Lo que dejó el teatro santafesino en 2018

Juan Ignacio Novak
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El teatro santafesino transitó un año complejo, en especial en su tramo final. El recorte presupuestario previsto para 2019 en el Instituto Nacional del Teatro (INT) despertó una fuerte reacción de los artistas locales, que en sintonía con lo que ocurrió en el resto del país, expresaron su malestar ante la merma que habrá en los recursos para apoyar la actividad. A su vez, y a pesar de que existe la promesa para su retorno el año que viene, no se realizó el Argentino de Artes Escénicas de la Universidad Nacional del Litoral, que desde hace más de una década se había consolidado como punto de encuentro significativo para actores, directores, dramaturgos, críticos y público en general. Si bien la casa de estudios concretó la IV Reunión de Arte Contemporáneo, en la cual se desarrollaron propuestas vinculadas con las artes escénicas, quedó cierta sensación de faltante. Pese a todo, el teatro santafesino se mantuvo en pie y se generaron muchas propuestas. A continuación, un repaso por los principales estrenos.

“Tormenta salvaje”, a cargo del grupo Eclíptica Teatral, estuvo dirigida por Luna Saavedra Andreotti, quien también escribió la obra, junto a Mauro Coronel. Contó con un formato particular: el público tuvo la posibilidad de intervenir ante determinadas situaciones para indicar el curso de la trama bajo la premisa “tú eres parte de sus destinos”.

“La extraordinaria vida de Jorge Valente”, de Javier Bonatti, desplegó la historia de un “artista total que busca la trascendencia con la muerte pisándole los talones. Decide, en un momento de su vida, hacer su autobiografía y descubre que el papel no le alcanza”. El elenco estuvo integrado por Sergio Abbate, Camilo Céspedes, Sofía Kreig y Lautaro Ruatta.

“Magnética Fe” es el título de la producción 2018 del grupo Res. Desde el humor y el grotesco, el trabajo reflexionó sobre el optimismo mágico y la manipulación cibernética. En escena, tuvo a Pablo Vallejo, Natalia Faloni, Sergio Trevisán, Victoria Roldán, Ana Marina Romero, Rocío Pagola, Gastón Onetto y Juan Berrón, también director general de la puesta. La dirección artística es de Silvina Grinberg.

“Residente”, fue la obra de Brenda Jerichau que se presentó este año con producción de Aurática Compañía Teatral. Ana Belén Speranza y Nicolás Decarlini fueron intérpretes de una trama en la que “el silencio acecha sin que nos demos cuenta”, según señalaron desde el grupo.

“Ser Humanos, ser en el otro” se denominó la propuesta escénica creada y dirigida por el coreógrafo Gustavo Carrizo, con coreografía de Maia Roldán, producida por la Compañía santafesina de danza “Ham”, dirigida por Cecilia Romero Kucharuk. A través de diferentes lenguajes como el teatro físico, la música y la danza buscó interpelar al espectador a sumergirse en las sensaciones y estados de los intérpretes.

“Soledad, un ángel roto”, con adaptación y dirección de Fernando Belletti y la actuación de Carolina Halsall, se basó en la obra “Ángeles rotos” de Ignacio Apolo. Se trató de un unipersonal ambientado en un tiempo distante, donde se contó la historia de “la disolución de los lazos madre-hija a través de una secuencia de rituales de iniciación, abandono y soledad”.

“La sordomuda” es la obra teatral que presentó el grupo Biciclisis, con interpretaciones de Valeria Andelique, María Amelia Haye y Matías Graizaro. En la puesta, “una pareja emprende la limpieza de la quinta familiar después de una inundación en Arroyo Leyes. Ciertas perturbaciones se presentarán con la llegada de una prima; que arrastrará a los personajes a un tiempo extraño, desubjetivante y silencioso”.

“Killin Glamur Hotel”, escrita y dirigida por Soledad Maglier, fue la apuesta del grupo Las Petertzen. En la obra, que combinó humor sarcástico y negro con la intriga del género policial, los diferentes roles estuvieron a cargo de Roberto Trucco, Tomás Del Porto, Victoria Martínez, Vicente De Stefano, Ignacio Mallozzi, Mirna Cettour, Pilar Ferrando y Valentino Del Porto.

