De la Redacción de El Litoral
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A partir de ahora, la vacuna triple bacteriana acelular (que protege contra la tos convulsa, el tétanos y la difteria) es obligatoria y gratuita en el país para todas las embarazadas desde la semana 20 de gestación.
La tos convulsa, enfermedad respiratoria que suele producir un fuerte impacto sobre la salud de los lactantes —especialmente en los menores de cuatro meses—, volvió a emerger en Argentina y en el resto del mundo en los últimos años.
En 2011, 76 niños menores de un año fallecieron por esta causa. Esto llevó al Ministerio de Salud de la Nación a decidir —en consenso con la Comisión Nacional de Inmunizaciones, expertos y las sociedades científicas—, que Argentina fuera el primer país de Latinoamérica en recomendar la vacunación de las mujeres embarazadas contra la tos convulsa.
En octubre de 2011, se comenzó a inmunizar con vacuna triple acelular a mujeres embarazadas, con un enorme impacto en el descenso de muertes infantiles por tos convulsa. La cifra de fallecidos por esta causa se redujo de 76 niños en 2011 a 32 niños en 2012 y a 10 en 2013 (según datos preliminares del año pasado). Esto significa un 87 % de disminución de la mortalidad en lactantes menores de un año. De esta forma, se pudo controlar el brote de tos convulsa o coqueluche.
El ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, afirmó: “Logramos reducir en un 87 % las muertes por coqueluche en niños menores de un año, por eso ahora que hemos demostrado la eficacia de esta vacunación, incorporamos a las embarazadas en forma obligatoria y totalmente gratuita”.
Proteger a la madre y al bebé
Desde 2007, no hay casos de tétanos neonatal, enfermedad mortal del recién nacido, gracias a la inmunización sistemática de la mujer embarazada con la vacuna que contiene el componente antitetánico.
La gripe es otra enfermedad con alto impacto durante el período de gestación, con graves complicaciones sobre la madre. Desde 2011, se incorporó la vacuna antigripal al Calendario Nacional de Vacunación, en forma gratuita y obligatoria, para asegurar el acceso equitativo a los grupos que tienen más riesgo de presentar complicaciones y fallecer por gripe, como las embarazadas, los niños entre 6-24 meses, las personas entre 2-64 años con condiciones de riesgo, los mayores de 65 años y el personal de salud.
Al vacunar a las embarazadas, no sólo se protege a la madre, sino que además el pasaje de anticuerpos a través de la placenta ofrece protección a sus hijos nacidos hasta los 6 meses de vida.