Uno de los primeros testimonios ofrecidos por la fiscalía y la defensa fue el de Luis Juan Rodríguez, juez de sentencia de la provincia, jubilado y casado en primeras nupcias con Alicia Adela López. La pareja se fue a vivir a Chaco en 1969, donde él se desempeñó como abogado y ella como profesora de escuela secundaria. Tenían tres hijos, que a la fecha del secuestro tenían 6, 4 y 2 años.
Por su amistad con el obispo Distéfano de Santa Fe, entraron en contacto con el Movimiento Rural Católico, que conformaban pequeños agricultores de la zona, y que fue el origen de las Ligas Agrarias.
Por su participación en la militancia civil Rodríguez fue encarcelado el 18 de abril de 1975. Estuvo siete años preso en la cárcel de Rawson, hasta que lo liberaron el 2 de noviembre de 1981 bajo un régimen de “libertad vigilada”. Tras el encarcelamiento de su esposo, Alicia se volvió desde el Chaco con sus tres hijos, a vivir a la casa de sus suegros, en calle Sargento Cabral al 1300, en barrio Candioti Sur. Allí fue secuestrada en octubre de 1976.
“Además de dar clases, en Sáenz Peña teníamos un periódico en el cual ella era la responsable de realizarlo”, contó Rodríguez. Era un “trabajo artesanal” en el que Alicia se encargaba de “reelaborar las notas para que los asociados -de muy limitado nivel de escolaridad- pudieran entenderlas”. Trabajaban “en una imprentita que había en Sáenz Peña” en que las páginas “se armaban letra por letra”, incluso “anterior al linotipo” recordó el testigo. El periódico se llamaba El Campesino y “se repartía en las colonias” o “centros agrícolas del Chaco” que eran las “sedes de las Ligas Agrarias”.