación de la libertad de su ex paraja, a la que pretendía prostituir.

La audiencia fue celebrada el jueves 13 de septiembre y el acuerdo fue aceptado por el juez penal Gustavo Urdiales, a instancias de la fiscal del MPA, María Laura Martí; el abogado Lisandro Aguirre, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal y del propio Scarlón.

Previo a la enumeración de episodios delictivos que pesan sobre el imputado, la fiscal Martí aclaró que se trata de una investigación resuelta por su colega, el fiscal Estanislao Giavedoni, quien ese día se encontraba de licencia y por ello fue en su representación.

En total fueron seis hechos los que se acumularon en el proceso y por el cual Scarlón permanecía detenido con prisión preventiva.

Según relató la representante del MPA, el 31 de marzo de 2015, junto a otro muchacho, Acarlón nterceptó a una policía que circulaba en su moto -una Yamaha Crypton-, por calle Iturraspe y Gaboto, en el barrio Barranquitas Oeste y a la vera del acceso a circunvalación por autopista. Los agresores tomaron a la mujer de sus ropas, la hicieron caer del vehículo, luego la arrastraron unos metros, hasta que lograron hacerse de su mochila, donde llevaba el uniforme, el arma reglamentaria, documentos y teléfono celular, entre otros objetos personales. Luego se dieron a la fuga por calle Gaboto.

Como resultado del ataque, horas más tarde se produjo un allanamiento en un domicilio de calle Domingo Silva, entre Gaboto y Estrada (al sur de la autopista), en el mismo barrio Barranquitas, donde fue hallado Scarlón a quien le secuestraron un revólver, pero nada de lo sustraído a la funcionaria policial.

Al año siguiente, el 20 de agosto de 2016, personal de la Seccional 10ma. debió intervenir en un típico caso de violencia familiar, cuando en una casa d Lamadrid y Gorostiaga, en el barrio Villa Hipódromo, una mujer y sus dos pequeñas hijas eran víctimas de múltiples amenazas.

Ese día, Scarlón encerró a la mujer y dejó a las niñas en la calle. Según dijo más tarde la víctima, pretendía obligarla a ejercer la prostitución y como ella se negaba la encerró y cerró la puerta con candado, ocasionándole algunas lesiones. Por fortuna los vecinos llamaron al 911 y el personal policial logró convencerlo para que depusiera su actitud. En ese momento, “la mujer tenía tanto temor que no quería denunciarlo”, recordó la fiscal.

Ya en 2017 se produjeron otros tres episodios. El primero 16 de enero, cuando junto con otro joven interceptaron a una chicaque esperaba el colectivo en calle Bolivia y avenida Presidente Perón. La llevaron tres cuadras bajo amenaza hasta que finalmente Scarlón logró despojarla de su cartera -tipo bandolera-, donde llevaba efectos personales y documentación.

Pero su raíd delictivo se acabó el 2 de diciembre del año pasado, cuando cometió los últimos dos atracos. Primero ingresó al predio del campo de deportes del club Ateneo Inmaculada, ubicado en la zona de countries de Santo Tomé, en las inmediaciones de la autopista Santa Fe-Rosario, donde se alzó con un juego de camisetas, que estaban arriba de un auto sin medidas de seguridad.

Momentos más tarde, cuando emprendía el regreso a la ciudad por autopista, detuvo la marcha de un auto Toyota a la altura del puerte del río Salado. El vehículo circulaba a muy baja velocidad y era conducido por una mujer de 71 años, que se vio obligada a detener la marcha cuando el joven se le avalanzó sobre el capot.

Con un cuchillo la amenazó y le robó más de $ 2.000 que llevaba en la cartera, el celular u un atado de cigarrillos suaves Virginia Slim. Después le intentó quitarle otros elementos que había en la parte trasera del coche, pero no pudo; y finalmente metió medio cuerpo por la ventanilla del acompañante y le quebró la llave dentro del tambor de encendido para que la mujer no pudiera pedir auxilio.

Igualmente la motorizada lo atrapó en las inmediaciones con un cuchillo que llevaba en la cintura. Además, le secuestraron un bolso donde llevaba las camisetas robadas en el complejo deportivo de Ateneo.

La acusación fue por privación de la libertad agravada por el uso de arma de fuego y lesiones dolosas (contra su ex pareja); robo y tenencia ilegítima de arma de uso civil (en el caso de la policía); y hurto y robo abravado por el uso de arma blanca -en dos ocasiones- (por los ataques a mujeres y la sustracción de camisetas).