El Litoral | Educacion SF
En la ciudad se vislumbra un aumento cada vez mayor de gente que elige transportarse en bicicleta, y los universitarios son gran muestra de ello.
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Cada vez son más los jóvenes que escogen a la bicicleta como medio de traslado para desplazarse. Los motivos son varios, desde un lógico ahorro de dinero hasta un bienestar salubre. Lo cierto es que en la ciudad ya se vislumbran cambios motivados por esta tendencia, como la creación de bicisendas en diversos puntos, los puestos con infladores y las herramientas para que los ciclistas puedan poner su vehículo en condiciones.
“A la hora de ir a la universidad, muchas facultades están ubicadas en lugares donde el transporte público no conecta toda la ciudad, y la bici aparece como una de las opciones más inteligentes y baratas”, considera Mariana Salvador, de Santa Fe en Bici, un colectivo de personas interesadas en incentivar el uso de la bicicleta.
La organización se define como “un colectivo independiente, apartidario y sin fines de lucro, donde nos mueve el simple y profundo interés en ser parte del cambio hacia una sociedad más feliz”.
Las bicis
Salvador recalca la importancia de las luces, el casco y el doble candado. También el chequeo de elegir la bicicleta apropiada al cuerpo, teniendo en cuenta cuadros y rodados.
“Hay bicicletas de todos los tipos. En adolescentes es una tendencia las bicis de montaña, pero en el resto varían según conocimiento, uso, personalidad y utilidad. En general los ciclistas urbanos se diferencian notablemente de los deportivos tanto en la forma de la bicicleta como de la conciencia y activismo que el ciclista urbano tiene”, asegura.
Desde el municipio
Si bien aún no existe en la ciudad una red de ciclovías y bicisendas conectadas, se está intentando avanzar en las mismas.
Mientras tanto, la clave pasa por elegir calles seguras. “Nos pasa, sobre todo a las mujeres, que elegir calles seguras es elegir calles transitadas e iluminadas porque ahí aparece la sensación de custodia social”, dice la integrante.
A ello, agrega que “es importante generarse previamente un recorrido lo más seguro posible hasta llegar al lugar de destino que puede incluir bicisendas y ciclovías, o no. Porque si es de noche quizás es mejor por bulevar y no por donde no hay gente”.
Salvador destaca que es vital que el Estado financie las ideas que tienen este tipo de colectivos ya que promueve un estilo de vida sana y sin contaminación.
Y con respecto a las recomendaciones que se busca que los ciclistas cumplan, como por ejemplo usar un chaleco flúo, pide que “no se hable más de disfrazar al ciclista urbano. Son simplemente personas en bici”.
Educación Vial
“Es necesario hablar de educación vial en todas las instituciones y no sólo como si las personas estuvieran destinadas ineludiblemente a ser conductores de vehículos”, plantea la entrevistada.
Sobre la educación vial tradicional considera que “no es real”, ya que “quizás nunca conduzcamos un vehículo particular, ya sea por opción, por discapacidad o porque no podemos acceder”.
“Mirar las estadísticas evidencia que si no recibimos educación vial al sacar el carnet de conducir, vamos por la calle sin entender bien como son las reglas del tránsito porque están hechas para los autos”, aduce.
Ante esto, pide que desde las instituciones educativas “se instruya en empoderar a los jóvenes”, para que luego trabajen en la proposición de políticas públicas reales con el Intendente, con el Concejo Municipal, con su pares adultos (maestros, padres) e instituciones (clubes, etc) .
“Políticas pensadas por los jóvenes y ejecutadas por los representantes elegidos. Y ahí se da el verdadero ejercicio democrático participativo” concluye.
Santa Fe en Bici
Es necesaria la recuperación del espacio público como lugar de encuentro seguro y escenario de comunicación. “Santa Fe en Bici” trabaja por espacios públicos de calidad y piensa ciudades para las personas y no para los vehículos motorizados, y por eso la bicicleta ocupa un rol fundamental.
En primer lugar porque es un objeto que no pertenece al paradigma “moderno” de la lógica del consumo masivo, y si bien es una invención antigua irrumpe en las ciudades modernas generando una revolución en la movilidad con consecuencias positivas.
“Es fundamental la recuperación de los espacios públicos como lugares seguros para las personas” consideran desde el espacio.
Los niños no juegan en las veredas, ni los vecinos sacan el sillón para tomar unos mates. Llenar la calle de gente caminando, de gente en bicicleta hace calles más seguras y nos convierte en ciudadanos activos en el rol de custodia.
La calle es el primer lugar donde nos encontramos y nos percibimos como sociedad, y será inclusiva, amable, y segura, según lo que hagamos de ella” agregan.