La vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña, renunció este martes al cargo para enfrentar acusaciones de corrupción y evitarle al país una situación de “inestabilidad”, según anunció ella misma.
La psicóloga de 40 años había sustituído a Jorge Glas, destituido y posteriormente encarcelado tras hallárselo culpable de haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
La vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña, renunció este martes al cargo para enfrentar acusaciones de corrupción y evitarle al país una situación de “inestabilidad”, según anunció ella misma.
Vicuña, psicóloga de 40 años, ocupaba la Vicepresidencia desde octubre de 2017, primero en forma provisoria y a partir de enero de este año ratificada por la Asamblea Nacional (parlamento).
Sucedió a Jorge Glas, quien fue destituido y posteriormente encarcelado tras hallárselo culpable de haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
El presidente Lenín Moreno había resuelto este lunes “liberar de sus funciones” a la funcionaria pero sin relevarla del cargo, “para que pueda ejercer sin interferencia su derecho a la legítima defensa” después de que fuera acusada de recibir años atrás en su cuenta bancaria personal aportes de correligionarios supuestamente dirigidos a su partido.
“El país no merece esta inestabilidad, por lo que presento la renuncia a mi cargo como vicepresidenta; no me voy a prestar a que se abone a rumores de muerte cruzada, de renuncia del presidente o de grave conmoción interna”, escribió Vicuña una carta de dos carillas que publicó en la cuenta oficial de la Vicepresidencia en Twitter.
La funcionaria saliente sostuvo que fue víctima de “constantes ataques” y de habérsele negado “el más elemental derecho al debido proceso”.
“Desde que asumí la Vicepresidencia he tenido constantes ataques en base a calumnias e infamias de la peor calaña porque soy mujer, porque soy de izquierda”, afirmó.
“Setenta y siete legisladores en la Asamblea Nacional, haciendo eco de esa patraña, me han pedido que renuncie sin al menos solicitarme que comparezca a dar una explicación, violentando el más elemental derecho al debido proceso”, agregó.
El miércoles pasado, Ángel Sagbay afirmó por televisión que entre 2011 y 2013 -cuando Vicuña era diputada y él su asesor- depositó dinero en la cuenta bancaria personal de la ahora ex vicepresidenta, quien se lo habría exigido como condición para llegar al cargo y permanecer en él.
Al día siguiente, Vicuña admitió en declaraciones a una radio que los depósitos existieron y explicó que los fondos estaban destinados en realidad a la Alianza Bolivariana Alfarista (ABA), la organización política que ambos integraban y que no tenía cuenta bancaria.
La ABA forma parte de la Alianza País (AP), el partido gobernante desde 2007 al que pertenecen tanto Moreno como su antecesor, Rafael Correa, enfrentados desde el año pasado.
El líder de la ABA es el padre de la vicepresidenta renunciante, Leonardo Vicuña, quien dijo ayer al diario El Universo, de Guayaquil, que la denuncia contra su hija obedece a un “complot” de grupos correístas.
Vicuña padre explicó que en la época de los hechos denunciados, “libre y voluntariamente, 10 o 12 compañeros que han trabajado en ocho años con María Alejandra como asambleísta han entregado sus aportes” para la ABA a través de la cuenta de la entonces legisladora.
Una vez que la denuncia tomó estado público, la Fiscalía General del Estado abrió una investigación y la Asamblea Nacional pidió la renuncia de Vicuña.
Correa opinó a través de su cuenta en Twitter: “¡Con qué rapidez renunció la “vicepresidenta”! Ya estoy viejo para creer en esas cosas. Es claro que pactó renunciar al cargo para que la dejen libre, porque se sabe culpable. ¡Qué diferencia con Jorge Glas, que jamas renunció pero lamentablemente creyó en la justicia cuántica!”
Con información de Télam