Juan Rodríguez es el director artístico y musical de la Banda Sinfónica Municipal Ciudad de Santa Fe. También es miembro titular de la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe, cargo que obtuvo por concurso de antecedentes y oposición. Estudio Dirección Orquestal de la mano del maestro Reynaldo Zemba y fue becario de escuelas de música de Estados Unidos. Fue uno de los ganadores del Concurso de Directores de las Américas, organizado por la Orquesta Sinfónica de Chile en la ciudad de Santiago.
— ¿Cómo empezaste el camino de la música y cuándo decidiste que querías ser director de orquesta?
— Empecé de muy chico. Hoy justo estaba pensando mucho en eso. Pasé prácticamente por todas las escuelas de música de la ciudad. Comencé a los 7 años en el Liceo Municipal tomando clases de percusión. Después decidí que quería tocar la trompeta y conocí a mi maestro Jorge Chiappero. Al tiempo, llegué a la Orquesta Sinfónica de Niños. Cuando empezó a dirigirme el maestro Reynaldo Zemba, me di cuenta que algo pasaba: verlo dirigir me producía una total admiración. Lo que él hacía con el movimiento de sus manos, lo que producía en la música. Ahí nació mi interés por la dirección y fue dándose paso a paso, él fue mi maestro.
— Recorriste un largo camino, ¿qué queda pendiente?
— No sé si hay algo que en este momento me saque el sueño. La vida me sorprendió siempre de antemano. Haber podido trabajar en mi ciudad, prácticamente en todos los organismos (en la Banda Sinfónica de la Policía, en la Orquesta de la Provincia, en la Banda Municipal Ciudad de Santa Fe), es un privilegio, eso me ha hecho plenamente feliz. En realidad más que pensar en lo que puede venir, no quiero que se me escape lo que me está pasando ahora. Todo esto es tan gratificante humana, afectiva y profesionalmente, que ojalá siga así.
— ¿Qué hacés todos los días?
— Usualmente arranco la mañana en mi escritorio escribiendo música, haciendo orquestaciones y estudiando para los ensayos. Es decir, haciendo música. Como la mañana es más tranquila en casa, aprovecho para realizar las tareas que requieren mayor concentración. Después salgo a los ensayos. La tarde transcurre con la música y los músicos, aunque la gestión del lugar que ocupo como director de la Banda Sinfónica Municipal requiere también mucho tiempo administrativo, de papeles y eso. Así transcurre el año y las temporadas. Hay semanas que son básicamente preparatorias para los conciertos. Algunos trabajos llevan más tiempo que otros. Por ejemplo, el último que hicimos para la gala con Virginia Tola, me llevó muchísima preparación. Hay que conseguir las partituras, arreglarlas para cada músico, los ensayos, la puesta a punto y por fin, el concierto.
El trabajo varía según la temporada, en algunas se toca más y en otras menos. Además, soy padre de familia, tengo dos hijos y una esposa, y eso también lleva parte de mi tiempo.