El Litoral | dakar.com
El experimentado piloto galo prevaleció en la dura segunda etapa y ya está cuarto en la clasificación general de Autos. Los argentinos se lucen en Quads.
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La segunda especial más larga del Rally Dakar 2019 lució múltiples caras: alternó zonas de dunas con pistas arenosas y tramos de playa. Una vez superadas las dificultades de las dunas de Ica, los pilotos pusieron proa hacia el Pacífico y recorrieron un centenar de kilómetros al borde del mar, serpenteando pequeñas dunas y playas de arena.
En ese contexto, el francés Sébastien Loeb brilló con un ascenso rápido hacia el norte, imprimiendo un ritmo lo suficientemente alto en los últimos 50 kilómetros de las dunas de Ocucaje previos a la meta como para llevarse la etapa con autoridad y a la espera del tercer tramo.
Lo más relevante
Cauto en el tramo de apertura, el experimentadísimo Loeb dio rienda suelta a los caballos de fuerzas e hizo rugir al león de su Peugeot 3008 en el extenso especial de San Juan de Marcona. El oriundo de Alsacia concretó una etapa perfecta, resistiendo hasta el final el embate del Mini de Nani Roma, quien atravesó la línea de meta apenas 8 segundos después.
Por su parte, el sudafricano Giniel de Villiers fue cuarto, lo que le permite prevalecer en la general de Automóviles, que a su vez observó el derrumbe de otro grande: Stéphane Peterhansel, tras haber perdido casi 20 minutos encallado en una duna.
Distinta suerte corrió ayer “Chaleco” López, quien superó con brío las dificultades en su segunda etapa en SxS, lo cual le permite dar continuidad a su brillante carrera en motos (3º en 2013 y 2014), 5 años después de su última incursión en la célebre competición.
Por su parte, quien acumula ya un palmarés abultado, es Matthias Walkner, quien hizo honor a su condición de defensor del título en Motos, al imponerse por 22 segundos, a Ricky Brabec tras un apasionante duelo entre ambos de principio a fin de la etapa.
En tanto, el español Joan Barreda fue tercero y se mantiene al tope de la general de la categoría.
Finalmente, en Quads, la clasificación provisional es dominada por el argentino Nicolás Cavigliasso, que en la víspera sumó su segunda victoria consecutiva.
En tanto, en Camiones, Eduard Nikolaev firma también un doblete tras adjudicarse una nueva victoria al volante de su poderoso Kamaz.
Para destacar
En su segundo Dakar, tras una participación digna de elogio en 2016 y una meritoria posición en el Top 10 en la meta final, el británico Harry Hunt dio sobradas muestras de su tremenda valía.
El inglés, necesitado de algo de tiempo para recuperar su mejor nivel tras lesionarse en la zona cervical a finales de 2016, demostró ayer que sabe explotar a la perfección el Peugeot 3008 DKR Maxi que le ha confiado este año el equipo oficial.
Hunt, que fue noveno en la primera etapa, se ubicó séptimo tras la primera prueba de fuego de la presente edición. Pese a que el constructor Peugeot dejó la prueba, dos de sus antiguos coches se hicieron ayer de meritorios puestos entre los Top 10.
Como contrapartida en materia de actuaciones, el que estuvo de capa caída fue buena parte del “Clan Yamaha” en Motos. Fue producto de la séptima posición de Adrien Van Beveren, a 9 minutos del ganador y la duodécima de Xavier de Soultrait, a 16 minutos.
Ninguno de los dos logró seguir el ritmo impuesto por los jefes de filas de Honda y KTM, quedando ya muy lejos de los objetivos que se habían marcado. La diferencia en la general es considerable, de manera que los dos pilotos franceses tendrán que poner toda la carne en el asador a partir de hoy en las dunas de Acari, para de ese modo volver a meterse en carrera.