“¿Por qué demoró tanto?”, dirigida por Edgardo Dib volvió a reunir en escena a María Rosa Pfeiffer y Raúl Kreig. En 1990, ambos protagonizaron “La gaviota” de Antón Chéjov, bajo las órdenes de Carlos Falco. Tras esa puesta, no volvieron a actuar juntos, hasta que el texto construido por la propia Pfeiffer y Dib los convocó para interpretar a Nina y Kostia.

“Pis”, de Denisse Arancibia, reunió a Micaela Heredia y Nicole Chort en una historia que tuvo como elementos centrales un embarazo, una sala de espera, una ecografía, agua y la necesidad de orinar que se apodera de la protagonista. La dirección estuvo a cargo de Verónica Peteán y Eliseo Scapin.

“Arritmia”, comedia dramática escrita por el rosarino Leonel Giacometto, fue llevada a escena por Marisa Oroño y contó con las actuaciones de Graciela Martínez y Leontina Junges. La obra presenta un instante en el que con miedo y humor, dos ancianas tropiezan con el pasado y los recuerdos vienen a revitalizar la vejez.

“Hechos a medida” llegó a los escenarios de la mano de la Compañía Rojo Cardumen. Surgió de la lectura que hicieron María Emilia Espíndola y María Noelia Reda de la “Las Varonesas”, de Carlos Catania, sumado al posterior trabajo de laboratorio. Contó con actuaciones de Yanina Bileisis, Cecilia Illescas, Gastón Onetto, Viviana Quaranta y Antonio Rocha.

“Amigas”, de Omar Jacquier, convocó a Susana Schvartz y Marcela Cataldo para narrar el reencuentro entre dos amigas que fueron inseparables desde la infancia hasta la juventud y se reencuentran tras 25 años, para contarse mutuamente qué fue de sus vidas. “La ansiedad y felicidad que provoca ese encuentro se irá desvaneciendo para dar lugar a una autorreflexión”, dice la sinopsis.

“Ojotas, el incierto lugar del saber”, escrita y dirigida por Guillermo Frick, se propuso mostrar en escena a tres actores que interactúan con un par de ojotas que tienen la capacidad de hablar. A través de ese delirante punto de partida, se ocupa de proponer diferentes miradas sobre temáticas como la adolescencia, la escolaridad, la docencia, el machismo y el amor.

“Amar”, fue una creación colectiva del elenco teatral Cruz del Sur, que funciona bajo la órbita de la UTN Santa Fe. Con dirección de Fernando José Díaz, se presentó en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Lucha Contra el Sida. Fue una propuesta organizada junto a la Municipalidad de Santa Fe y el Cipress.

“En el Andén”, de Ernesto Frers, fue la obra seleccionada como Comedia UNL 2018. Contó con dirección y puesta en escena de Gustavo Bendersky. Ambientada en el andén de una estación de campaña, encuentra a tres personajes que experimentan equívocas contingencias y juegos escénicos sobre la base de transposiciones del lenguaje. La premisa: mostrar el drama de la incomunicación.

“Mano a mano” de Viviana Cordero se tituló la nueva obra presentada por el Grupo Teatral Pájaros Volados, con dirección y puesta en escena de Cecilia Mazzetti, María Agustina Eguiluz y Gabriela Garbarini y actuaciones de Antonela González y Lucila Taboada. Se centró en la relación entre Violeta, la dueña de casa, y Baltazara, su empleada desde hace 25 años.

“Resiliente: demuestra de lo que estás hecho” fue la propuesta que moldeó este año Maximiliano Leffe, quien la escribió y protagonizó, junto a Alejandra Vázquez. En este espectáculo, Leffe utilizó elementos del teatro y el circo que confluyeron en escena a través de la historia de un visionario del espectáculo que sueña con montar un gran show.

