Prof. Martín Duarte | [email protected]
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Murió a los 95 años cuando todos pensaban que era indestructible como Iron- man o inmortal como Thor. No pudieron salvarle la vida los ejércitos que él formó: ¡se fue Stan Lee (Stanley Lieber) luego de crear un mundo paralelo que comenzó en las historietas y se coronó en el cine a nivel mundial! Creó un universo alternativo que se dio el gusto de habitar con pase de comedia y en incontables cameos: cada vez que se hacía una peli de ‘Marvel’, los espectadores estaban al acecho de la aparición furtiva del ‘padre de la criatura’. El titiritero Stan Lee mostraba los hilos, trasponía el límite de la pantalla o las viñetas y hacía de su tarea creativa otra parte del juego.
“No soy yo cuando me enojo”: el hombre y la bestia
Como homenaje, quiero detenerme en Hulk: el personaje creado por Lee y Jack Kirby en el ‘62. ¿Qué quiere decir su nombre en inglés? La palabra designa a una persona o cosa gigante, pesada, torpe (‘a large, heavy, awkward person or thing’): una suerte de ‘mole’ o ‘armatoste’ o ‘masa’. Hulk: es el lado salvaje del doctor Bruce Banner; aparece cuando el científico se enfurece de manera incontrolable; ambos comparten el mismo cuerpo.
La primera aparición lo presenta como “La mole increíble: el hombre más extraño de todos los tiempos” (“The Incredible Hulk: the strangest man of all time”). La tapa pone a Banner en primer plano y, a sus espaldas, a Hulk de color gris (no era verde como se lo ve hoy en los ‘Avengers’ del séptimo arte). Entre signos de exclamación dice: “¡Fantasía como te gusta!” Y se interrogaba: “¿Es él un monstruo o un hombre o ambas cosas?”. La historieta cuenta que Bruce Banner, es un científico que trabajaba en un proyecto para el ejército (la bomba gamma) bajo la supervisión del General Ross quien más tarde se convertirá en su peor pesadilla además de ser su suegro (Banner es el prometido de Betty Ross). El día de la prueba del arma -a pocos minutos de la detonación- un joven -Rick Jones- está en la zona de impacto. Bruce va al rescate; salva al muchacho y recibe de lleno toda la potencia de la bomba. A partir de allí su cuerpo sufre alteraciones, se convierte en otro, se le despierta su contracara violenta, destructiva, fortachona, gigantesca y bestial. Experimenta esa metamorfosis cada vez que pierde el control de sus emociones y da paso a una ira incontenible.
En los 70, la adaptación televisiva protagonizada por Bill Bixby (Banner) y Lou Ferrigno (Hulk) dice en su introducción: “David (Bruce) Banner, médico y científico, busca la forma de explorar la fuerza oculta que todo humano tiene. De pronto, una sobredosis accidental de rayos gamma altera la química de su cuerpo. Ahora, cuando David Banner se disgusta o se indigna, ocurre una asombrosa metamorfosis... la ira impulsa a la criatura... La criatura es buscada por un asesinato que no cometió. Se cree que David Banner ha muerto: y es que quiere que el mundo sepa que así fue... hasta que pueda encontrar la manera de controlar el violento espíritu que mora dentro de él”. El latiguillo de la serie era: “¡Señor McGee, no me haga enojar; no soy yo cuando me enojo!”. McGee es un periodista incansable y obsesionado con descubrir la verdad que sólo comparten Bruce y los televidentes. Cada entrega muestra la solitaria, angustiante e interminable fuga del científico-vagabundo por caminos inciertos: quiere pasar desapercibido pero Hulk lo delata cuando se libera.
Hyde: el pariente cercano de Hulk
Indudablemente, Lee y Kirby se inspiran en la obra de Stevenson: “El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde” (1886). A su vez, dicen que el escritor escocés se inspira en la doble vida del ladrón de guante blanco: William Brodie.
Lo cierto es que ‘hide’ en inglés significa: ‘oculto’. A lo largo de la novela: el abogado Utterson quiere resolver el enigma secreto que une a su amigo y cliente, Jekyll (un profesional respetable de la alta sociedad londinense), y a Hyde (un ser deforme, violento, atemorizante y despiadado). Estamos frente a un ‘caso’: policial, experimental de laboratorio, moralizante, para el diván del psicólogo o para el psiquiatra. La aventura tiene todos los condimentos del terror, el policial, la ciencia ficción y la novela psicológica. El lector es testigo de la investigación que lleva adelante Utterson: junta pistas y ata cabos sueltos junto al abogado. La confesión final de Jekyll es la prueba contundente que resuelve el caso: el doctor toma un brebaje que lo convierte en Hyde (su lado oscuro, oculto y opuesto); vive una doble vida durante largo tiempo hasta que la contracara no se conforma con salir de su prisión de a ratos y desea liberarse de su carcelero.
Pasando en limpio: ¿Qué une a Hulk y Hyde? Ambos son el resultado de científicos que usan su cuerpo como rata de laboratorio; el secreto juego de la doble identidad se convierte en su propia perdición; el ensayo de laboratorio se les va de las manos y se vuelve peligroso para la sociedad; el cuerpo humano es el campo de batalla donde se traban en lucha un costado civilizado y otro casi primitivo; se plantea el límite moral y ético de la ciencia; las emociones se desbordan, aflora la ira y sus consecuencias son catastróficas; se insinúa que quien no pone irresponsablemente freno a sus impulsos -tarde o temprano- deberá pagar por sus actos (la primera condena pasa por una conciencia abrumada que no da tregua).
Con el paso del tiempo, el planeta Marvel enriquece la biografía del Hombre Increíble: aparecen versiones de múltiples colores; a su alrededor se conforma una familia ‘superpoderosa’; y se lo incluye en la fabulosa agrupación de los ‘Avengers’. Por supuesto, presenciamos la separación ‘quirúrgica’ del hombre y de la bestia: cada uno por su parte inicia nuevos caminos. A su vez, saboreamos: un ‘Banner-Hulk’, la mole con el cerebro del científico; un ‘Bannerless-Hulk’: un gigante con la influencia suspendida de su contraparte; un ‘War-Hulk’, una suerte de jinete del Apocalipsis; un ‘Mindless Hulk’, ser descerebrado con ira y fuerza inconmensurables; un ‘Hulk-joven-maestro’ de pelo largo y barba situado en el contexto de una hipotética tercera guerra mundial. Y esto sólo por citar.
Hulk: héroe y villano alternativamente. Con sus pantalones desgarrados, pasea su furia desmesurada y su fuerza sobrehumana por los pasillos del cosmos Marvel. Un gran poder implica una gran responsabilidad en su ejercicio. Nadie es ejemplar a tiempo completo: ¡¿Quién no fue una especie de Hulk alguna vez?!
Hoy la criatura llora lágrimas gamma en la tumba de su padre. ¡Gracias, Stan Lee, por poblar de aventuras nuestras vidas cotidianas!
Creó un universo alternativo que se dio el gusto de habitar con pase de comedia y en incontables cameos: cada vez que se hacía una peli de ‘Marvel’, los espectadores estaban al acecho de la aparición furtiva del ‘padre de la criatura’. El titiritero Stan Lee mostraba los hilos, trasponía el límite de la pantalla o las viñetas y hacía de su tarea creativa otra parte del juego.
Hulk: héroe y villano alternativamente. Con sus pantalones desgarrados, pasea su furia desmesurada y su fuerza sobrehumana por los pasillos del cosmos Marvel. Un gran poder implica una gran responsabilidad en su ejercicio.