Por Silvia Ayuso
DPA
Con sendos minutos de silencio a la hora que los dos aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas de Nueva York y la lectura de los nombres de las casi 3.000 víctimas que dejaron los atentados del 11 de septiembre de 2001 en todo el país comenzaron hoy en Nueva York los homenajes por el décimo aniversario de los peores ataques sufridos por Estados Unidos.
Exactamente a las 8:46, momento en que se estrellaba el primer avión contra la Torre Norte del World Trade Center en Nueva York, se guardaba el primer minuto de silencio del día, marcado por una austera campanada, y al que seguirán sendos homenajes en los tres lugares del país donde se produjeron los atentados.
Justo antes, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, recordaba en la ahora "zona cero" la mañana de hace diez años que, como este domingo, amaneció soleada.
"Diez años han pasado desde que una mañana de perfecto cielo azul se convirtió en el día más negro" de Estados Unidos, dijo Bloomberg antes de dar paso al minuto de silencio.
"Eran nuestros vecinos, nuestros amigos, esposos, mujeres, hermanos, hermanas y padres, eran los que corrieron a ayudar", agregó.
"Cada uno tenía una cara, una historia, una vida cercenada antes de tiempo", recordó. La lectura de los nombres de las en total 2.983 víctimas fue realizada en parejas por familiares de las víctimas, que concluían cada serie de nombres con el del propio familiar muerto.
"Y mi padre, Christopher Blackwell, te queremos", recitaba la hija de uno de los bomberos fallecidos cuando acudieron al rescate en aquella fatídica mañana a las Torres Gemelas, donde hoy son recordadas con sendos monumentos en forma de piscina con agua cayendo en cascada y los nombres de las víctimas grabados en sus paredes.
Los presidentes
Hasta allí habían acudido antes del comienzo oficial de la ceremonia el presidente estadounidense, Barack Obama, y su predecesor, George W. Bush, acompañados de sus esposas Michelle y Laura.
Las dos parejas presidenciales, vestidas de riguroso negro y tomadas de la mano, guardaron unos momentos de silencio ante el monumento antes de comenzar las ceremonias, en las que Obama leyó un salmo de la Biblia y Bush exctracto de una carta que envió el presidente Abraham Lincoln en 1864 a su madre, que había perdido a cinco hijos en la Guerra de Secesión estadounidense.
La lectura de los nombres de las víctimas, acompañada por la discreta música de un violoncelo, fue brevemente interrumpida a las 9:03 (13:03 GMT) para guardar el segundo minuto de silencio del día, en el momento en que hace una década el segundo avión se estrellaba contra la Torre Sur, que sería además la primera en derrumbarse poco después.
Inmediatamente después, los Obama y los Bush partieron de la zona cero mientras las puertas de ésta se abrían para dejar entrar al resto de los familiares de las víctimas que hasta entonces habían aguardado fuera del recinto, rodeado al igual que el resto de Nueva York y Washington por medidas de seguridad reforzadas tras conocerse la amenaza "creíble pero no confirmada" de un posible ataque este día que trascendió a finales de semana.
Muchos de los asistentes portaban imágenes de sus familiares o amigos muertos, o camisetas con su nombre. "Kathy Smith, nunca te olvidaremos", rezaba uno de los mensajes impresos en tela. "Siempre estarás en nuestro corazón", se leía en otra.
"No me resultó difícil venir aquí, pero me va a costar dejarlo", dijo a dpa la hermana de una de las víctimas del 11-S en Nueva York.
La siguiente parada del presidente Obama este día será Shanksville, en Pennsylvania, donde se estrelló el vuelo 93 después de que los pasajeros del avión secuestrado lograran frustrar los planes de los terroristas de dirigir el aparato contra un objetivo en Washington.
Tras depositar una corona de flores en el memorial creado en el lugar donde se estrelló el avión, que fue inaugurado la víspera con la presidencia del vicepresidente, Joe Biden, y los ex mandatarios George W. Bush y Bill Clinton, Obama regresará a Washington.
Allí se desplazará hasta el Pentágono, el tercer lugar de los atentados, antes de participar en horas de la noche en el "concierto por la esperanza" en el Centro para las Artes Kennedy, adonde se trasladaron los últimos homenajes después de que un accidente de obra en los pasados días impidiera su celebración en la Catedral Nacional de la capital.