Juan Ignacio Novak
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El biopic del cantante cuartetero llegó a los cines la semana pasada. Lo dirige Lorena Muñoz, la misma directora de “Gilda: no me arrepiento de este amor”. Con esta excusa, proponemos un repaso por una decena de notables filmes centrados en la figura de cantantes populares.
Juan Ignacio Novak
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La semana pasada llegó a los cines una de las películas argentinas más esperadas del año. Se trata de la biografía del cantante cuartetero Rodrigo Bueno, que alcanzó la fama en los 90 antes de su muerte en un accidente automovilístico en junio de 2000. “El potro: lo mejor del amor” está dirigida por Lorena Muñoz, quien en 2016 hizo lo propio en “Gilda, no me arrepiento de este amor” y tiene en su elenco a Rodrigo Romero, seleccionado para el rol protagónico tras multitudinaros castings, a Florencia Peña, a Fernán Mirás, a Daniel Aráoz y a Jimena Barón, entre otros. Esta novedad cinematográfica sirve de puntapié inicial para recordar una decena de películas famosas basadas en las vidas de cantantes populares de distintas épocas y nacionalidades.
“Sid and Nancy” (1986): El inglés Gary Oldman debe ser uno de los actores más dúctiles de su generación. Hace poco tiempo ganó su primer Oscar por interpretar a Winston Churchill en “Las horas más oscuras”, pero en el inicio de su carrera realizó uno de sus trabajos más celebrados al encarnar a Sid Vicious, líder del mítico grupo punk Sex Pistols. La película dirigida por Alex Cox se basa en la relación que mantuvo Vicious con Nancy, su drama con las drogas y el trágico final de ambos: en octubre de 1978, Nancy fue encontrada apuñalada junto a Sid, quien terminó arrestado, acusado de su asesinato y muerto producto de una sobredosis antes de que arranque el juicio.
“Bolas de fuego” (1989): En los años 50 el por entonces naciente rock and roll parió una serie de mitos. Uno de ellos fue Jerry Lee Lewis, que obtuvo un éxito sideral a partir de sus excentricidades (llegó a quemar pianos en sus presentaciones, algo inédito en esa época) y después fue repudiado cuando se casó con su prima de 13 años. A finales de los 80 Jim McBride rodó este film centrado en su historia, convencional en su estructura pero beneficiado por la desopilante actuación de Dennis Quaid, en el papel de Lewis y de una joven Winona Ryder como su novia.
“The Doors” (1991): El mismo año en que logró un prodigio de montaje en “JFK”, Oliver Stone rodó un biopic de Jim Morrison, uno de los músicos más controvertidos de su generación, elevado a la condición de divinidad por algunos y denostado por otros. El ritmo, la reconstrucción de detalles y la actuación de Val Kilmer (quien incluso se parecía físicamente a Morrison) hicieron de esta película centrada en la figura del líder de The Doors (sus problemas con las drogas, su choque con las autoridades y su personalidad autodestructiva) un film de culto.
“What’s Love Got to Do with It” (1993): Cuando tenía apenas 19 años Ana Mae Bullock conoció a Ike Turner. Y la joven que había nacido en un pueblo chico de Tennessee se convirtió en Tina Turner, una de las cantantes más conocidas del mundo en la segunda mitad del siglo XX. En la compleja relación que mantuvo con su marido (la violencia y los malos tratos fueron una constante, hasta que ella decidió por fin abandonarlo) y en el éxito que alcanzó Tina en el mundo de la música se centra este recordado film dirigido por Brian Gibson, con Angela Bassett y Laurence Fishburne como protagonistas.
“Farinelli, il castrato” (1994): Como si se hubiera adelantado 200 años a su tiempo, Carlo Broschi (conocido para la posteridad como Farinelli) fue una especie de rock star del siglo XVIII. Parte de su leyenda tiene que ver con su condición de castrado y su triunfo como cantante de ópera llegó al punto de que la gente voceaba su nombre en las plazas públicas. La película belga, que pone hincapié en los aspectos más conflictivos de la vida de Farinelli, resultó un logro principalmente por la cuidada ambientación y por la banda sonora, que permanece por mucho tiempo en la memoria.
“Selena” (1997): La cantante Jennifer López realizó su primer protagónico al encarnar a otra figura de la música latina: la cantante Selena Quintanilla-Pérez, quien obtuvo masiva repercusión a principios de los 90 hasta su trágico final ocurrido en 1995. Esta actuación le valió a López una nominación al Globo de Oro y forjó los inicios de una irregular carrera cinematográfica. La película, que reconstruyó la vida de Selena apenas dos años después de su muerte, fue dirigida por Gregory Nava y contó con la actuación de Edward James Olmos.
“Johnny & June - Pasión y locura” (2005): Sobre el ocaso de los 60 un cantante de música country adquirió una fama inusitada en Estados Unidos. Al punto que llegó a superar a The Beatles en la venta de discos. Fue Johnny Cash, quien se unió a la arrasadora ola que formaron Elvis Presley, Carl Perkins, Roy Orbison, Jerry Lee Lewis y otros pioneros del rock. El director James Mangold filmó este biopic de Cash donde se lucen Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon, quien obtuvo el Oscar a la Mejor actriz por su interpretación de June Carter, esposa de Cash.
“La Vie en Rose” (2007): Si la Academia de Hollywood posee una sensibilidad especial para premiar a las actuaciones basadas en figuras de la vida real, era imposible que Marion Cotillard no alce la estatuilla a la Mejor Actriz por su labor en este film dirigido por Olivier Dahan. Es que su actuación es tan convicente que por momentos el espectador tiene la sensación de estar viendo (y escuchando) la propia Piaf. Pese a que el relato cae a veces en cierta morosidad, es imposible no rendirse ante el trabajo de la actriz, tan apasionada como el propio mito en el que se basa.
“I’m Not There” (2007): Se trata de un film biográfico poco convencional, donde el director Todd Haynes propone un retrato del músico y poeta Bob Dylan. Su particularidad radica en que narra seis historias (interpretadas por seis actores muy diversos entre sí, entre los que figuran Cate Blanchett, Heath Ledger, Christian Bale y Richard Gere) que reconstruyen cada una de las facetas de la compleja personalidad de Dylan. Un problemático niño de 11 años, un artista mujeriego, un joven andrógino que triunfa como estrella del rock, un ídolo folk que se convierte en evangelista y un veterano fugitivo.
“Gilda, no me arrepiento de este amor” (2016): Entre los fenómenos populares argentinos el caso de la cantante Gilda es un de los más conocidos. A 22 años de su trágica muerte, su figura ocupa un lugar destacado en el fervor de la gente. La película de Lorena Muñoz se centra en la vida de esta joven que relegó su trabajo como maestra jardinera en Devoto para convertirse en una de las referencias de la música tropical argentina a principios de la década del 90. Natalia Oreiro se preparó especialmente para este filme y logró un trabajo tan sorprendente como sobresaliente. Casi se puede sentir la presencia de Gilda en la pantalla.