Leonardo Pez
Dirigido por Rodrigo Asselborn, el conjunto vocal de la Asociación Cultural Inglesa prepara dos nuevas funciones del “viaje sonoro y visual” por la obra de Gustavo Cerati. En diálogo con El Litoral, el director e integrantes del coro expresaron que “el público tuvo una respuesta impresionante, nos dejó sorprendidos”.
Leonardo Pez
El conjunto vocal Coral Gloriana, dependiente de la Asociación Argentina de Cultura Inglesa de Santa Fe y bajo la dirección de Rodrigo Asselborn y preparación vocal a cargo de Germán Heis, continúa presentando su show conceptual “Un hombre alado”, que propone un viaje visual y auditivo por una selección de canciones de Soda Stereo y Gustavo Cerati. Con entradas agotadas para la función del 29 de septiembre, se sumó una tercera que se realizará el sábado 13 de octubre, a las 21 en la Moreno (Marcial Candioti 3341). En la previa de ambos espectáculos, el director del coro rock-pop y tres de sus integrantes, Maribel Fernández (contralto), Matías Kogel (bajo) y Yanina Rossi (soprano y coordinadora general), dialogaron con El Litoral.
Integral
—¿Por qué eligieron la figura de Gustavo Cerati?
Rodrigo Asselborn: —Primero, porque es un músico que admiro mucho en todas sus facetas: como cantante, como compositor, como figura icónica del rock nacional. Segundo, porque desde que estoy a cargo del coro vamos planteando distintos espectáculos a lo largo de los años de manera conceptual integral. Cuando preparamos un show, siempre lo hacemos con un hilo conductor, que puede ser un compositor, una época o una temática especial.
—En el caso de Cerati, sorprende su fuerte impacto popular con canciones de una gran complejidad sonora.
RA: —Es un fenómeno impresionante. Siendo un músico con una estructura compositiva muy compleja, con muchas sonoridades y sutilezas, Cerati ha sabido crear obras que han llegado al inconsciente de la gente. Creo que su figura se va agigantando cada vez más. Salís a la calle y suena. El año pasado cuando viajé a México, sonaba su música. Con el tiempo va tomando el nivel de un clásico. Y toda su música, que ha pasado por muchas modifcaciones (desde lo más rockero y ska hasta lo electrónico ambient) ha difuminado las barreras musicales, al punto de que la gente apela a las canciones. Sobre todo a su poesía.
—¿Por qué álbumes transita “Un hombre alado”?
RA: —Tratamos de recorrer todo. No nos fijamos en hacer una cosa tan cronológica, pero si fuimos buscando canciones que no sean del mismo disco: hay piezas de “Signos”, “Canción Animal”, “Bocanada”, “Siempre es hoy”, “Ahí vamos” y “Fuerza Natural”. Algunas canciones de los primeros discos, de “Sueño Stéreo” o de “Amor Amarillo” se pueden agregar a futuro. El Ensamble colabora con una canción de “Dynamo” (“Fue”), que cuenta con la participación de Matt Hungo Deicas (guitarra) y Diego Arenales (voz). En 2019, que el coro cumple 15 años, queremos hacer algo más grande. Todo surgió con la idea de hacer algo tranquilo y no trabajar mucho... pero siempre fracasamos (risas).
—Tanto en “Un hombre alado” como en experiencias anteriores (“Celebrate Beatles”, “We love eighties”) interpretan algunas canciones que, a priori, no serían imaginables en un coro.
—Muchas veces hasta uno mismo cree que no podrían funcionar. Parecía incompatible escuchar canciones de Soda Stereo hechas por un coro. Sin embargo, cuando empezamos a hacerlas, tratamos de buscar el espíritu de la canción y darle una vuelta para que tenga una sonoridad interesante, que suene atractiva hecha por un coro. Cuando uno incursiona en el rock, y lo hace desde un coro, camina en una cuerda floja. Se puede caer en el ridículo total. Hay que llevar el coro al repertorio, no transplantar el repertorio en el coro, igual que si hicieras una chacarera, una zamba o un candombe. Salir del lugar cómodo para hacer algo que tenga sentido. El fin de semana estuvimos en un encuentro de voces populares en Rosario (23 de septiembre en Plataforma Lavardén). Como director, llevé los arreglos de “Hombre al agua”, y la gente quedó muy contenta con ese resultado. Vieron cómo se puede lograr una potencia que no tiene que ver con la batería, el bajo y la guitarra, sino con la carga dramática que se le puede dar con las voces.
Viaje
—A la hora de armar el repertorio, y traducir las canciones del pop-rock al coro, ¿cuánto ayudaron los “Episodios Sinfónicos”?
RA: —El origen se remonta a la canción “Verbo Carne” (“Bocanada”), que Gustavo hizo junto a la Sinfónica de Londres, “The London Session Orchestra”. Es un tema sinfónico y electrónico, a la vez, con arreglos de Alejandro Terán. Después de esa experiencia, surgieron los Episodios Sinfónicos. A partir de esa versión sinfónica de “Corazón Delator”, yo hice un arreglo para coro. Fue el inicio: trasladar algo muy potente que viene del rock a las voces, un dispositivo instrumental absolutamente diferente. Sin perder la esencia de las canciones, porque no todas se adaptan a ese formato.
