Por Sebastián Fest
Cuando dentro de tres semanas la ATP celebre en Nueva York los 40 años de existencia del ranking mundial de tenis, el argentino Guillermo Vilas no estará entre los 16 número uno homenajeados, algo que Ion Tiriac y Mats Wilander, dos hombres de peso en el deporte, creen que es una enorme injusticia.
"La ATP debería darle como mínimo un certificado de número uno", dijo a la agencia dpa Tiriac, que después de retirarse como jugador fue entrenador y manager de Vilas.
"La cosa más injusta que hay en el tenis es el ranking del 77, que estaba tan mal hecho... El tipo ganó durante todo el año todo, todo. ¡Dos Grand Slam! Y le dieron el número uno a Connors. No hay cosa más injusta en este mundo".
Wilander coincide. "Estoy de acuerdo", dijo a dpa el sueco, que llegó a ser número uno del mundo. "Debió haber sido número uno del mundo en algún momento de su carrera. El mensaje que le puedo enviar a Guillermo es que estoy con él en esto".
Ganador de 62 torneos, entre ellos cuatro de Grand Slam, Vilas fue número dos del mundo en el final de 1977, una temporada en la que conquistó 16 certámenes, entre ellos Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos.
El argentino reveló en junio de 2007 a dpa que venía haciendo gestiones para que se lo reconociera como el número uno de aquel año.
"Lo que le pedí a la ATP es que hiciera todo el ranking para atrás con el mismo sistema (actual), pero dijeron que iba a traer demasiados problemas", aseguró el mejor tenista argentino de todos los tiempos. La ATP y la Federación Internacional de Tenis (ITF) se negaron a revisarlo.
El estadounidense Jimmy Connors fue, según las estadísticas, el número uno de la temporada 1977, pese a que en aquel año perdió las finales de Wimbledon y el US Open y no ganó ningún Grand Slam.
De haber regido en 1977 el sistema que se aplica hoy, Vilas hubiese sido número uno, puesto que sí alcanzaron dos latinoamericanos como el brasileño Gustavo Kuerten y el chileno Marcelo Ríos, aunque éste sólo por seis semanas.
En 1977 el ranking mundial estaba en estado algo embrionario, aunque ya fuera oficial desde 1973. Servía sobre todo para confeccionar la lista de preclasificados y determinar quiénes entraban al cuadro principal y quiénes jugaban la clasificación.
La principal diferencia con el ranking actual es que el que rigió entre 1973 y 1990 se elaboraba en base a un promedio de resultados. A partir de 1990, con variantes, cambios y matices, comenzó a utilizarse uno que suma puntos. Si ese ranking hubiera regido en 1977, Vilas habría sido claramente el número uno.
"En 1977 Connors eligió sus torneos en forma muy cuidadosa y jugó sólo 15. Sumó 897 puntos y logró un promedio de 59,8. Guillermo jugó 28 torneos, y ganó muchos, aunque varios de ellos eran eventos menores con escasos premios y puntos. Fue así que sumó 1610 puntos, que divididos por 28 le dieron un promedio de 57,5", recordó a dpa el inglés John Barret, uno de los mayores expertos en historia del tenis, que no discute la legitimidad del reclamo de Vilas.
"Guillermo mereció claramente ser el número uno al ganar el Abierto de Francia y el US Open en 1977. Sumó 766.065 dólares, mientras que Connors no ganó ningún Grand Slam y fue tercero en la lista de premios, detrás de Brian Gottfried, con sólo 428.919 dólares", añadió.
Pero así como el sistema le dio la espalda, Vilas tampoco tiene la ayuda de dos de los mayores expertos en estadística del tenis de aquellos años. Pese a la instauración de un ranking mundial en 1973, durante buena parte de los ’70 siguieron existiendo las clasificaciones de estudiosos del tenis, en general más respetadas que el propio raking.
Lance Tingay y Rino Tommasi ubicaron al sueco Bjorn Borg como el número uno de 1977. Tommasi utilizó una complicada fórmula matemática para ubicar al sueco como líder y a Vilas tercero por detrás de Connors. Tingay ubicó a Vilas segundo y a Connors tercero.
Treinta y seis años después Vilas sigue teniendo presente que "World Tennis", la revista más importante del tenis de aquellos años, publicaba cada temporada su ranking propio. Y ahí no hubo dudas: foto del argentino en portada con el titular "He is the one", un juego de palabras traducible como "él es el hombre" y "él es el número uno".
Wilander apoya el reconocimiento de Vilas como número uno, aunque añade que el ranking debería importar menos.
"¿A quién carajo le importa si es uno o dos? ¿Somos número uno porque lo dice una computadora? Eso no tiene nada que ver con el tenis. Juguemos entonces los torneos adecuados y seamos número uno. Puedes hacerlo como Marcelo Ríos. (Carlos) Moyá ganó al menos un Grand Slam".
"¿Era Ríos un verdadero número uno? Hay que dejar de escribir acerca del número uno, que es una manera fácil de describir a alguien. Lo que es un gran honor es ganar un Grand Slam, el número uno de Ríos no es un gran honor", insistió Wilander.
"¿Fue Caroline Wozniacki la número uno? ¿Y Dinara Safina? ¿Fueron las mejores jugadoras del mundo? Guillermo debería dejar de preocuparse por ese asunto".
DPA