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El hecho se produjo en la madrugada del lunes. Ingresaron a oficinas del Ministerio de Educación, donde produjeron destrozos. También, a despachos de la API. De allí se llevaron varias computadoras. Funcionarios definieron al hecho como “inédito” y “preocupante”.
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Un hecho inédito se produjo este lunes en el Centro Cívico de la ciudad. Desconocidos, ingresaron en horas de la madrugada al edificio público que reúne a varias dependencias oficiales: todo el Ministerio de Educación, incluido el despacho de su titular, Claudia Balagué; oficinas del Ministerio de Economía y de la Administración Provincial de Impuestos (API).
Cuando a primera hora de la mañana comenzaron a llegar algunos empleados, advirtieron que varios sectores habían sido vulnerados. Una de las áreas fue la Dirección de Educación de Gestión Privada. Claudia Romano, funcionaria de la repartición, describió a la prensa la situación con la que se encontraron. “Había sido derribada una puerta, un tabique; habían movilizado muebles, abierto cajones y había documentación fuera de lugar. La policía tomó cartas en el asunto”, contó. De hecho, efectivos de la Dirección Provincial de Investigaciones estuvieron en el lugar desde temprano.
Según Romano, “no hubo faltantes de trascendencia; por suerte -planteó-, no detectamos que faltase ningún elemento de trabajo. Fue más bien vandalismo”. De todos modos, admitió que el hecho no registra antecedentes. “Éste es un edificio con sistemas de incendio y medidas de seguridad en todos los sentidos. Hay alarma y cámaras. Es un hecho inédito; inédito”, reforzó sorprendida.
En la API
Si bien en las oficinas de Educación el hecho no habría pasado de una situación vandálica, en las de la Administración Provincial de Impuestos se constató el robo -según confirmaron fuentes policiales a El Litoral- de al menos siete computadoras. Inicialmente, fuentes del Ministerio de Seguridad habían deslizado que se trataba de equipos informáticos casi obsoletos. Pero después se supo que las sustraídas eran nootbooks que estaban siendo utilizadas por el personal en forma diaria. Es más, el propio ministro de Gobierno en horas de la tarde, confesó su preocupación por lo sucedido.
“El hecho nos preocupa muchísimo no sólo por el costo del material informático, sino por lo que puede haber detrás (del hecho) tratando de borrar o dificultar el acceso a determinados datos en estas computadoras”, fijó el funcionario, consultado por la prensa. “De todas formas -aclaró-, trabajamos con muy buen resguardo de datos; hay un sistema de base de datos que protege la información que allí pueda haber”.
Según describió, en esos dispositivos había “información económica y financiera de la provincia, porque correspondían a las oficinas de API”. Y reiteró: “Nos preocupa mucho el hecho; se está investigando. Vamos a colaborar con el Ministerio Público de la Acusación y esperamos que se dé rápidamente con los responsables”.
Se presume que, los delincuentes habrían ingresado al edificio por las escaleras de emergencia.
El hecho nos preocupa muchísimo no sólo por el costo del material informático, sino por lo que puede haber detrás tratando de borrar o dificultar el acceso a determinados datos en esta computadoras”. Pablo Farías, Ministro de Gobierno.