La ceremonia de inicio del pontificado de Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, prevista mañana en plaza San Pedro del Vaticano, se prolongará por poco más de dos horas y estará cargada de simbolismos, explicó hoy el vocero de la Santa Sede, sacerdote Federico Lombardi. "No hay que hablar de entronización ni de asunción, sino de inicio del ministerio petrino del obispo de Roma, como sucesor de Pedro", precisó.
"Es una celebración cargada de símbolos que recuerdan el vínculo del Papa con San Pedro, como sucesor suyo, empezando por el lugar donde se lleva a cabo: la plaza, donde según la tradición fue martirizado Pedro", subrayó.
El Papa saldrá a las 8.50 hora romana (4.50 argentina) de la casa Santa Marta, donde reside, y dará una vuelta a la plaza en jeep o papamóvil entre los fieles presentes.
A las 9.30 (5.30) comenzará la celebración en el interior de la basílica de San Pedro, en cuya tumba rezará junto con diez patriarcas y arzobispos mayores de las iglesias orientales católicas. Luego el pontífice encabezará la procesión mientras se canta las Laudes Regiae (El Rey es Cristo) y se invoca a los santos, hasta llegar a la plaza, donde estarán las autoridades políticas y representantes de otros credos.
La eucaristía será concelebrada por unos 180 religiosos, entre ellos los cardenales presentes en Roma, los patriarcas y arzobispos mayores orientales, el secretario del Colegio Cardenalicio y los superiores generales de los franciscanos menores, José Rodríguez Carballo, y los jesuitas, Adolfo Nicolás Pachón.
Antes de la misa tendrán lugar los ritos específicos del inicio del ministerio petrino: imposición del palio de lana de corderos y ovejas con cruces rojas que lo identifican como arzobispo, la entrega del "anillo del pescador" y el rito de la "obediencia" que cumplen seis cardenales.
Según el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, el anillo del Pescador que llevará el nuevo papa hasta su muerte o su renuncia es de plata y representa a San Pedro con las llaves de la Iglesia.
El anillo se lo dará el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, mientras que el palio se lo colocará el cardenal protodiácono, el francés Jean Louis Tauran, el mismo que anunció el nombre del nuevo papa en la Plaza de San Pedro después del cónclave. Como parte de la ceremonia, un grupo de cardenales le prometerá obediencia, en representación de todo el Colegio Cardenalicio.
El Vaticano presentó hoy también el lema del nuevo papa, "Miserando atque eligendo" ("Lo miró con misericordia y lo eligió"), el mismo que tenía hasta ahora como arzobispo de Buenos Aires. En su escudo papal aparece, además de la mitra papal colocada entre las llaves de plata y oro, también el emblema de la Compañía de Jesús (un sol con las letras IHS en rojo) y una estrella y la flor de nardo, en representación de la Virgen María y San José.
La misa de mañana coincidirá con la fiesta litúrgica de San José, patrono de la Iglesia, y el evangelio se lee en griego, para manifestar que la Iglesia universal se compone de las grandes tradiciones de Oriente y Occidente.
Luego, el Papa pronunciará la homilía en italiano y, como es su estilo desde que fue proclamado el 13 de marzo, no seguirá fielmente un texto, sino que improvisará.
Al final de la misa, que no durará más de dos horas, y una vez que se haya despojado de las vestiduras litúrgicas, Francisco irá al altar central de la basílica para saludar a los jefes de las delegaciones oficiales de los países, que desfilarán ante él. Luego irá a la casa Santa Marta, donde reside en forma temporal hasta que acondicionen su departamento pontificio, para el almuerzo.
Representantes oficiales y 250 mil fieles
El Vaticano prevé que acudan a la ceremonia representantes oficiales de 130 países, así como unos 250.000 fieles, si bien el ayuntamiento de Roma ha activado un dispositivo de seguridad para acoger a un millón de personas, al estilo del empleado tras la muerte de Juan Pablo II o la entronización de Benedicto XVI en 2005.
Entre los asistentes se encontrarán la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien hoy se convirtió en el primer jefe de Estado en ser recibido en audiencia por el nuevo papa, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, la canciller alemana, Angela Merkel, o los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff, y México, Enrique Peña Nieto. Desde España llegarán el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, y los príncipes Felipe y Letizia, además de varios ministros.
Por primera vez en casi mil años asistirá a la ceremonia de asunción del papa también el patriarca ortodoxo de Constantinopla, Bartolomeo I. Un portavoz del patriarca habló de "una expresión de hermandad" en consonancia con el avance en las relaciones entre las dos Iglesias, separadas desde el gran cisma del año 1054.
Pese a una prohibición de entrada de la Unión Europea, también arribó a Roma el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, de 89 años y acusado de violaciones de los derechos humanos y manipulación electoral.
DYN / DPA