Ignacio Andrés Amarillo
Andrea Eletti y Gabriel de Pedro vuelven a reunirse en dúo para anticipar de locales sus conciertos en Nueva York. En la ocasión los acompañarán actor Julio Di Santi, la bailarina Paula Copello y el dibujante Lucas Cejas.
Ignacio Andrés Amarillo
El viernes a las 21.30, en el Teatro Luz y Fuerza (Junín 2957) se presentará el espectáculo “Alguien le dice al tango”, proyecto generado por la cantante Andrea Eletti y el pianista Gabriel de Pedro, acompañados por el actor Julio Di Santi, la bailarina Paula Copello y el dibujante Lucas Cejas. Las entradas pueden adquirirse en la boletería de la sala o por Ticketway.
Eletti charló con El Litoral sobre la propuesta y sobre sus presentaciones en Neuva York, para las cuales generaron este programa.
—Armaron el repertorio para el viaje. ¿Cómo surgió eso?
—Nos llegó una invitación para ir al Festival de la Cultura Latinoamericana en Nueva York, en noviembre. Vamos a estar haciendo un concierto y un seminario de tango con un miniconcierto de cierre. Uno es en un espacio público de la ciudad, y el otro es en la Biblioteca Pública de Nueva York; también vamos a estar también tocando en el consulado argentino.
—¿Quién los invitó?
—La comisión del Festival, dentro de la cual se encuentra Polly Ferman: es una gran pianista, compositora, tiene una orquesta de tango femenino; y es la pareja de Daniel Binelli, el último bandoneonista de (Astor) Piazzolla. Así que también está la idea de poder compartir algo con él allá. Estamos muy contentos del apoyo que recibimos y de la invitación.
Eso nos volvió a juntar, porque con Gabriel venimos haciendo cosas con el quinteto; a dúo también llevamos el año pasado una propuesta (de la que rescatamos obras al Festival Mundial de Tango, invitados gracias al nuevo director, Gabriel Soria: abrió un poco el espectro, me invitó y yo lo invité a Gabriel.
Esa es la propuesta, con temas que estamos estrenando para Santa Fe y que van a ser parte del repertorio para Nueva York.
Variedad
—¿Cómo eligieron los temas?
—Algunos son clásicos del disco en conjunto (“Quedémonos aquí”), porque tanto en Santa Fe como en el mundo te piden; acá no vamos a hacer “El día que me quieras” ni “Balada para un loco”, que sí van a estar en Nueva York (risas). Pero hay tangos de los que uno no se puede desprender y que la gente los quiere escuchar, que los grabamos en el disco y los hicimos en Buenos Aires en dúo: “Garúa”, “Cristal”, “Fruta amarga”.
También hay tangos de los ‘40, no son tan trajinados ni tan conocidos, como “El milagro” o “Sexto piso”. Y alguna canción contemporánea: rescaté de mi repertorio viejo “Último tango”, para mí uno de los futuros clásicos, de Marcelo Saraceni y Raimundo Rosales. La grabé en mi primer disco (“De este y otros tiempos”).
Toda este ramillete de tangos van a ser acompañados por una semi puesta en escena muy linda, muy poética. Le propuse a Gabriel, que nunca lo había hecho, experimentar con otros lenguajes. Es algo muy minimalista: invitamos a Julio Di Santi a recitar un poema de (Jorge Luis) Borges que se llama “El tango”, porque el espectáculo se llama “Alguien le dice al tango”, y refiere a un tema de Borges y Piazzolla. Paula Copello va a estar invitada a hacer aportes desde la danza contemporánea. Y en vivo va a dibujar y modelar el clima Lucas Cejas, a través de la acuarela.
—¿Y después del viaje qué se viene?
—Con Gabriel cada uno tiene sus proyectos: él grabó su disco con el quinteto, yo estoy con el proyecto de “Sonidos de Puertos” que va madurando y me entusiasma. Pero tenemos dos o tres festivales compartidos, un disco, nos une cierto respeto y empatía por el trabajo. Seguramente van a seguir surgiendo cosas entre los dos, y estamos pensado algún disco a dúo, con invitados.
Esta gira nos permite ir probando repertorio, ir madurando algunas cosas, hacer tangos clásicos y compositores nuevos muy buenos: el otro día escuchamos a Ramiro Gallo, descubriendo temas de él el viernes pasado, y en Buenos Aires hay gente componiendo temas muy lindos también. Innovar un poco para demostrarle a la gente que hay otro repertorio, y que el tango está más vivo que nunca.