Juliano Salierno - [email protected]
El juez de Instrucción Primera, Jorge Pegassano, investiga la conexión local de una supuesta red de pedofilia internacional, a partir de un pedido de colaboración que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos realizó este año a la Justicia argentina.
La investigación del FBI fue el disparador para el allanamiento realizado el miércoles pasado en Santo Tomé, donde agentes de la División Seguridad Personal de la URI secuestraron numerosos equipos de computación que ahora deberán ser peritados.
En el allanamiento se incautaron 4 bases de computadora, una notebook, un disco rígido y más de 200 CDs. cuyo contenido hasta el momento se desconoce.
Con una orden judicial en mano, los efectivos llegaron el miércoles a una casa de calle Centenario del centro de Santo Tomé, donde fueron recibidos por un hombre de 64 años que les franqueó la entrada. Una vez en el lugar se hizo presente el hijo del dueño de casa, que sería el propietario de los equipos de computación.
Se trata de un hombre de 36 años, quien fue trasladado de manera preventiva y en pocas horas recuperó la libertad. La causa que se tramita en Instrucción Primera no tiene hasta el momento personas detenidas ni imputados puntuales, confirmaron esta semana fuentes tribunalicias.
Investigación “for export”
Todo comenzó con una denuncia del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (National Center for Missing and Exploited Children) una organización privada sin fines de lucro ordenada por el Congreso y que trabaja en cooperación con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos en la Oficina de Justicia Juvenil y Prevención de la Delincuencia (OJJDP).
Considerada como “una red de búsqueda de alta tecnología”, la NCMC fue la encargada de informar al FBI de un supuesto caso de pornografía infantil con nexo en la Argentina.
El órgano estadounidense pidió colaboración al Juzgado Nacional del Crimen Nº 11 de Buenos Aires, que derivó las actuaciones a la Sección Delitos Tecnológicos de la Policía Federal Argentina.
Fueron éstos últimos los que detectaron la conexión santafesina, que les indicaba una bajada de Internet de una casa de Santo Tomé.
Entonces, el mes pasado la Policía y la Justicia capitalinas exhortaron a la Justicia provincial para que tomaran cartas en el asunto.
Esperan los peritajes
Así fue como el pasado miércoles, el juez Pegassano ordenó a Seguridad Personal allanar el inmueble y secuestrar los equipos de computación existentes, y le dio conocimiento a la fiscal Nº 5, Elena Perticará para que analice las medidas a tomar y pasos a seguir.
Aunque actualmente la causa no cuenta con personas detenidas, ni imputados directos, no se descarta que del resultado de los peritajes, esa situación pueda modificarse.
El delito que se persigue estaría encuadrado dentro de la figura legal de “producción, publicación y distribución de imágenes pornográficas de menores de 18 años”. Es decir que de constatarse que el dueño de los equipos hubiera incurrido en dicha conducta podría ser citado a indagatoria por el magistrado actuante.