Raúl Emilio Acosta
Raúl Emilio Acosta
Esta nota debería llamarse: “Emergencia no es una palabra”. Desde julio/agosto, cuando recrudecía la crisis económica y todas las medidas tomadas apuntaban a la fenomenal devaluación, retracción, mayor pobreza y esperanza de equilibrio más lejana, se comenzaron a mover los que ven más allá de sus narices.
Las quitas desde la Nación a las provincias, más los cálculos nacionales para el 2019, pusieron a los que ven al Estado provincial como una continuidad del pueblo, jurídicamente organizado y destinado a sobrevivir lo mejor posible, en alerta máxima.
Sumado a esta mirada en perspectiva (sigue sumando) que la provincia de Santa Fe es un botín que no conquistó la princesita corrupta y altanera (es ésa mi íntima convicción, que es ladrona y soberbia) pese a que tenía y aún conserva votos.
Sumó mucho, pero mucho, que tampoco la conquistó el actor cómico que Mauricio eligió dos veces -repito: dos veces- para que gobernase la provincia. No es necesario demostrar hasta qué punto este presidente ignora las leyes de la física política y, por tanto, se le caen las manzanas de Newton y espera que maduren las peras del olmo de su jardín.
Nada sucede como declama, todo sucede como se espera. Aquel mundo de la princesita, de los largos discursos y la vida en otra parte, se ha convertido en anuncios mediáticos y la vida real tanto o más lejana que antes.
Último plazo. Terminó de decidir a este grupo que el emprendimiento reeleccionario fracasó, como también se esperaba. Era Bonfatti quien debía conducirlo y debía estar Binner en la foto. Después el resto de las fuerzas que declamaron siempre su corazón reformista. Citemos a Saúl Eldover Ubaldini: “...ni una cosa ni la otra sino todo lo contrario...”.
Cuadro de situación
Sobre 55 municipios y 308 comunas en la provincia hay un proceso industrial en 258 de ellas. Territorio rico y con futuro, pero...
Los componentes clásicos (granos y carne) tienen a la provincia como un eje nacional al que le tienen ganas todos porque es, básicamente, esfuerzo privado.
Ejemplos inapelables. Hay establecimientos modelos (textil en Avellaneda-Reconquista) y de maquinaria agrícola en Amstrong (Crucianelli) que enamoran a Macri, que quiere algún candidato de ese perfil y se le niegan, pero, a la vez, demuestran que se puede producir con eficiencia y mirar un mercado mundial. No todo es empresas coimeras, vagancia industrial y “repros”. Más allá de las coimas, Santa Fe se encuentra socio-política y judicialmente en este punto. No está fundida.
Limpieza en el placard
Todos sus ex gobernadores en la calle y paseándose. Todos sus legisladores sin complicaciones y todos sus dirigentes gremiales protestando sin que se les enrostre “la 4 x 4” y el campito con soja. Los ladrones de la policía procesados. La CSJ provincial en buenos términos entre sí y con los otros poderes.
La corrupción estructural que ha cribado la estructura política de provincia de Buenos Aires (para los porteños “Provincia”, porque el resto es “Interior”) no se ha instalado desintegrando las columnas partidarias. Esta provincia juzgó concejales, diputados, intendentes y vicegobernadores corruptos y los condenó. Es una medalla de alto costo. No la pueden exhibir otros Estados.
El gobernador no tiene, como propios, ni uno solo de los 19 diputados nacionales y la última decisión socialista (Luis Contigiani primer candidato) los debilitó y dejó en ridículo. Tampoco posee alguno de los tres senadores nacionales. Está en una posición inmejorable. Solo y sin relación de dependencia. Un discurso claramente federal es lo que se pide para salvar Santa Fe.
La mini Moncloa
La serie de pactos conocidos como “Pactos de la Moncloa” redefinió la España post Franco. El “Núcleo de Coincidencias básicas” resolvió la posibilidad de la Constituyente de 1994 y el cogobierno radical desde entonces, con el tercer senador y el poder que otorga el distrito único y los organismos de contralor, como Consejo de la Magistratura.
Se pide para Santa Fe el estricto cumplimiento, por parte de los candidatos del año próximo, unidad de criterio en los temas que cuiden el empleo, la obra pública, la independencia de poderes, la imperativa defensa de los recursos económicos propios y la defensa irrestricta de los que devienen de acuerdos federales que están destruyéndose. También un juego honesto de los debates entre opositores. Exigir a la Nación conjuntamente los pactos preexistentes.
Roberto Miguel Lifschitz es uno de los grandes electores del año próximo. Es suya la primera intención de voto en el territorio. Debería pensar en el salvataje al porvenir.
Antonio Bonfatti es otro referente que debe concurrir a la firma de un pacto de estas características. Aseguraría gobernabilidad.
Mónica Fein, dado su rango como intendente, por su pasado, su presente y su futuro dentro del próximo mandato gubernamental.
El senador Omar Perotti es un indispensable para un acuerdo de gobernabilidad, de independencia y de defensa de intereses provinciales. (Así se llamaría: Acuerdo de Gobernabilidad, Independencia, Autonomía y Defensa de Intereses Provinciales). En Perotti se aglutina la mayor intención de voto del peronismo.
El otro gran referente del peronismo, Agustín Rossi, estaría llamado a firmarlo, como así también “Marilin” Sacnun, senadora nacional. Se supone que Reutemann, cada vez más lejos de los arrebatos de la Carrió y los desatinos de Dujovne, lo pensará dos veces, tres, cuatro... pero si no ofenden al gobierno nacional y defienden el territorio lo estudiaría. Tienen mandato hasta 2021.
Nebuloso territorio
El resto de los diputados con pertenencias territoriales peronistas y radicales, si no cómo explicarían su indiferencia ante el intento de avance nacional sobre el federalismo y la autonomía santafesina. Cambiemos es un misterio. Ni los dos exponentes rosarigasinos más “porteñizados” quedarían felices fuera de un intento de Salvar Santa Fe.
José Corral como lo que es, el máximo referente de la UCR, estaría siendo convocado desde el comienzo. A los díscolos senadores provinciales José Corral debería unirlos, y así estaría incluido en la primera convocatoria y los primeros “cafés” para charlar el tema.
Los indispensables. Perotti. Corral. Bonfatti. Rossi. El primero a convencer es el gobernador. Ha dicho tantas veces que estamos en emergencia y tanta verdad tienen esas palabras que intentarán que sea suya la iniciativa. Lifschitz suele ser refractario a iniciativas ajenas. Usan un solo argumento: hay un feo futuro si no nos preparamos. Deberíamos Salvar Santa Fe. Emergencia no es una palabra.