Luciano Andreychuk / [email protected]
La campaña solidaria invita a apadrinar con un juguete navideño a un niño o niña de escuelas urbanas y rurales. Este año la movida llegará a una quincena de escuelas del centro de la provincia.
Luciano Andreychuk / [email protected]
Twitter: @landreychuk
Llega a la ciudad de San Cristóbal —en el centro provincial— un sobre con sello de Alemania: sí, Alemania. Estaba firmado por una joven y en la carta decía algo así: “Hola Fabio: envío 20 euros para que se le compre un juguete de Navidad a un chico”.
Una maestra rural manda un mensaje, que decía más o menos esto: “Hola Fabio, ando necesitando 20 pares de botas de gomas para los chicos de la escuelita”. Las 40 botas fueron conseguidas y mandadas. A los pocos días, le pregunta Fabio a la directora: “¿Le sirvieron las botas a los chicos para los días de lluvia y barro?”. Ocurrió que esas botas no eran para la lluvia: eran para evitar que a los pibes, que viven en el medio del monte, los muerdan las víboras cuando van a la escuela.
Historias como ésas sobran. Las cuenta ese tal Fabio, que es Fabio Abbá, 45 años, sancristobalense pero residente en la ciudad capital, empleado y con una agencia de turismo, padre de familia y hasta maratonista profesional. Fue el mentor de una campaña solidaria que se masificó al punto que sorprende por su simpleza y buena fe: La idea es que cualquier persona de cualquier lugar apadrine con un juguete navideño a un chico o chica de una escuela de la ciudad de San Cristóbal o de cualquier otro punto de la provincia, que esté en el nivel inicial o primario.
La movida solidaria empezó hace nueve años: en ese entonces eran apenas unos 50 chicos de un puñadito de escuelas y la Casa del Niño de San Cristóbal. Nunca se interrumpió, fue creciendo y en este 2018 se sumaron 13 escuelas primarias, jardincitos, CAFs de la provincia. La gran mayoría son escuelas de la región centro-norte donde asisten niños que provienen de contextos sociales con carencias materiales. Se sumaron también centros educativos rurales (de localidades pequeñas como Santurce, Portugalete, Ñanducita, Paraje Los Trebolares, entre otros).
Y los chicos a apadrinar con un juguete llegaron a ser 1.174 este año. Esos obsequios navideños se entregarán en mano a cada niño el viernes 21 de diciembre al mediodía. Hay tiempo para quienes quieran sumarse como padrinos (ver Contactos para colaborar).
Hasta el envoltorio
“Los chicos y las chicas que son apadrinados guardan el papel que envuelve el regalo que reciben como un regalo más: guardan el envoltorio”, cuenta a El Litoral Fabio Abbá, uno de los impulsores de esta campaña solidaria. “Empezamos con 50 chicos, fueron sumándose 100, 300, 500. Este año llegamos casi a los 1.200 niños que serán apadrinados, de un total de 13 escuelas urbanas y rurales, CAF’s, jardines”, precisa.
Y todo empezó con la cuenta de Facebook de Abbá. Se viralizó todo. Pero además de él, hay tres referentes en San Cristóbal que coordinan la campaña y las entregas de juguetes: son Alejandra Mendoza, Luciana Torres, Graciela Tardivo. Trabajan con él (que vive en Santa Fe) desde el principio, con constantes mensajes por WhatsApp o llamados.
“Ellas son las coordinadoras, estuvieron conmigo desde el primer momento. Y salen a ‘cazar padrinos’ —bromea Abbá—. Me dicen qué hace falta, qué juguetes. Salimos a buscar. Así. Ponemos el auto, no importa. Y se va haciendo una cadena grande de gente que se suma como padrinos o madrinas. Hay amigos que colaboran”.
Cómo funciona
Cualquier persona que quiera apadrinar con un regalo navideño a un niño o niña debe comunicarse (por las vías mencionadas en recuadro aparte). A cada persona que manifiesta su intención solidaria se le dice a qué chicos o chicas les falta padrinazgo. El apadrinante debe comprometerse a enviar el regalo, que irá acompañado con un cartel grande donde diga el nombre y apellido del pequeño apadrinado, su edad y el centro educativo al que pertenece. Diez días antes (en este caso, del 21 de diciembre), las maestras referentes de cada escuela o las coordinadoras pasan a retirar, con lista en mano, los regalos que recibirán los alumnos que tiene a cargo.
El padrinazgo no tiene límites geográficos ni de distancia. “Se involucra gente de aquí, de Santa Fe ciudad, de la provincia, pero también mucha gente de afuera. De distintas partes del país, y todo por las redes sociales. Fijate esta chica que desde Alemania quiso mandar un regalo y ser madrina. Además, las maestras y mucha gente de San Cristóbal se comprometen mucho”, dice el impulsor de la campaña.
Lo lindo es que esto replicó en otros lugares. “Un conocido de San Luis me escribió para saber si podía hacer la misma movida solidaria en esa provincia. ¡Pero claro que sí! Hay otra chica de Paraná que hace lo mismo. Yo encantado”, cuenta. Los coordinadores de la campaña solidaria se manejan a corazón y voluntad. “No recibimos ningún aporte de entidades, porque tampoco es la idea: lo que queremos es que la gente por sí sola se prenda en esta campaña y quiera colaborar”, afirma Abbá.
Por qué se hace
—¿Por qué lo hacés, vos y quienes están con vos?
Abbá se emociona. No lo oculta, no puede. “Qué sé yo... Me moviliza. Yo sé que pierdo horas con mi familia. Pero me bancan. Esto de relacionarme con la gente, intentar ayudar. Lo lindo no es el regalo que llega en sí mismo, sino el hecho de que esos nenes, al ver el regalo, se dan cuenta de que alguien se acordó de ellos”. “Es decir —prosigue—, a cada chico o chica les manda un regalo alguien que ni siquiera van a conocer, pero eso no importa. Los nenes piensan: ‘Alguien que no me conoce me está mandando un regalo, no me conoce pero pensó en mí’. Y quizás esa criatura, cuando llegue a la adultez y vea que alguien necesita una mano, va a ayudarlo. Porque seguramente se acordará de esa pequeña semillita solidaria que fue aquel gesto del regalo que alguien le envió”, subraya Abbá.
“Creo que cuando alguien es solidario, no lleva en sus espalda un rótulo de vencimiento que diga: ‘Este año colaboro, pero el otro no’. Ser solidario es algo que no cambia, no se vence, no termina”, cierra el joven. Puede haber tanto amor adentro de un simple regalo, que quizás no cabe en él.
Contactos para colaborar
Quienes deseen apadrinar con un juguete navideño a un niño o niña deben contactarse vía mensaje en la cuenta de Facebook “Fabio Abba”. También, pueden escribir al e-mail: [email protected].
Historias mínimas
Son como pictogramas de amor: en una edición anterior, un nene muy pequeño de contextura física recibió de regalo un camión cuyo tamaño era el doble de su cuerpo.
Otro nene que vive solo con el papá, con quien se la rebusca criando chanchos, recibió de regalo una bicicleta. La escena fue la siguiente: el nene yendo a su humilde casa con su bici nueva y, a su lado, su papá con una bici toda destartalada, acompañándolo, los dos felices.
Como hace ya casi una década que tiene continuidad la campaña, hay chicos que empezaron el jardín, ya están por terminar la primaria y siempre recibieron, todos los años, su regalo de su padrino o madrina. En la mayoría de los casos, ese regalo es el único regalo de Navidad que reciben.