Danilo Chiapello - [email protected]
La zona de la Costanera, entre la avenida 7 Jefes y la calle Vélez Sarsfield, desde hace tiempo está sometida a robos, los cuales refieren no sólo a los domicilios, sino también a arrebatos a las personas que transitan por la calle.
En la mayoría de los casos quienes comandan las acciones delictivas son dos sujetos jóvenes, delgados, los que cubren sus rostros a medias con gorras.
Estos individuos se movilizan en una moto, sin patente.
Quienes lo han observado advirtieron que su modus operandi consiste en aparecer en escena de manera inesperada. Para ello circulan casi siempre de contramano.
Sus víctimas preferidas suelen ser mujeres, en general mayores de edad, las que caminan desprevenidas. No obstante, también se registraron casos de ataques a mujeres jóvenes.
Una vez que cometieron el robo, los cacos huyen, también de contramano, en dirección a la zona de vías que están a la altura de calle Vélez Sarsfield. Una vez allí se “pierden” entre los vagones y yuyales.
Otro de los detalles que causa preocupación entre los vecinos es que los hechos no ocurren en horario nocturno, o de madrugada, sino que se dan a la siesta o a la tardecita cuando (se supone) nada indica peligro.
Hace unos días, una mujer fue asaltada en las inmediaciones de Laprida al 3900. Los delincuentes le apuntaron con un arma de fuego a la cabeza y le sustrajeron pertenencias y objetos de valor. Idéntico hecho se repitió con una señora que vive en la zona y que tiene un kiosco en bulevar Gálvez.
Otro caso tuvo lugar en la esquina de Grand Bourg y Chacabuco donde una mujer fue interceptada por los rufianes. Para quedarse con sus pertenencias los cacos la revolcaron por el suelo.
* El jueves pasado, a las 15, los dos tipos circularon a contramano por Maipú, tomaron Grand Bourg y a la altura del 3700 bajo amenaza, y supuestamente exhibiendo un arma de fuego, asaltaron a una señora que terminaba de cumplir tareas como servicio doméstico.
Los malvivientes le robaron un bolso que contenía los 100 pesos que había ganado con su trabajo, las llaves de su casa y del domicilio donde trabaja, los documentos y un celular.
Intervino la seccional 3ra. de policía que prontamente concurrió al lugar por el llamado de los vecinos alertados por los gritos de la señora asaltada.
En la costanera
La zona de la costanera no escapa a esta pesadilla que viven los habitantes de Siete Jefes.
La mañana del domingo 28 de octubre, una mujer que caminaba por el Puente Colgante atravesó una dramática experiencia cuando fue atacada por un delincuente.
El individuo en cuestión cubría su rostro con una gorra y estaba armado con un cuchillo. Sus movimientos no eran del todo coordinados y por momentos parecía perder la estabilidad, como en evidente estado de ebriedad o bajo los efectos de alguna otra sustancia.
Acorralada por la situación, la mujer comenzó a forcejear hasta que finalmente logró despegarse y poner distancia con su agresor.
El trámite no fue sencillo. La pelea le significó a la mujer dos heridas cortantes que sufrió en su mano izquierda.
Al ver fracasada su acción, el malviviente profirió una andanada de insultos contra la víctima, las que acompañó además con una serie de amenazas de muerte.
Los gritos de la mujer no pasaron desapercibidos por algunos transeúntes que se acercaron en misión de auxilio.
El rufián optó por retirarse del lugar. Para ello trepó a una motocicleta con la que escapó en dirección hacia Alto Verde.
En un bar
Al otro lado de las vías del ferrocarril, las cosas no difieren demasiado.
Anoche, un delincuente solitario consumó un asalto a mano armada en el bar San Telmo.
Eran cerca de las 23 cuando un individuo irrumpió en el local ubicado en la esquina de Güemes y Chacabuco.
Sin mayores trámites el sujeto exhibió un arma de fuego con la que redujo al encargado a quien le sustrajo la recaudación del negocio.
Logrado su objetivo el rufián escapó con rumbo incierto.
Los hechos de referencia fueron denunciados en la seccional 3ra. que interviene por jurisdicción.