Con el aura de ser la mejor película de Bond filmada hasta la fecha, llega a Cinemark “Operación Skyfall” (“Skyfall”). En su tercera aventura como 007 Daniel Craig se ve las caras con Javier Bardem, cuya encarnación del perturbador villano Silva es una de las grandes atracciones de la cinta.
El Bond número 23, varios años muerto por la crisis económica que casi hundió a la Metro Goldwyn Meyer, está comandado por Sam Mendes. El oscarizado director de Belleza Americana se propuso hacer algo diferente con el agente al servicio de Su Majestad. Y lo ha conseguido. No es que “Skyfall” adolezca de las raciones XXL de acción a las que Bond nos tiene acostumbrados, pero la cinta de Mendes tiene más, mucho más.
Tiene a un 007 que el MI6 ha dado por muerto, a una M (Judi Dench) acosada con unos superiores que quieren jubilarla, un flamante Q (Ben Whishaw) y, sobre todo, a un gran villano: Raúl Silva que cuenta con las llaves para poner en jaque a todo el servicio secreto británico.
Bardem compone un personaje histriónico, amante de los aspavientos y por momentos desconcertante que sólo tiene en común con el asesino que le valió el Oscar en “Sin lugar para los débiles”, su despiadado gusto por la muerte y por el pelo (en este caso rubio platino).
Silva es uno de esos malos de la escuela del Guasón, para los que la puesta en escena es tan importante como la tragedia y el caos que en ella van a representar. Como complemento, la “canción Bond” de la película está a cargo de la exitosa Adele.
Resucitando
Al igual que el protagonista de la historia, Tim Burton resucita uno de sus primeros trabajos cinematográficos, un corto en blanco y negro llamado “Frankenweenie” (1984), donde un pequeño científico regresa a la vida a su difunto perro. Por ser una historia de culto entre los amantes de Burton, esta remake en largometraje genera muchas expectativas.
En un mundo sombrío y extravagante, existe un niño aún más extraño que todos sus habitantes: Se llama Víctor Frankenstein, un niño introvertido, sin amigos, amante de la ciencia y el cine. Bueno, a decir verdad, Víctor tiene un mejor amigo, su perro Sparky con el que echa a andar su imaginación para crear mundos fantásticos.
Por ahí existe un par de personas en la vida de Víctor que le añaden un poco de variedad, como sus padres el señor y la señora Frankenstein, un niño contrahecho llamado Edgar E. Gore y su vecina Elsa Van Helsing. Pero en realidad el mundo de Víctor gira alrededor de él y de Sparky.
Su padre, preocupado por el aislamiento de su hijo, lo incita a que practique béisbol, sin embargo lo que debía ser una experiencia socializadora positiva, resulta en una peculiar tragedia que pone al mundo de Víctor de cabeza: Sparky es atropellado.
Dobles vidas
La película croata “Todo queda en familia” (“Neka ostane medu nama”) se estrena esta semana en la sala de Cine América (que también repone Casablanca, luego de su paso de sólo una semana por Cinemark). Situada en Zagreb, cuenta la relación de dos hermanos, sus esposas y amantes, y sus hijos, que no saben quiénes son sus padres en realidad. Una doble vida y las relaciones paralelas se mezclan en una historia agridulce acerca de la incesante búsqueda de amor y felicidad, la pasión que nunca cesa, y las terribles consecuencias que se derivan, aun por casualidad, cuando uno termina en una cama que no es la suya.
Una historia singular, indiscreta, contemporánea, sobre las pasiones eróticas que se filtran por debajo de la superficie de la vida cotidiana y las costumbres burguesas. Se trata de cosas que pasan en las familias bien establecidas, que son guardadas en secreto, pero que sin embargo siguen siendo incómodas.
La película está dirigida por Rajko Grlic, y cuenta con las actuaciones de Bojan Navojec, Daria Lorenci, Ksenija Marinkovic y Natasa Dorcic.