Luis Rodrigo | [email protected]
La representación del Senado santafesino recibe críticas en las dos ciudades más pobladas. El proyecto de ley de Educación, el de Educación Sexual Integral y el de paridad de género no parecen poder prosperar en esa Cámara.
Luis Rodrigo | [email protected]
Mientras en Capital Federal -que para las pantallas es como decir en el país- se discutía si debe o no haber un feriado en esa ciudad el 30 de noviembre con motivo de la reunión del G20, en el norte argentino siete provincias terminan una semana que ha sido tan corta como ignorada por otros argentinos.
Formosa, Catamarca, Corrientes y Tucumán celebraron el viernes con un asueto completo el Día de los Fieles Difuntos; mientras que Jujuy, Chaco y Santiago del Estero arrancaron antes, el jueves, con motivo del Día de Todos los Santos.
Acaso, la distancia de la zona central del país -la Ciudad de Buenos Aires, esa provincia, más Santa Fe y Córdoba- de la región norte y su marcada devoción religiosa sea tan grande como la que separa (en términos culturales, sociales, en sus prácticas urbanas y de sus valores) a las ciudades de Santa Fe y Rosario de otras localidades del interior de la bota.
Mientras por aquí, nacionalistas de ocasión cuestionan Halloween en las redes, allá hubo dos feriados porque manda el santoral. Y esas celebraciones religiosas -por cierto multitudinarias- van con foto a las tapas de lo diarios. Son una noticia.
Tres tensiones
Esas tensiones entre santos, fieles, infieles non sanctos y difuntos viven por estos tiempos los senadores provinciales. Deben tomar decisiones sobre tres temas que despiertan fuertes simpatías en ambas urbes y -seguramente- bastantes menos en otras localidades.
1) Los senadores no aprobarán la Ley de Educación tal como la votara por unanimidad Diputados. Si lo hacen será sin los artículos que rechaza la Iglesia Católica. Avanza la idea de votar el proyecto original del Ejecutivo y devolverle la pelota a la Cámara Baja. No les gusta esta versión tan sarmientina y parecida a la Ley 1.420 que derogara el kirchnerismo en 2014.
2) También está en las comisiones de la Cámara Alta la media sanción de Diputados en favor de la ley de Educación Sexual Integral (ESI). En su contra, hay presión del clero y de credos protestantes, así como de grupos de padres alarmados -con o sin razón- por contenidos de dudosa verosimilitud multiplicados en las redes sociales. Ya existe en la Cámara Alta un proyecto de educación sexual justicialista, que permite que cada escuela disponga sus contenidos. (“Educación para el amor”, por ejemplo).
3) La ley de paridad de género es parte de la misma agenda de luchas y reacciones. Otra vez, unanimidad en Diputados y dudas en el Senado... Los jefes territoriales del interior provincial sostienen que es muy difícil reunir tantas candidatas como candidatos en los pueblos chicos y que lo propuesto proviene de unos cambios culturales exclusivamente urbanos. Piensan que lo ideal es dejarlo en manos de cada municipio o comuna y, en off, dicen que el proyecto está alentado por diputadas de distintos bloques que quieren asegurar su lugar en las próximas listas. Tal vez sólo aprueben esto último.
Los senadores saben que voten o no voten por esas tres leyes van a pagar algún costo político, dentro de los departamentos que representan.. o fuera de éstos. Para cualquier dirigente político -sobre todo los que llevan más de un mandato en su banca- es legítimo el sueño de proyectarse a nivel provincial, de superar la jefatura del territorio, de ser parte de un proyecto más allá del departamento. Así va a ser difícil.