Juan Ignacio Novak
[email protected]
Se trata de la segunda parte del spin-off de Rocky que se estrenó en 2015 y dio inicio a una nueva saga, con Adonis Creed como protagonista. En el film, Sylvester Stallone sigue en la piel del boxeador de Filadelfia que le otorgó fama mundial desde los ’70 y reaparece un personaje icónico como el ruso Iván Drago.
Juan Ignacio Novak
[email protected]
Retomar una saga como Rocky no era tarea fácil. A pesar del atractivo del personaje principal, el boxeador Rocky Balboa y del carisma de Sylvester Stallone, el actor que lo interpretó desde que tuvo su primera aparición en la pantalla en 1976, la franquicia exigía una renovación. Una vuelta de tuerca para no volver a contar lo mismo. Pero necesitaba mantener al mismo tiempo las coordenadas centrales de una historia que enganchó y emocionó a tres generaciones a partir de la sencilla premisa sobre la que está edificada: con tenacidad, cualquiera puede alcanzar su propia versión del sueño americano, incluso cuando el entorno parece indicar todo lo contrario.
El desafío lo asumieron Ryan Coogler y su co-guionista Aaron Covington y en 2015 presentaron “Creed: corazón de campeón”, spin off de Rocky donde el protagonista es Adonis Johnson, hijo de otro de los personajes históricos de la saga como Apollo Creed. En esta entrega Adonis quiere triunfar como boxeador, siente el peso del mandato paterno. Se va a Filadelfia y trata de reclutar como entrenador al propio Rocky, que en un primer momento se muestra reacio pero luego acepta, a pesar de que atraviesa una dura enfermedad.
El riesgo era que Stallone se robe la película y eclipse al protagonista, algo que suplió el trabajo de Michael B. Jordan como el arrogante pero laborioso Adonis. El nuevo rumbo de la franquicia funcionó: los nuevos personajes (traccionados, hay que admitirlo, por el aura mítica de Rocky) prendieron y “Creed” logró incluso una nominación al Oscar para Stallone, algo que no ocurría desde 1976.
El jueves 17 de enero llegará a los cines argentinos “Creed 2”, que retomará los hilos de la trama desde el punto en que quedaron abiertos en la entrega anterior. No es casual que en la traducción al español del film le hayan añadido “Defendiendo el legado”. Es que Adonis tiene que enfrentar a un oponente muy especial como Viktor Drago, el hijo de Iván Drago, púgil soviético que mató a su padre en el ring en una de las escenas más recordadas de “Rocky IV” (1985). Pero también le cabe la responsabilidad de sostener sobre sus espaldas toda la serie de películas que, desde los ’70, construyeron el mito del “Semental italiano”. Los roles protagónicos de “Creed 2” los ocupan Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Tessa Thompson y Dolph Lundgren. El guión lo firmaron el propio Stallone y Ryan Coogler.
Luchadores de celuloide
“Rocky” es posiblemente la saga cinematográfica sobre boxeo más conocida de la historia. Sin embargo son muchos los films que posaron la mirada sobre esta disciplina y que dejaron su marca. Ya en tiempos del cine mudo Charles Chaplin y Buster Keaton usaron el humor para abordar el mundo del boxeo, propicio para la generación de gags, un aspecto que más adelante también explotarían otros cómicos como Stan Laurel y Oliver Hardy, conocidos en estas latitudes como el Gordo y el Flaco.
De los ’40, muchas veces con ecos del film noir, datan “The set up”, con Robert Ryan en la piel de un boxeador que se niega a negociar con la mafia a pesar de las presiones, “Body and Soul”, donde John Garfield se corrompe en la medida en que gana posiciones en el cuadrilátero y “Champion” donde Kirk Douglas arriesga todo cuando empieza a pelear para unos gánsters.
En los años ‘50 “Marcado por el odio” de Robert Wise, con Paul Newman como protagonista y “Más dura será la caída”, de Mark Robson con Humphrey Bogart como periodista deportivo, mostraron con notable precisión la sordidez de los ambientes pugilísticos.
En los ’70 John Huston rodó la agria “Fat City” (1972) con Stacy Keach como un veterano entrenador que encuentra la oportunidad de redimirse con un joven púgil que encarna Jeff Bridges. Y sobre el final de la década, Martin Scorsese presentó “Toro salvaje” para muchos la mejor película sobre boxeo del cine norteamericano, con Robert de Niro como Jake La Motta, a quien sus oponentes no pudieron vencer pero si su violencia patológica fuera del ring.
En los últimos años, el que posiblemente sea el más emotivo film sobre boxeo es “Million Dollar Baby” (2004), de Clint Eastwood. Hillary Swank, en un trabajo que mereció el Oscar, interpreta a Maggie Fitzgerald, quien ya pasó los 30 y trabaja varias horas en un restaurante para poder mantenerse. No renuncia a sus sueños: entrena mucho bajo la mirada severa de Frank (Eastwood), alcanza a competir a nivel profesional, pero un accidente la deja postrada en una cama. Eastwood cambia de registro con naturalidad y lo que era una detallada crónica de superación deportiva se convierte en un drama intenso, que abre a su vez un debate sobre la eutanasia.
En busca de redención
Otros films logrados sobre púgiles (elogiados además por la crítica y el público) figura “El luchador” (2005) con Russell Crowe intentando sostener a su familia a los golpes en medio de la Gran Depresión. También “El ganador” (2010) de David O. Russell, donde un antiguo boxeador, Christian Bale, trata de redimir sus errores entrenando a su hermano menor, Mark Wahlberg. Y la potente “Warrior” (2011), donde un veterano de Vietnam y ex boxeador (Nick Nolte) entrenar a su hijo menor (Tom Hardy) para que participe en un torneo en el que también participar su hermano mayor (Joel Edgerton).
Gatica
Para su film “Gatica, el Mono”, de 1993, el cineasta argentino Leonardo Favio indagó en la vida de José María Gatica, conocido por su apodo “el Mono”. Se trata de un biopic que le sirvió al director para transmitir su visión idealista del peronismo: el mejor momento de Gatica coincide con el ascenso y consolidación de Juan Domingo Perón en el poder y su declive deportivo y personal se relaciona con la Revolución Libertadora. El actor protagonista fue Edgardo Nieva, y para las escenas ambientadas en el ring, dicen, Favio se inspiró en “Toro salvaje”, de Scorsese.