Germán de los Santos
El previsto embate de Bolsonaro en Brasil contra el narcotráfico hace temer un repliegue de bandas sobre territorio argentino. El impacto sobre Santa Fe.
Germán de los Santos
En el gobierno nacional, están preocupados sobre el futuro de Brasil no sólo en el plano económico sino también en materia de crimen organizado y narcotráfico. La victoria de Jair Bolsonaro abre camino en ese país a una especie de guerra contra las bandas más poderosas como el Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho.
Lo que perciben las autoridades argentinas es que este contexto llevaría a un repliegue de estas bandas a Paraguay y a la Argentina. En Paraguay, estas bandas tienen copado todo el norte del país, en la zona de Pedro Juan Caballero, donde están los principales narcotraficantes de cocaína y marihuana. Pero durante los últimos años se empezó a ver un movimiento muy importante en Encarnación, a unos 40 kilómetros de Posadas. Hace poco más de un mes, las autoridades paraguayas descubrieron un coche bomba con 40 kilos de dinamita listo para ser detonado en Ciudad del Este. La preocupación va en aumento en esa zona.
Hace dos semanas en Paraguay, cayó una banda que trasladaba cocaína a Montevideo y Argentina, más específicamente la provincia de Santa Fe. La Secretaría Antidrogas paraguaya secuestró 600 kilos de cocaína y siete avionetas. Estaban vinculados con el Comando Vermelho. Uno de los hangares donde escondían los aviones era de un familiar de un diputado guaraní.
Fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación señalaron a El Litoral que una de esas rutas iba a Santa Fe. Hace tres meses, detectaron que uno de los aviones había aterrizado en un camino rural cercano a Cañada de Gómez. Lo que se presume es que el estupefaciente iba a Rosario.
Entre los detenidos se encontraba el argentino Juan Carlos Balmaceda, quien era el contacto de la organización para introducir los cargamentos de cocaína que provenían de Bolivia en territorio argentino.
El jefe de la organización era el ex arquero de Universal de Encarnación, Víctor Hugo Gaona Burgos, de 43 años, quien actualmente está detenido en la cárcel de Encarnación, condenado a 18 años de prisión por tráfico de estupefacientes. Gaona Burgos comandaba la banda desde la prisión a través de sus familiares.
Según informó la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), uno de los detenidos es Benigno Chávez Cáceres, quien tenía pedido de captura desde el 2014, tras el descubrimiento de un laboratorio clandestino en Encarnación y que operaba al servicio del Comando Vermelho. Un hermano suyo fue detenido hace poco tiempo en Argentina y afirmó ser miembro de esa misma organización criminal.
Esta investigación comenzó hace nueve meses cuando un grupo de fiscales, encabezados por Volpe y Cáceres, empezaron a seguir algunas pistas que habían surgido en torno a la actividad dentro de la cárcel del ex arquero Gaona Burgos.
La banda manejaba una red de pistas clandestinas en el norte y sur de Paraguay, donde se reabastecían de combustible para los viajes. La cocaína que llegaba de Bolivia se acopiaba en varias estancias, entre ellas, una en José Leandro Oviedo, a unos 40 kilómetros de Posadas, donde fue detenido el argentino Juan Carlos Balmaceda.
Desde esa estancia, la banda trasladaba los cargamentos de cocaína por 70 kilómetros en vehículos hasta el aeródromo Paraqvaria de Coronel Bogado, según publicó el diario ABC. Allí el piloto argentino Daniel Guategui, quien está prófugo, cargaba la droga en una avioneta Cessna con matrícula ZP-BOO, que figura a nombre de Jorge Figueredo Burgos, y volaba hacia Argentina.
Tras entregar la cocaína y cobrar por ella, el piloto argentino regresaba en la misma nave hasta Coronel Bogado, se reabastecía de combustible, y finalmente llevaba la máquina a esconder en el hangar de la familia D’Ecclesiis, en Santaní, tal como quedó comprobado el fin de semana, cuando fueron confiscadas ésta y otras seis avionetas sospechosas.