La escuela media N° 262 dicta clases en seis sedes

Las reuniones plenarias docentes se caracterizan por abordar cuestiones vinculadas a la situación pedagógica. En cambio, en la escuela media N° 262, República Argentina, la discusión se centró en cómo seguir exigiendo un edificio unificado y apropiado para el dictado de clases.

La historia no es nueva: en los últimos 3 años, dicha comunidad educativa ha sido noticia por sus manifestaciones callejeras reclamando respuestas concretas a las acuciantes necesidades y precariedades de infraestructura que padecen desde hace tres décadas.

Son 900 alumnos y 120 docentes los circulan diariamente por las calles del barrio María Selva durante los cambios de horas, yendo y viniendo por los seis edificios que ocupan: tres destinados al dictado de clases y tres para realizar actividades físicas.

La sede principal, ubicada en Cassanello 2249, es un pequeño y precario edificio de finales de siglo XIX, con pedido de demolición desde 1980, cuando aún pertenecía a la escuela Stephenson. Este local no tiene patio para realizar actividades deportivas o de esparcimiento ni salón de actos; la ausencia y progresiva caída del cielorraso deja ver la estructura de metal de los viejos techos en los distintos pasillos, y la única salida existente mide 80 centímetros. Tampoco está prevista una salida de emergencia.

Esta mañana, los docentes debieron ocupar parte importante de su tiempo en definir con qué medidas volver a reclamar a las autoridades educativas de la provincia una solución definitiva, y cómo comprometer, además, a la opinión pública.

La directora, Prof. Patricia Consettoni, comentó que en los primeros meses de este año docentes y directivos se entrevistaron con autoridades de la Regional IV de Educación, e incluso con la titular de la cartera educativa, Adriana Cantero y el subsecretario, Víctor Debloc.

A pesar de los encuentros y la buena voluntad expresada por los funcionarios, lo concreto es que al día de hoy la escuela N° 262 sigue sufriendo la misma problemática desde hace más de tres décadas.

Las razones esgrimidas por el ejecutivo provincial están relacionadas con la imposibilidad de conseguir un terreno en la zona del barrio María Selva: sin la propiedad, la provincia no puede solicitar los fondos para la construcción del edificio en el marco del plan nacional 700 escuelas, tal como estaba previsto.

Peregrinando

``Nuestra pretensión es que se construya la escuela en barrio María Selva, que es donde nació y creció, considerando además que la mayor parte de nuestra matrícula viene de la zona -comentó la directora-. El problema es conseguir un terreno en el barrio. En nuestro expediente tenemos varias propuestas, cuyos terrenos estarían disponibles. Falta la decisión política de adquirir uno de ellos''.

``No tenemos salón de actos, no tenemos patio, estamos dispersos porque el laboratorio está en el anexo, la sala de informática está en la escuela sede, vamos y venimos docentes y alumnos de un local a otro. La verdad que es un trabajo de hormiga que nos cuesta mucho sostener'', agregó.

``El único edificio propio (Cassanello 2249) es muy antiguo y cada vez se viene más abajo, con problemas de filtraciones, desprendimientos del cielorraso, saturación de canaletas y desagües pluviales, entre otros'', explicó.

Docentes y alumnos decidieron realizar el próximo acto del 20 de junio en la puerta de la escuela, para expresar públicamente su protesta por la continuidad de la situación.

``Estamos a la espera de una respuesta favorable porque no aguantamos más la situación: somos cuatro directivos para dos turnos y todos los edificios. Estamos todo el día trabajando sin parar por la dispersión y diversificación del trabajo'', expresó la docente.

La República Argentina es prácticamente la única escuela media del norte de la ciudad hasta Angel Gallardo. El crecimiento de la matrícula de los últimos años convirtió en escasos todos los recursos, incluso los humanos: necesita cargos y horas para docentes, bibliotecarios, administrativos y no docentes.

En la reunión plenaria los docentes y estudiantes decidieron volver a la calle la próxima semana para reclamar un local unificado para dictar clases.