“En el silencio de tu voz”, la obra escrita y dirigida por Brian Bolsón que se estrenó este año, tuvo al tango como eje central. Se ambientó en La Reina de las Almas donde “tres cantantes, una bailarina y un pianista, desde un plano atemporal, intentarán demostrar al elegante espectador, mediante lúdicas explicaciones y emblemáticas canciones del dos por cuatro, que el tango es mucho más profundo de lo que parece”.

“¡Soy! Esa Alfonsina...”, fue la apuesta al musical del regisseur Gustavo Palacios Pilo, con música de Juan Candioti y coreografías de Juan Pablo Porretti. La sinopsis indica que “en 1984 Juliana es una adolescente incomprendida: creció sin su padre y, en busca de su identidad, intenta comprender los secretos que guarda su madre. Sintiéndose sola es presa de un obsesivo amor por su profesor de Literatura que la guía en el descubrimiento de la poesía de Alfonsina Storni”.

“Como Flor de Enredadera”, se tituló la obra de teatro en clave musical dirigida por Edgardo Dib que juntó en escena a Daniela Romano, Luciana Tourné y Ruben Von Der Thüsen y al músico Esteban Coutaz. “No es sólo teatro ni tampoco una comedia musical. Es una obra de teatro en la cual un cancionero ‘popular’ formará parte del relato escénico”, habían explicado desde la producción.

“Divorciadas, evangélicas y vegetarianas”, la comedia escrita por el venezolano Gustavo Ott con dirección de Daniel Quiñonez, mostró la historia de tres mujeres que “a través de sus relatos y con tintes humorísticos, cuentan sus vidas culminando en una amistad superadora”, y en el recorrido, atraviesan “el deseo frenado por las convenciones sociales”.

“Locos de contento” la obra de Jacobo Langsner, sumó a dos históricos de las artes escénicas santafesinas como Sergio Cangiano y Marta Defeis, quienes integraron la pareja protagónica bajo dirección de Alberto Clementín. La obra describió a un matrimonio: Román víctima de la época económica que no tiene ganas de nada y Claudia, dueña de un optimismo insoportable.

“Rojas y Muñoz” se tituló la comedia con la cual la dramaturga, actriz y directora Silvia Paredes volvió a apostar a la risa del público junto a grupo El Ogro. La maternidad, el matrimonio, los hijos, los celos, la adolescencia, la muerte y las verdades de la vida fueron los temas abordados, siempre desde el humor.

“Drácula transilvando bajito” resultó de la dramaturgia de Federico Kessler a partir de la novela de Bram Stoker. Desde la producción habían señalado que se trata de “un espectáculo muy dinámico, donde la comedia y el absurdo se mezclan con momentos trágicos y espeluznantes que brindan un pendular tránsito por la popular historia. Una experiencia teatral donde lo contemporáneo discute y coexiste con lo clásico”.

“No hay que llorar” de Roberto Cossa fue la obra elegida por el Grupo Amalgama para llevar a escena con dirección de Eduardo Córdoba. Está centrada en el encuentro de una familia de clase media argentina (tres hijos adultos y las mujeres de dos de ellos) en la casa de la anciana madre para festejar su cumpleaños, situación trivial con derivaciones terribles.

“Nueve mujeres y una boda”, comedia escrita y dirigida por Ariel Méndez, surgió dentro del taller de preparación del actor que funciona en el Centro Friulano de Santa Fe. “Es una comedia dramática que refleja cómo los problemas individuales de las personas a veces desenlazan en un trastorno que termina en ansiedad, pastillas e indecisiones”, puntualizó el director.

“Ya es miércoles”, obra dirigida por Julieta Vigo, con asistencia de Nidia Casís, narró las tribulaciones de tres hermanas ante la agonía de un padre. Las actrices fueron Sofía Kreig, Gabriela Feroglio y María Soledad Almirón. Directora y actrices leyeron juntas obras como “Chicas Muertas” de Selva Almada, “Acá todavía” de Romina Paula, “Tres hermanas” de Antón Chéjov y “El Padre” de August Strindberg.

