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En la puerta de la Escuela Normal Superior se instaló desde hace unos seis meses un grupo de personas en situación de calle. Inicialmente eran 3 ó 4, pero al día de hoy, por momentos esos números se duplican.
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Hace aproximadamente seis meses, la fisonomía de la parte posterior de la Escuela Normal Superior N° 32 de la ciudad, ha cambiado radicalmente. En una primera instancia, unas 3 ó 4 personas empezaron a quedarse a pernoctar en el lugar. Si uno lee eso, no es nada de lo cual ya estamos tristemente acostumbrados. El tema es que con el correr del tiempo, cada vez más personas “viven” en ese lugar. Con todo lo que eso significa.
La lógica preocupación de los vecinos de la zona, no se hizo esperar. Es por eso que El Litoral se comunicó con uno de ellos, Sergio. “Ahora hay momentos que son 6 ó 7. Particularmente la molestia que me producen a mí es mínima, porque vivo a unos 100 metros del lugar. Sí los escucho por las noches a las corridas y peleándose. Casi siempre están alcoholizados. Pero sin dudas lo peor de todos es que hacen sus necesidades en plena vereda y a cualquier hora del día”, asegura Sergio.
“Es entendible también que los vecinos que viven enfrente o mucho más cerca prefieren no hacer una nota con los medios o denuncias correspondientes (más allá que ya se han elevado varias), porque tienen miedo a represalias. Y hoy la seguridad debemos hacerla entre todos” agrega Sergio, quien también nos dijo que “muchas veces la gente que vive en la cuadra o bien aquellos que estacionan de manera ocasional, le dan unos pesos para que les laven el auto, que no lo veo mal. Lo que pasa es que de esa manera, se afianzan cada vez más en el lugar”.
La mayoría de los circunstanciales “moradores” de la zona son hombres, pero también hay un par de mujeres, todos mayores. Incluso por momentos se pueden apreciar criaturas junto a ellos.
Según lo que pudo averiguar este medio, hay días que viene la policía se lleva un par, pero regresan al poco tiempo, tal como ocurre con estas situaciones.