Moyano suspendió el paro de la CGT

El secretario general del Sindicato de Choferes de Camiones y de la CGT, Hugo Moyano, anunció hoy en conferencia de prensa "la suspensión" del paro nacional y la movilización hacia la Plaza de Mayo previstos para el lunes próximo, luego de que el procurador fiscal del gobierno suizo desautorizó el exhorto original enviado al país sobre presunto lavado de dinero.

Moyano aseguró a la prensa en la sede gremial de San José al 1700 que la medida de fuerza -a la que se habían sumado el consejo directivo de la CGT y los gremios del transporte- quedó "en suspenso", y agradeció "la solidaridad y lealtad" de los sindicatos.

"Estamos hartos de las críticas sin sentido ni fundamento. No tengo un carajo que ver con la empresa Covelia", dijo Moyano, quien estuvo acompañado por su hijo Pablo, Omar Maturano, Jorge Viviani, José Lingeri, Julio Piumato, todos ellos dirigentes sindicales, y el diputado y abogado laboralista Héctor Recalde.

El sindicalista criticó a "un sector de la prensa" y señaló que "la gota que colmó el vaso de la perversidad periodística la sufrió mi hijo Pablo, a quien le inventaron una supuesta pelea con su mujer y hasta cubrieron con misterio su muerte".

Indicó que ello perjudicó a sus tres hijos y que, cuando "se leen esos inventos, dan ganas de salir a la calle a hacer cualquier cosa, luego de soportar el dolor por la pérdida de un familiar".

"A mí me acusaron de estar involucrado en el asesinato del dirigente camionero Abel Beroiz, de Rosario; dijeron que era el ideólogo y casi el ejecutor de ese compañero. No somos extraterrestres. Hay personajes antiobreros y antiperonistas que se ponen la camiseta de Perón y Evita y nada tienen que ver con el peronismo. Se la pasan difamando y haciendo canalladas", aseguró.

En ese sentido sostuvo que, en 1989, "(Carlos) Menem y (Eduardo) Duhalde me metieron droga para que fuese detenido y, ahora, vienen a hacerse los democráticos", e indicó que su gremio siempre "ha estado a disposición de las autoridades judiciales".

Moyano calificó de incapaz y mitómana a la ex ministra de Salud Graciela Ocaña; dijo que "no supo combatir la epidemia del dengue y, por ello, murieron argentinos", y puntualizó que "las organizaciones gremiales vienen siendo atacadas persistentemente".

"El movimiento obrero tiene y siente bronca", dijo Moyano, a la vez que criticó al diario Clarín y a "la señora Noble por no permitirle a la justicia que a sus hijos se hagan el ADN".

"Porque decimos estas verdades nos atacan. Porque fuimos los únicos que denunciamos los 200 despidos en Clarín. El gremio de prensa está adherido a otra central, pero no dijo nada. Por eso me atacan, porque defiendo la dignidad de los trabajadores", indicó.

Añadió que "no abandonaré ese camino", criticó al diputado nacional "el colombiano Francisco De Narváez", y aseveró que "los gremialistas y los trabajadores no están solo para discutir salarios, ofrecer la obra social y cuidar hoteles, sino para llegar al poder".

"Esto les molesta a muchos. Pero es el objetivo, aunque nos acusen de ser malos, sucios y feos", aseveró el dirigente.

Moyano indicó que "los trabajadores quieren más" y subrayó que "los que nos atacan aseguran que no tenemos ética ni moral y que nos comemos las eses. No les tengan miedo a los trabajadores. A los trabajadores hay que tenerles sólo respeto", enfatizó.

Por su parte, el secretario de Derechos Humanos de la CGT, el judicial Julio Piumato, indicó que "el exhorto judicial que provocó este conflicto será reenviado a Suiza porque es un mamarracho que no reúne ninguna formalidad legal".

"Moyano no retrocedió sino que suspendió la protesta ante la aclaración de los fiscales suizos", afirmó Piumato, quien ratificó que la jefa del peronismo es la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y que el paro "no era contra el gobierno nacional".

Indicó que "los trabajadores deben ocupar el lugar que les corresponde porque son los generadores de la riqueza nacional", y sostuvo que "la huelga se suspendió una vez se detuvo la operación política realizada a través de un exhorto ridículo e infundado".

Por su parte, el secretario Gremial de la CGT, el taxista Omar Viviani, indicó que "se ha dilucidado el tema jurídico, que sólo se trató de una mera operación política", y puntualizó que "la central obrera ha sido coherente siempre desde mayo de 2003".

"Hay que profundizar el modelo y se requieren muchos más cambios. El gobierno no nos ataca sino algunos sectores agazapados. El diablo tiene mil caras y, esto que ha pasado, es una de ellas. Hay mucho gorilaje, molesto con el crecimiento obrero", aseguró.

Viviani reconoció que el sindicalismo ofreció a "un hombre propio para acompañar en la fórmula a Cristina", aunque dijo que el consejo directivo de la CGT no decidió que sea Héctor Recalde.

Télam