Domingo Sahda
Domingo Sahda
Organizado por la Asociación de Artistas Plásticos Santafesinos y el Gobierno de la Ciudad de Santa Fe fue inaugurado recientemente, el 21 de septiembre ppdo. el XXII “Salón Primavera” , nutrido con obras correspondientes a diversos procedimientos dentro del espectro de las Artes Visuales. El jurado de selección y premios en esta convocatoria, de carácter competitivo, estuvo integrado por José Bastías en representación de la Asociación de Artistas Plásticos Santafesinos, María Carolina Porral en representación de la Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe y Rosana Andrea Storti como jurado externo.
Es de destacar que la diversidad y la trivialidad se mancomunan para ofrecer un panorama artístico local de muy limitada proyección creativa, deviniendo en muchos casos a la vista en meras manualidades de autoimaginada creatividad, las que a poco de ser observadas analíticamente, licúan su calidad autoimaginada.
Desde siglos atrás el llamado arte plástico-visual, lenguaje del color, la línea, y la forma en el espacio bidimensional atraviesa en la última centuria una trayectoria ríspida, muchas veces incoherente evidenciada en muestras, sean éstas competitivas o no que de algún modo tienden a ratificar que el Arte Visual no ha resuelto su especificidad y calidad de tal en la cultura humana desde hace más de un siglo. Su conflictiva búsqueda de sentido lo ha llevado en muchas ocasiones a transitar por el desvarío o las meras curiosidades político-culturales.
De suyo se sabe, y debería ratificarse en más de una ocasión que el lenguaje visual ajeno a los modos y devaneos de la fama y el mercado consiste en la capacidad propia de la especie humana, y desde hace milenios, en registrar con recursos específicos su devenir, sus conflictos, sus necesidades socioculturales específicas. Son, metafóricamente hablando, una “pantalla de la humanidad”, y seguirá siéndolo al margen de tanta tontería e insignificancia intelectivo-volitiva.
La ciudad ha vivido ya estas experiencias, estas competencias y salones de penosa calidad cultural-artística. Vale recordar, como magno ejemplo el último “Salón del 25 de Mayo concretado en el Museo Provincial de Bellas Artes. Que ello se repita es una cuestión que amerita ser atendida seriamente, implicando en esta cuestión a quienes, se supone “Enseñan”, tanto desde lo privado como desde lo público.
El XXII Salón Primavera pone en evidencia muchos de los tropiezos y tontas trivialidades culturales citadas precedentemente. Y ello vale tanto para la “supuesta obra” “Boceto para seguir pensando una bandera” suerte de hipótesis que no supera del circunstancial y presuntuoso garabato, el que se equilibra en esos niveles con el “montoncito de prolijos caracoles” o las estereotipadas “plantitas”-cerámicas- agrupadas en un rincón . Y otro tanto vale para la “pechuga de plástico en bandeja”, supuesta creación artística, en realidad poco más que una descriptiva realidad.
Los premios adjudicados se destacan, precisamente, del conjunto del Salón a la vista por su calidad, coherencia y significación, inmersos ellos en mucha adocenada trivialidad. Se destacan la obra “Universo XX”- Grabado de Manuel Eduardo Canale, “Fragmento de Mi”-Mixtq, Pintura y Objeto, “Una Femenina Azul” Cerámica de José Portillo, excelente trabajo. “Guardianes 9 Love Luz, Arte Textil Mixto, excelente trabajo de Roberto Daniel Romero.
El Primer Premio “Paisano”, Acrílico y Fibra sobre tela cierra su proyección en sí misma, reiterando esquemas visuales sin mayor proyección poética significativa.
Dadas así las cosas, al margen del valor de la convocatoria en cuanto tal , amerita reflexionar sobre el tópico esencial de la misma afín de no desbarrancar en “trivialidades”, retomando la esencia de la imagen creada por el hombre en su devenir por el tiempo y las culturas.