El Litoral
El Litoral
“No hay mañana” se dice en la NBA. Es cuando los equipos llegan, en los cruces, a este tipo de partidos donde uno sigue feliz y el otro se va triste para su casa. Y la historia de esta tardecita será así...sin mañana para “el Colón de Santa Fe” y el Junior de Barranquilla. La hora señalada: las 19.30. El lugar indicado: el Cementerio de los Elefantes. ¿El juez?: un peruano —Diego Haro— al que le gusta más sacar tarjetas que comer “cevichito”. Los colombianos llegan 1-0, por ese gol que Colón se hizo solo en el Metropolitano.
¿Puede haber penales, como contra el San Pablo de Brasil?: solamente si Colón gana por 1 a 0 los noventa minutos reglamentarios en el Brigadier López. Es el único resultado que manda la serie a la ruleta de los doce pasos.
¿Cómo se puede dimensionar la ventaja cafetera?: lo hizo Julio Comesaña, el entrenador colombo-uruguayo del Junior: “En casa, Colón no nos hizo goles”. La otra postal que le da sobrevalor a ese gol de las carambolas y las indecisiones defensivas sabaleras indica que “si el Junior marca un gol de visitante en Santa Fe, el Colón de Domínguez deberá marcar tres tantos para poder clasificar”.
El partido, por lo que se vio en el trámite de la primera parte del cruce, allá en Colombia, es “ganable” para Colón. Hay un grande por historia enfrente, pero no hay un equipazo ni un “cuco” que asuste. La historia es que Colón debe recuperar concentración y actitud para defender cerca del “violeta” (ese color eligió para hoy Leo Burián) y evitar estos errores garrafales de los últimos tiempos.
Porque está claro que Colón, entre la vuelta de Javi Correa de “9” y la pertenencia de Sandoval, algún lío —como dijo el Papa— va a intentar hacer en los metros finales de la cancha. Ese lío deberá terminar en la red del uruguayo Sebastián Viera.
Ninguno de los dos equipos están confirmados, ni el del “Barba” Eduardo Domínguez ni el del colombo-uruguayo Julio Comesaña. Pero en principio, Colón —respecto de Godoy Cruz, su mejor noche— iría con el único cambio de Javi Correa por Nicolás Leguizamón. Y en el caso del Junior saldría con tres puntas: Jarlan, “Teo”y el guajiro Díaz.
¿Por qué Comesaña saldría hoy con tres puntas de visitante en Santa Fe y no salió con tres puntas en el Metropolitano de Barranquilla, de local y ante su gente?. En principio, hay varias reflexiones: 1) Los tres puntas van a evitar que los laterales de Colón se le vengan encima; 2) Sin dudas que el DT del Junior piensa en jugar el partido lejos de Viera; 3) No es el futbolista colombiano un futbolista con temple para aguntar 90 minutos un cero a cero de visitante, como sí lo harían paraguayos y uruguayos, por ejemplo; 4) En consecuencia, si se confirman los tres puntas, la idea del Junior es intentar lastimar con un gol a Burián para que Colón quede obligado a hacer tres tantos para clasificar.
¿Qué once piensa el “Barba”?: la misma defensa (Burián, Toledo-Escobar por afuera y Olivera-Erik Godoy en la cueva); un “5” de estilo como Fritzler: a su derecha Zuculini y a su izquierda Estigarribia. Arriba, los dos puntas serán Chancalay y Correa. Y falta un nombre más, que para casi todos será Leo Heredia y para unos poquitos podría ser Alan Nahuel Ruiz el jugador número “11”.
Con la sangre y luto
Para muchos fue sorpresivo que en Colombia, la semana pasada, Colón no saliera a jugar en el Metropolitano de Barranquilla con su tradicional atuendo rojo y negro. Mucho más en una Copa Sudamericana, con lo que ello implica.
Por lo que averiguó El Litoral, en la reunión técnica de la Conmebol se aclaró que “no pueden jugar los dos equipos con el color rojo” y en consecuencia mantuvo la casaca original el dueño de casa.
Hoy, como corresponde, se invierten los roles: casaca roja y negra a mitades, pantalones negros y medias negras para Colón. El Junior de Barranquilla, con su camiseta alternativa —es blanca con vivos celestes o azules— y Leo Burián vestido entero de violeta.
A la reunión técnica de la Conmebol, que se desarrolló hoy a las 11 en la sala de prensa del mismo estadio, participaron el gerente administrativo (Ricardo Lavini), un referente médico (Fiorenza), el encargado de seguridad (Frioni) y uno de los utileros (Pasculli).