la ciudad una década después

Se cerró la brecha pero no la herida

Hace 10 años, el río Salado buscó su cauce desesperadamente. Desbocado, desbordado, cargado de agua por las intensas lluvias que se venían registrando en la alta cuenca, no pudo contenerse. Encontró una brecha abierta a la altura de calle Gorostiaga, donde está el Hipódromo, y arrolló todo lo que encontró a su paso. La ciudad había avanzado sobre su territorio y pretendió protegerse con defensas. Una obra que inauguró inconclusa, con un tramo abierto, el ex gobernador Carlos Reutemann.


 10:57