La Dra. Laura Trosch hace 15 años trabaja en el Subcomité de VIH del hospital Iturraspe. Allí atienden, contienen, realizan tareas de diagnóstico y prevención con los pacientes que padecen la enfermedad. Una de sus metas principales es la de luchar contra la estigmatización de los pacientes.
— ¿Qué es lo más gratificante y lo más difícil de trabajar con pacientes que tienen VIH/Sida?
— Lo más gratificante es el reconocimiento, que es individual pero sumamente cálido. Es una población muy carente de afecto, se siente muy juzgada, muy mal vista, y por eso es tremendamente agradecida cuando se los escucha, se los trata de contener y se les da soluciones. El grupo del Subcomité de VIH del hospital Iturraspe es un equipo que trabaja muy bien. Es un grupo humano en el que no necesitás explicar las cosas, y en el que todos trabajamos para el mismo lado. Eso también es muy gratificante formar parte de un equipo así. Porque a este premio se lo merecen todos, yo estoy acá sólo por ser la más “bocona”.
— ¿Todavía hay muchos prejuicios en relación a esta enfermedad?
— Lo más difícil es intentar que la gente que trabaja en salud y el resto de la población se saquen los mitos y prejuicios que tienen sobre la enfermedad. El juicio que hacen todos es casi inevitable, siempre hablan sobre lo que habrán hecho los pacientes, pero los pacientes no hicieron nada, es más, muchas veces se la ligan de arriba. Y sin embargo todos los días tienen que explicar cosas que no tendrían, tienen que mentir, ocultarse y eso es feo. No tenemos que esperar hasta que todos tengamos un amigo, un familiar o un vecino que tenga el virus para darnos cuenta que es normal. Porque ahí se produce el clic, pero estaría bueno que todos nos demos cuenta ahora que los pacientes son personas normales.
— Pensando a futuro, ¿hay algún proyecto que te gustaría hacer realidad?
— Sí, poder hacer en Santa Fe una fundación para la atención de pacientes con VIH/sida que contemple no sólo la parte de salud sino que pueda brindar reinserción laboral y un montón de cosas que cuestan muchísimo; es decir, una atención integral. Pero aún es una utopía.
— ¿Cómo es un día de tu vida?
— Me levanto a las 6.30, llevo a los chicos a la escuela y de ahí al hospital. También soy jefa de auditoría de Jerárquicos Salud, ahí entro 17.30 aproximadamente y algunos días cuando salgo de la obra social, hago consultorio particular hasta las 20 ó 21. Después vuelvo a mi casa a hacer las tareas y las compras. Es decir, todo lo que hay que hacer como mamá de dos varones de 6 y 9 años. Ahora que están de vacaciones, trato de llevarlos al parque a divertirse un rato. Los fines de semana aprovecho, estoy con amigos, familia y hago otras cosas.