Fernández nació en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, el 26 de octubre de 1946 y fue ordenado sacerdote en Roma, el 29 de junio de 1975 por el Papa Pablo VI. Foto: M&G Fotografías
Monseñor Luis Alberto Fernández tomó posesión de la sede episcopal ante miles de fieles que se congregaron para participar de la ceremonia frente a la Catedral San Rafael. Había sido nombrado por el Sumo Pontífice en el mes de septiembre.
Fernández nació en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, el 26 de octubre de 1946 y fue ordenado sacerdote en Roma, el 29 de junio de 1975 por el Papa Pablo VI. Foto: M&G Fotografías
Agencia Rafaela
El prelado se convirtió en el sexta autoridad eclesial a cargo de esta jurisdicción de la Iglesia Católica, la que fue creada el 10 de abril de 1961, con la bula “Cum venerábilis”, de Juan XXIII y comprende, en el oeste de la provincia de Santa Fe, los departamentos de Castellanos, 9 de Julio y San Cristóbal, que abarcan una superficie de 38.320 km2 y una población de 277.540 habitantes, de los cuales se estima que el 90 por ciento son católicos.
La diócesis cuenta con 36 parroquias y 108 capillas; 45 sacerdotes (43 diocesanos y 2 religiosos); 14 diáconos permanentes, 15 seminaristas mayores, 46 religiosas y 16 centros educativos.
El pasado 10 de septiembre, el Sumo Pontífice, Francisco, nombró obispo diocesano de Rafaela a monseñor Luis A. Fernández, quien se desempeñaba como obispo auxiliar de Buenos Aires para la vicaría de la zona Flores.
Fernández nació en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, el 26 de octubre de 1946 y fue ordenado sacerdote en Roma, el 29 de junio de 1975 por el Papa Pablo VI.
En 1991, obtuvo la licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires, y luego se especializó en Liturgia en la Universidad de Cataluña (Barcelona, España).
Desde entonces, sucesivamente, se desempeñó como vicario y administrador diocesano en el obispado de Lomas de Zamora, fue nombrado párroco de la Inmaculada Concepción, de Burzaco, presidente de la Junta Regional para la Educación Católica, delegado por la región Buenos Aires en la Comisión Episcopal de Liturgia, y presidente de la Sociedad Argentina de Liturgia (SAL).
Además, fue miembro del Consejo Presbiteral de Lomas de Zamora y miembro del Colegio de Consultores. En 1999, el beato Juan Pablo II lo incorporó a la Familia Pontificia otorgándole el título de prelado de Honor de Su Santidad.
En el último tiempo, fue elegido obispo titular de Carpi y auxiliar de Buenos Aires por Benedicto XVI, al tiempo que fue ordenado obispo en el colegio Santa Inés, de Turdera, el 27 de marzo de 2009, por el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires. Actualmente, en la Conferencia Episcopal Argentina, preside la Comisión Episcopal de Liturgia.
“Vayamos a la periferia”
“No se imaginan hermanos lo hermoso que es poder llegar a una Iglesia joven, que quiere ‘salir’, que no quiere encerrarse, ni ser autorreferencial sino, ir a las plazas, a las periferias a sentir y vivir el espíritu misionero, del pedido de Jesús: ‘Vayan, anuncien’. Sí, amigos, vayamos a las periferias, vamos a buscar a los que no están, no nos quedaremos peinando la única oveja que tenemos, vayamos a llevar vida a las noventa y nueve que no están”, dijo Fernández en los tramos en los que delineó la impronta pastoral que desarrollará en la diócesis.
Con esa intención, propuso a vivir una “Iglesia comunión” en la que “todos, laicos, consagrados, sacerdotes y el obispo, no queremos cortarnos solos, cada uno en la suya, sino que al estilo de Jesús, queremos estar presentes, en el mundo del dolor y de los pobres, en el diálogo fraterno con otras religiones y creencias, abiertos a todos, a sabernos parte de la sociedad, sin reclamar ningún tipo de favoritismo. Sí,, con la autonomía que nos da la libertad de los hijos de Dios para estar cerca de los más pobres y reclamar con voz profética, la justicia y todo lo que pueda atentar contra la dignidad humana”, amplió.
Asimismo, y sin esquivar las cuestiones que afectan a la institución Católica, llamó a “trabajar con la misericordia y la paciencia del buen Dios, bendiciendo, escuchando y perdonando, siendo conscientes también, y sin esconder debajo de la alfombra, la “suciedad que también hay dentro de la Iglesia”, como nos decía el Papa Benedicto XVI”, puntualizó.
El dato Concelebrantes
Antecesores
"Trabajar con la misericordia y la paciencia del buen Dios, bendiciendo, escuchando y perdonando, siendo conscientes también, y sin esconder debajo de la alfombra, la ‘suciedad que también hay dentro de la Iglesia’, como nos decía el Papa Benedicto XVI”. Luis Fernández Obispo de Rafaela