El Litoral
Del medio hacia arriba mantendrá la formación en la que viene confiando en los últimos partidos. Luego de la dolorosa derrota ante Huracán, la consigna es buscar los tres puntos ante un Central recargado.
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No hay que hablar de equipo definido, pero todo hace suponer que Guillermo Ortiz por Erik Godoy será la única modificación que tendrá Colón para visitar el domingo a un agrandado Rosario Central, que llega como vencedor del clásico y semifinalista de la Copa Argentina, seguramente con el ánimo de amplificar el festejo y recuperar el terreno que ha perdido en la Superliga, después de un buen comienzo.
La semana transcurrida no ha sido fácil para Colón: la increíble derrota ante Huracán, la reacción de Domínguez ante las cámaras, la visita del presidente Vignatti al entrenamiento del lunes fueron algunos de los hitos de días de mucha calentura y algún paño frio que sirvió para atemperar los ánimos post-derrota y afrontar no sólo el trabajo semanal sino el partido de este domingo en un clima de relativa tranquilidad.
Domínguez ha sido muy cambiante con el equipo, pero desde el encuentro con Godoy Cruz ha encontrado cierta estabilidad. Por eso, no lo asusta la manera poco entendible de perder un encuentro que tenía en el bolsillo ante Huracán, que lo ganaba 2 a 0 y con un jugador más, y afronta con una sola modificación el cotejo con Central.
Se dará la vuelta del capitán Ortiz, quien debió guardar banco por el buen rendimiento que estaban teniendo Godoy y Olivera, quienes formaron una estructura sólida durante los partidos que faltó el capitán por lesión, pero que trastabillaron en el partido con Huracán. Por ello, el técnico tomó la decisión de provocar el retorno de Ortiz para que forme dupla central con Olivera, rezagando a Godoy al banco de relevos.
Del medio para arriba, todo seguirá igual. Habrá que esperar si la postura táctica es la misma, ya que ante Huracán se paró con Fritzler como volante central más retrasado, armando una especie de triángulo central con Estigarribia a su izquierda y Zuculini a su derecha y un poquito más adelantos, con Chancalay abierto por izquierda y con Heredia haciendo lo propio por derecha.
En el caso de Chancalay, se advirtió la firme intención de Domínguez de tapar la subida de Chimino —el ex Temperley que se destaca por su permanente proyección—, pero le vino bien al delantero rojinegro porque le posibilitó llegar al gol y cumplió una buena actuación.
En este aspecto, se sabe que Domínguez es un técnico que también evalúa mucho el movimiento del rival y en función de eso determina posiciones y funciones para sus propios futbolistas. Y más allá de tener definida la formación, habrá que esperar para saber cómo lo hará el rival y si hay algún cambio de lugar para alguno de los once sabaleros que, por lo que se ha apreciado en el trabajo de la semana, parece que está totalmente definido por Domínguez.