Un doloroso saldo tuvo esta madrugada un incendio que afectó una vivienda de calle Saavedra al 4900 del barrio Ciudadela de la capital provincial.
Siete personas murieron esta mañana como consecuencia de la inhalación de gases tóxicos durante el incendio de una vivienda, en un episodio acontecido en barrio Ciudadela.
El siniestro, que se inició a las 5.30 en un departamento interno de la vivienda de calle Saavedra 4938, dejó siete víctimas fatales (entre ellas una niña de 5 años y una adolescente de 16), todos miembros de una familia muy querida y respetada en la barriada.
Los fallecidos fueron identificados como Sergio Carlos Palacios, de 54 años, empleado de Vialidad Provincial y su esposa, María Cavallero de Palacios, de 50.
También perdieron la vida en este hecho sus hijos Natalia, de 29 años; Francisco de 21 y Estefanía de 16; la pequeña Abril Gambini, de 5 años, hija de Natalia; y la madre de Palacios, Azucena Guntren, de 70 años.
De acuerdo con los primeros informes, el siniestro habría sido producto de un desgraciado accidente doméstico que se originó con prendas de vestir demasiado cerca de un calefactor, las que en un momento dado entraron en combustión.
En cuestión de minutos el fuego se propagó hacia un mobiliario y desde allí las llamas llegaron a la parte superior de la casa.
Los gases emanados por la combustión del techo de machimbre y la lana de vidrio que tenía como aislante, resultaron letales para los moradores de la casa.
Todos los ocupantes dejaron de existir por la inhalación de estos gases que son “altamente tóxicos” y provocan un “envenenamiento” en las personas, según opinó hoy uno de los peritos que trabajaba en el lugar del hecho.
El mismo profesional indicó la peligrosidad de estos gases porque primero producen un adormecimiento y poco después sobreviene la muerte. “Es una trampa de la que nadie sale vivo”, dijo.
Se estima que las personas fallecieron bastante antes de que el fuego se apodere de la vivienda.
Fue un vecino que se levantó muy temprano (cerca de las 4.30) quien advirtió que algo fuera de lo normal estaba ocurriendo en el departamento de la familia Palacios.
Apenas observó el denso humo que salía de dicha finca, ya no tuvo dudas del desastre, por lo que el llamado al 911 no se hizo esperar.
Para esta altura ya otro vecino se había sumado a la tarea de intentar abrir alguna de las puertas de la casa con ayuda de una barreta.
Minutos después arribó una unidad del Comando Radioeléctrico. Entre los uniformados y estos vecinos lograron al fin abrir la puerta, aunque no pudieron ingresar a la casa porque ya estaba envuelta en llamas.
Recién cuando los Bomberos Zapadores lograron sofocar el foco ígneo, uno de sus hombres entró al inmueble y descubrió el horror.
Siete personas yacían sin vida en el interior de la casa. Cinco de los cuerpos fueron encontrados en el interior de un dormitorio.
Los restantes estaban caídos frente a la entrada al baño. “Es como si alcanzaron a hacer algunos pasos antes de caer desvanecidos”, opinó hoy el experto.
“Fue desesperante”, dijo hoy uno de los vecinos que intentó el rescate. “Yo fui con una barreta para intentar abrir la puerta pero no pudimos".
La tragedia llenó de dolor no sólo a los vecinos de Ciudadela sino también a los trabajadores de la Dirección Provincial de Vialidad, dado que el jefe de familia trabajaba allí.
En este sentido hoy concurrió al lugar el administrador de dicho organismo, el ingeniero Juan José Bertero, quien expresó sus condolencias a los familiares.
También se hicieron presentes las autoridades de la Unidad Regional I, como así también el juez de instrucción y el fiscal en turno.