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Javier Zilli tiene 72 años y es propietario de la estación de servicios ubicada a las puertas de barrio Villa Hipódromo de la ciudad de Santa Fe, más precisamente en la esquina de avenida Ángel Peñaloza y calle Ángel Cassanello. “Soy el estacionero más antiguo de la provincia de Santa Fe. Trabajo desde los 14 años y estoy cansado”, aseguró este sábado por la mañana este comerciante, minutos después de sufrir un nuevo robo en su negocio que ya fue blanco de delincuentes medio centenar de veces.
“Es el tercer asalto en un mes. No doy más. Un tipo entró al minishop, pidió cigarrillos, sacó un ‘fierro’ (arma de fuego), amenazó de muerte al empleado y se llevó la plata de la caja. La ciudad está llena de uniformados, de fuerzas nacionales y provinciales, pero por acá no se ve un solo policía. ‘Rsta es una zona muy comprometida por la inseguridad. Los comerciantes estamos desprotegidos. No podemos seguir trabajando así”, se quejó Zilli.
“Con respeto -agregó-, les digo al gobernador, al intendente y a todas las autoridades que, como responsables de la provincia, me tienen que ayudar a mí y a todos los trabajadores. Estamos abandonados a la buena de Dios y no se respetan nuestras garantías constitucionales. Les pido que nos cuiden. Los pocos que seguimos dando trabajo, vamos a tener que dejar de hacerlo”, dijo. Las mismas palabras de Javier Zilli se repiten año tras año en los medios de prensa, tras cada ola de robos que golpea su estación y la pone en jaque. Por ahora, no es “mate”.