Joaquín Fidalgo | [email protected]
Los involucrados son vecinos en un humilde barrio ubicado en la zona rural de Helvecia. El jueves se escuchó a una decena de testigos y se reprodujo la Cámara Gessel. Este viernes, los representantes de las partes hicieron sus alegatos finales. La sentencia se conocerá la semana que viene.
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Está llegando a su fin el juicio oral que se sigue en los tribunales santafesinos contra un hombre por un presunto abuso sexual contra una menor ocurrido hace años en la ciudad de Helvecia, cabecera del departamento costero santafesino de Garay.
El imputado tiene 30 años y era vecino de la denunciante, una joven que hoy es mayor de edad, pero tenía apenas 13 años cuando sucedió el episodio investigado.
Ambos eran vecinos y vivían en casas enfrentadas, separadas por una calle de tierra, en un barrio humilde de la mencionada localidad, un sector dedicado en su mayor parte a la horticultura.
Según aseguró la muchacha en su denuncia, el 24 de febrero de 2014, en horas de la madrugada, ella se levantó para ir al baño (excusado), que estaba separado de la vivienda en la que dormía junto a su madre y sus hermanos. En el trayecto, por el patio, habría aparecido el imputado, quien le pidió que la acompañe a su casa porque su hermana quería hablar con ella (las chicas tenían la misma edad y eran compañeras en la escuela).
Siempre en base al relato de la joven, él la llevó luego hasta su domicilio y ahí la escondió por un tiempo. Luego, la acompañó hasta la casa de un tío de ella, pero en el camino, en un descampado, la tiró al piso, la sujetó de los brazos y abusó sexualmente de ella.
Ésta es justamente la hipótesis del caso planteada por las fiscales Alejandra del Río Ayala y Yanina Tolosa.
Por otra parte, los abogados defensores (del servicio público) Mario Guedes y Gisela Alemandri sostienen que en realidad nunca existió abuso alguno. El proceso oral es guiado por el juez Pablo Busaniche, quien el próximo martes deberá dar su veredicto.
Este jueves, declararon todos los testigos. Por la parte acusatoria, se sentaron en el banquillo la madre de la víctima, un uniformado que participó de la búsqueda de la menor, un psicólogo policial que le tomó declaración a la pequeña y dos profesionales de un equipo interdisciplinario de Helvecia (una asistente social y una abogada) que también entrevistaron a la menor de edad en ese momento. También pasó por la sala un médico policial que examinó a la presunta víctima, quien constató lesiones compatibles con un abuso sexual en genitales y también en muñecas y cuello. Este mismo doctor revisó el cuerpo del acusado y no halló ningún tipo de lesión.
Finalmente, la bioquímica Isabel Aramburu de Torres, del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial, explicó los resultados de peritajes que ella realizó sobre prendas íntimas secuestradas del hombre y de la menor.
La mujer concluyó que no había podido precisar si había restos de semen en la ropa de la denunciante y tampoco en las muestras tomadas por el médico en su cuerpo.
Por otra parte, prestaron declaración luego cuatro testigos ofrecidos por la defensa: la madre del imputado, una prima, un cuñado y la hermana, que era amiga de la presunta víctima. Todos ellos apuntaron contra la denunciante y respaldaron de distintas formas la inocencia de su familiar.
Los defensores habían solicitado al juez que declare en juicio la propia denunciante -que era menor cuando se produjo el incidente pero ya cumplió los 18 años-. No obstante, luego de una entrevista conjunta, psicólogos del Ministerio Público de la Acusación y del Servicio Público de la Defensa coincidieron al afirmar que la joven no estaba en condiciones de prestar testimonio.
Entonces, se reprodujo la Cámara Gessel. El video, de muy mala calidad de imagen y peor sonido, se extendió por 38 minutos, con la sala en penumbras.
Viernes
Este viernes, antes de los alegatos finales de las partes, el acusado pidió la palabra. De manera muy breve, le contó al juez su versión y enfatizó: “Yo no hice las cosas que dicen que hice”.
Luego, la fiscal Del Río aseguró que quedó “totalmente demostrado” en el juicio que el hecho denunciado ocurrió, luego de hacer un repaso por las distintas pruebas expuestas. “Ninguno de los profesionales que entrevistó a la niña dudó de la veracidad de su relato”, analizó.
Por estos motivos, solicitó al magistrado una condena de 11 años de prisión.
A su turno, el doctor Guedes hizo referencia a lo que consideró “graves contradicciones” en los distintos testimonios tanto de la víctima como de los testigos ofrecidos por la parte acusatoria. Señaló que la pequeña le temía a su madre, que se había escapado de la casa por estos maltratos y luego pudo inventar la historia para evitar un castigo. “Con los elementos mostrados por la fiscalía, es imposible afirmar que la violación se produjo”, aseveró.
El defensor le solicitó al juez la absolución de culpa y cargo del imputado.
Objetividad
Antes de dar por concluida la última sesión, el juez Pablo Busaniche se dirigió a las partes y felicitó a los abogados por su profesionalismo a lo largo del proceso. “Este tipo de casos siempre es una tragedia, ya sea el acusado culpable o inocente”, señaló. “Voy a tratar de ser lo más objetivo posible a la hora de dar mi veredicto”, concluyó.