La justicia federal de La Rioja ordenó hoy las detenciones del ex dictador Jorge Rafael Videla (1976-1981), y su ministro del Interior, Albano Harguindeguy, por el asesinato en 1976 del obispo Enrique Angelelli.
Fuentes judiciales confiaron a DyN que la resolución fue firmada por el juez federal Daniel Herrera Piedrabuena luego de que les tomara declaración indagatoria a Videla y Harguindeguy, ayer en Buenos Aires.
Videla, 85 años, ya cumple prisión preventiva en el penal de la guarnición de Campo de Mayo y Harguindeguy, 83 años, detención domiciliaria en su casa de la localidad bonaerense de Los Polvorines, al encontrarse enjuiciados y procesados en otras causas por delitos de lesa humanidad.
En este proceso, Herrera Piedrabuena ya dictó la prisión preventiva del entonces jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, con seis condenas a prisión perpetua, que cumple en detención domiciaria en la casa de un hijo suyo en San Miguel de Tucumán.
De las indagatorias a Videla y Harguindeguy participaron también el secretario José Luis Combina, la fiscal federal subrogante Marta Kunath; y la defensora pública subrogante, Silvina Martínez.
En la causa también ha sido imputado el militar retirado Edilio Cristóbal Di Cesare, que desde 1976 hasta 1977 ocupó paralelamente la jefatura de Logística del Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 y comandó la Policía de la Provincia.
Así como el vicecomodoro Luis Fernando Estrella, ex segundo jefe de la Base Aérea de Chamical y figura central en la dictadura riojana.
La muerte de monseñor Angelelli, quien pertenecía a la línea tercermundista de la Iglesia católica, siempre despertó sospechas: la dictadura militar habló de accidente, pero la Justicia lo investiga como un homicidio.
El 4 de agosto de 1976, Angelelli conducía su auto desde Chamical a La Rioja, luego de denunciar que dos sacerdotes, Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, habían sido secuestrados, torturados y asesinados unos días antes.
A la altura de Punta de los Llanos, sobre la ruta 38, el vehículo volcó y se sospecha que el accidente fue provocado. Arturo Pinto, quien acompañaba a Angelelli en el viaje y ahora impulsa la investigación desde su rol de querellante, relató que el vehículo fue cruzado por otro automóvil hasta que lograron hacerlo volcar.
Lo cierto es que el monseñor sobrevivió al vuelco y su cuerpo quedó tendido en el pavimento, donde un rato después murió.
Algunas versiones dan cuenta de que habría sido rematado en esa agonía. La causa por el caso se cerró por la Ley de Obediencia Debida y Punto Final, pero con la reapertura de las investigaciones por crímenes de lesa humanidad el juez Herrera Piedrabuena analizó las pruebas, escuchó testimonios y recibió planteos de querellantes para citar a indagatorias a 14 imputados, encabezados por el dictador Videla.
Según se pudo reconstruir en la causa “Angelelli, Enrique Angel s/ homicidio”, el cura se había reunido con Menéndez, comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, por los crímenes de los sacerdotes Murias y Longueville y del laico Wenceslao Pedernera.
Ambos fueron secuestrados el 18 de julio de 1976 en la parroquia El Salvador, de Chamical.
Sus cuerpos fusilados, con los ojos vendados y signos de torturas en el caso de Murias, aparecieron en un descampado al sur de la ciudad.
Una semana más tarde, un grupo comando fue a buscar a su casa de Chilecito al catequista Wenceslao Pedernera, quien colaboraba con Angelelli: tocaron la puerta, preguntaron su nombre y lo fusilaron frente a su familia.
Angelelli conducía su auto hacia la capital riojana con toda la documentación en donde reportaba estos crímenes; tras el accidente, esos papeles aparecieron en las oficinas del entonces ministro del Interior Harguindeguy, reporta la causa judicial que ahora está en tramite.
Fuente: DyN