Llegar o partir de la ciudad de Santa Fe de noche por algunos de sus accesos puede terminar en una situación riesgosa. La oscuridad en que se encuentra desde principios de octubre el primer tramo de la autopista a Rosario, entre la intersección de Perón e Iturraspe y la avenida Circunvalación, la convierte en una zona propicia para que se produzcan hechos delictivos.
Lo que le pasó esta semana a Laura, una vecina de Santo Tomé que prefirió resguardar su identidad, es sólo un ejemplo. Eran las 12 de la noche del lunes y volvía a su casa a bordo de una camioneta. “No había una luz ni un patrullero y como uno ya sabe que bajo esas circunstancias aprovechan a asaltarte, me agarré fuerte al volante y aceleré”. Pasó Perón e Iturraspe y de repente vio, cruzadas sobre toda la mano, unas piedras “altas”, “de gran tamaño”. Pero no frenó. “No iba a parar porque ya le ocurrió a una amiga que le pusieron una pistola en la cabeza y le robaron. Y el 3 de noviembre, otro conocido pasó sobre unos troncos y siguió”, contó.
En el incidente, su vehículo se rompió pero a ella no le pasó nada, más allá del gran susto. A Laura la auxilió su hija. Y aunque llamó al 911, el patrullero llegó y removió los pedazos de escombros desparramados sobre el pavimento. “Si no hay luz, obligadamente debe haber un patrullero en el lugar porque todos saben las cosas que pasan allí”, rogó.
Problema y solución
La falta de luz se originó por la caída de algunos cables durante la fuerte tormenta del 6 de octubre. Pero después se agravó porque sustrajeron unos 600 metros de cable y todo el sector quedó a oscuras, informaron desde la Empresa Provincial de la Energía.
Afortunadamente, ayer la firma concesionaria de la Autopista Rosario Santa Fe SA -Arssa- comenzó los trabajos para restablecer el servicio. El municipio santafesino siempre dijo que no era parte de su jurisdicción solucionar ese problema.
En total son 60 -30 de cada lado de la autovía- las luminarias que no funcionan, de las cuales Arssa ya pudo reparar unas 16 y hoy continuaban con esta tarea. Por eso, anoche había algo más de luz y se espera que en los próximos días esté definitivamente solucionado.
En La Guardia
Otro acceso a la ciudad que está oscuro es el de la Ruta 168, entre La Guardia y Colastiné, unos tres kilómetros aproximadamente. Allí, el problema data de más tiempo, desde que se inauguró la autovía que ejecutó la provincia sobre una ruta nacional hace casi unos cinco años. La iluminación funcionó sólo unos meses.
Pero la solución parece ser más incierta. Para Vialidad Nacional, es la provincia la que debe efectuar la reparación porque, al encontrarle algunas falencias, todavía no recepcionaron la obra.
Al respecto, Mariana Albornoz, subadministradora de la repartición provincial, aseguró que “en abril de 2012 elevamos todos los papeles y realizamos la transferencia de la obra a la Nación y hasta el momento no han emitido ninguna opinión”. La empresa que ejecutó la iluminación es Mercovial, “y hace unos cuatro años que ya le hemos dado la recepción definitiva”.
Con estos datos aportados por la funcionaria, la consulta obligada fue: entonces, ¿hasta abril de este año le correspondía a la provincia reparar la iluminación? “Parecería que sí”, se limitó a contestar la funcionaria.