De la Redacción de El Litoral
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Los controles de alcoholemia serán a partir del 1º de octubre una tarea más en la rutina de la Prefectura Naval de Santa Fe y de todas las delegaciones del país. Desde esa fecha y hasta el 1º de diciembre la normativa será sometida a un período de prueba, que incluirá la prohibición de continuar conduciendo una embarcación en caso de detectarse un consumo de alcohol por encima del límite permitido. Luego será de aplicación plena, ya que se incluirán las sanciones económicas correspondientes.
El prefecto principal de la Prefectura local, Amado Hugo Forquera, resaltó que la principal finalidad de la medida es la prevención de accidentes a través de la toma de conciencia por parte de los navegantes de una embarcación a la hora de conducir en el medio acuático.
“Prefectura pretende que los controles de alcoholemia se vean desde el punto de vista de la prevención. Lamentablemente, más de un accidente se produjo porque hubo alcohol de por medio. Como no teníamos esta disposición, el encuadre que le dábamos era el de una maniobra negligente”, dijo. Y agregó: “Pero desde el 1º de octubre va a ser diferente, porque los controles de alcoholemia van a permitir establecer si fue el consumo de alcohol lo que provocó la maniobra negligente o no y actuar en consecuencia”.
Límites permitidos
Los conductores de todas las embarcaciones, ya sean las de navegación deportiva o de placer y las de navegación mercante, podrán ser sometidos a los controles de alcoholemia.
El límite permitido de consumo de alcohol diferirá de acuerdo al tipo de embarcación, pero para todos los casos de verse superado se procederá de la misma manera: la prohibición de continuar conduciendo y, transcurrido el período de prueba, la aplicación de una multa “considerable”.
La navegación deportiva o de placer -explicó el prefecto principal Forquera- incluye a embarcaciones como lanchas y motos de agua. La navegación mercante abarca a embarcaciones comerciales dedicadas, por ejemplo, al transporte de ganado, contenedores y cereales.
El límite máximo de alcohol en sangre permitido será de 0,5 gramos por litro para los conductores de lanchas y/o embarcaciones pequeñas y de 0,2 gramos para los conductores de motos de agua. Para los de embarcaciones comerciales, en cambio, será 0. “Un miligramo es motivo suficiente para que Prefectura le prohíba a la persona que está al mando de esa embarcación mercantil seguir conduciendo”, indicó el prefecto principal de la Prefectura local.
Metodología
En caso de que el test de alcoholemia dé positivo, el conductor tendrá la opción de ser reemplazado en ese mismo momento por otro que esté habilitado, de amarrar la embarcación en un árbol y esperar a que un familiar lo asista, o de aguardar un tiempo prudencial sin navegar hasta que un nuevo test de alcoholemia le dé dentro de los límites permitidos.
Sobre la metodología, Amado Forquera señaló que al mismo tiempo que Prefectura patrulle en las aguas y realice los controles de rutina -de habilitación del conductor, matrícula de embarcación y condiciones de seguridad a bordo- también hará los test de alcoholemia. “Prefectura apunta a la prevención, que nadie malinterprete esto. Quiere garantizarle seguridad a todos los que navegan y evitar maniobras negligentes a causa del consumo de alcohol”, finalizó.
Multas
El prefecto principal Amado Forquera indicó que las multas económicas ya están establecidas, pero, como restan algunos detalles por ajustar, prefirió no hablar de los montos. Dijo que habrá valores mínimos y máximos y que, en ambos casos, “son considerables”.
0,5 g/l será el límite máximo de alcohol en sangre permitido para los conductores de lanchas y/o embarcaciones pequeñas.
0,2 g/l será el límite máximo de alcohol en sangre permitido para los conductores de motos de agua.
0 g/l deberá marcar el alcoholímetro cuando los controles se realicen a conductores de embarcaciones mercantiles.
Una mirada
Alcohol en el agua
Por Humberto Paladini (*)
Estoy de acuerdo con la realización de los controles de alcoholemia en el río. Desde nuestra institución, y seguramente desde las otras también, apoyamos la medida y le vamos a hacer una advertencia a los navegantes en cada salida desde el club para recordarles que Prefectura está haciendo los test de alcoholemia.
El ambiente náutico se presta para tomar cerveza y alcohol. Nosotros apoyamos esta disposición, sobre todo porque es para controlar lo que sucede en el río y garantizarle seguridad náutica a todos los que navegan.
(*) Presidente Club Marinas