“Barquitos de papel, amor en tiempos de boleros”, obra de teatro musical, estuvo dirigida por Alejo Degiorgis. La puesta se centró en la historia de amor de dos jóvenes en un contexto urbano argentino de la década del 50. La propuesta adquirió un formato de semi concierto, con una banda en vivo junto a los actores y cantantes.

“Tiempos de Sastre” combinó elementos de diversas corrientes del teatro popular en una propuesta basada en “un humor pícaro y alegre, como un sátiro guiño entre lo bufonesco y lo payasesco”. Las actuaciones fueron de “Perno” Rodríguez, Agustina Mariscotti, Oscar Kurtz y Gastón Álvarez, mientras que la operación técnica estuvo comandada por Amiel Rodríguez y Nacho Bellini.

“Cantata de tierra y mar” se estrenó en el Teatro Municipal, en el marco de la propuesta formativa que coordina la pedagoga, actriz y directora argentina Ana Woolf según los lineamientos de la Antropología Teatral de Eugenio Barba (Odin Teatret, Dinamarca). Eléonore Bovon (Francia) y Natalia Tesone, actriz e intérprete de lengua de señas argentina se sumaron al proyecto.

“Presagio de Carnaval” fue la coproducción de Teatro del Bardo y el Grupo Los Lescano que se estrenó este año, basada en la novela homónima de Liliana Bodoc. Esta puesta, cuya presentación fue en el Centro Cultural y Social El Birri, contó con las actuaciones de Mónica Álvarez, María Sol Giani, Ignacio Bellini, Brian Murphy Armando y Sebastián Santa Cruz. La adaptación y codirección estuvieron a cargo de Valeria Folini y Sebastián Santa Cruz, con asistencia de Amiel Rodríguez.

"El Pasaje" fue la obra de Carlos María Alsina que dirigió Fabián Rodríguez para presentar en 2018. “Es un autor argentino que trabaja un teatro esencial, en su forma y su contenido. Elabora su dramaturgia a partir de lo irreductible: el actor y el espacio escénico. Por lo general, sus obras se plantean en una escena despojada en donde se introducirán sólo los elementos necesarios para llevar adelante la acción”, había explicado Rodríguez en el momento de la presentación de la puesta, en la que intervinieron Silvia Montrul, Ana Belén Speranza y Leandro Jara.

Infantiles

Los grupos que tienen como destinatarios a niños y jóvenes también estrenaron. El grupo Hasta las Manos presentó “El dueño del cuento”, interpretada por los titiriteros Juan y Manuel Venturini, con la asistencia de Matías Iván Arce y dirigida por Miguel Oyarzún, referente del oficio.

También en el territorio de los títeres se estrenó “Mysterius: flor de historia”, espectáculo que el elenco estuvo preparando en el verano y permitió al público disfrutar de nuevas historias.

El Instituto Teatral Infanto Juvenil desplegó “Vivitos y coleando”, una obra de Hugo Midón con dirección de Mario Barissi.

Nombre

El actor, director y dramaturgo Raúl Kreig, que este año se mantuvo activo en la escena local, obtuvo este año un nuevo reconocimiento a su trayectoria: el Centro Cultural de San Carlos Norte, localidad de la que es oriundo, lleva su nombre.

Premios

En la Sala Mayor del Teatro Municipal tuvo lugar la vigésimo sexta edición de la ceremonia de entrega de los Premios Máscara, que distinguen a los hacedores locales, reconociendo su aporte a las artes escénicas en la dirección, la dramaturgia, la actuación, la danza, la música, la realización técnica y la comunicación, entre otros.

Este año recibieron la distinción Ignacio Amarillo, Rubén Amaya, Nidia Casís, Querelle Delage, Guillermo Frick, Sergio Gullino, Lucila Gunno, Amelia Haye, Federico Kessler, Sofía Kreig, Santiaga López Carrara, María Laura Loreficcio, Exequiel Maya, Dollis Méjico, María Elisabet Pistoni, Luis Rocco, Lucas Ruscitti, Alicia Torga, Manuel Venturini, La Naranja y Los Ranser.