Algunas pueden quedar hasta ridículas. Fue todo un proceso elegir y armar las canciones. Yo hice la mayoría de los arreglos, pero también hay chicos en el coro que colaboraron con algunos de ellos. También los músicos que participaron hicieron su aporte. Cuando invitamos un músico a nuestro show, nos gusta que aporten desde su lugar a la temática.
—¿En qué consiste el “viaje sonoro y visual” que plantea la propuesta?
RA: —El show es integral. Cuando planteamos un concierto de coro, no pensamos al coro en el escenario y que la gente vaya a escuchar una canción tras otra. Planteamos, también, cuestiones que tienen que ver con luces y proyecciones. Este año, incorporamos al Ensamble Sinfónico del Litoral, una agrupación de vientos y percusión que dirige un amigo y ex integrante del coro, Leandro Valdez. El Ensamble interactúa con el coro en algunas canciones y también hace su participación solista. Cuando tocan ellos y cantamos juntos, el sonido sale de las tres paredes: de los dos costados y del frente.
Yanina Rossi: —El Ensamble se ubica alrededor de la Sala, y el coro al frente. Entonces, el público queda en medio del sonido.
—Además, va a intervenir Mario Spinosi.
RA: —Mario es un vitalicio en nuestros shows (risas). Va a tocar con nosotros y también tiene un momento en donde hace una interpretación muy personal de algunas canciones de Cerati elegidas por él. Las lleva a un terreno bien clásico con el piano solo, como cuando Cerati hizo los “11 Episodios Sinfónicos”.
Reconocimiento
—Lo primero que atrae y sorprende de Coral Gloriana es que se trata de un coro de rock-pop.
RA: —Desde que estoy a cargo, tomó esa impronta. Buscamos más música popular y, sobre todo, especializarnos en el rock. Un repertorio que ninguno de los coros que nosotros conocemos se dedica. Es una investigación, un experimento.
—En mayo, recibieron el Tercer Premio de "Virtual Choral Competition", organizado por la Fundación Coppla, de Mendoza. ¿Cómo los tomó esta noticia?
RA: —Podía participar cualquier coro del mundo. Nosotros lo hicimos con “Corazón delator”. Fue una alegría muy grande, un reconocimiento. Nosotros somos un poco parias en el mundo de los coros, porque lo que hacemos no lo hace nadie. No sos de aquí ni de allá. A la vez, cuando la gente lo descubre le gusta. El 90% de los coros que hacen música popular, hacen folclore y musica latinoamericana, y por ahí tango y algún jazz como rareza.
—Además, participaron del Certamen Internacional de Coros, San Juan Canta.
YR: —Fue una rareza que nos hayan aceptado, estar considerados en la selección junto a esos coros que son de primer nivel. La recepción de la propuesta es de incomodidad en algunos, y sonrisas en otros.
RA: -Nuestra idea era no competir. la organización respondió que nos sugería competir en la categoría Música Popular. Tuvimos muchísimos elogios de gente muy entendida, entre ellos Eduardo Ferraudi, que dirige uno de los mejores coros de Música Popular de Argentina, el Vocal Consonante.
Rodrigo Asselborn
Arreglador, compositor, cantante y director de coros. Licenciado en Música en especialidad Composición (UNL). Se desempeña como docente de música en todos los niveles educativos, y como director y arreglador de Coral Gloriana, el Coro Polifónico Comunal de San Jerónimo Norte y el Coro Rubén Guarnaschelli del Centro Ciudad de Rafaela. Es fundador y arreglador de Omega Grupo Vocal (rock y pop a capella) de la ciudad de Santa Fe. Integra la cuerda de tenores del Coro de Cámara del Instituto Superior de Música de Santa Fe (UNL) desde el año 2007, cargo obtenido por concurso. Ha compuesto obras originales para coros nacionales y extranjeros, algunas de las cuales se estrenaron mundialmente en competencias internacionales y ha realizado diversos arreglos que forman parte de los repertorios habituales de agrupaciones corales de toda la Argentina.
Coro
Sopranos: Eliana García, Fátima Silvestre, Josefina Baragiola, Josefina Lafranconi, Luciana Nardi, María Nela Pini, Nebai Rossa, Vanesa Balangero y Yanina Rossi. Contraltos: Agustina Stavole, Belén Bosco, Camila Callen, Lucía Calabrese, Mariana Guzzi, Maribel Fernández, Paula Posse, Victoria Cudicio y Yanina Bertuni. Tenores: Alejandro Giménez, Franco Basaldella, Germán Heis, Lautaro Daneri, Lautaro Newbery, Leandro Bonzi, Mariano García, Navier Mangoldt, Nicolás Salomón, Pablo Biassi y Pablo Vera Candioti. Bajos: Ignacio Martín, Lucas Morales, Matías Kogel, Micael Rossa, Ramiro Olivencia, Raúl Rivera y Santiago Herrera.