La mujer se detuvo en un semáforo de Avenida Oro Blanco y calle San Martín, en Avellaneda, y fue impactada por una Toyota Hilux que venía a altísima velocidad.
El joven de 27 años fue procesado por “homicidio simple con dolo eventual” por el juez de Instrucción de Reconquista, Virgilio Palud. La víctima, Mónica Raffín, era una conocida docente de Avellaneda.
La mujer se detuvo en un semáforo de Avenida Oro Blanco y calle San Martín, en Avellaneda, y fue impactada por una Toyota Hilux que venía a altísima velocidad.
La hermana de la víctima fue testigo privilegiada del choque, porque iba en otro auto que estaba estacionado a la par. La familia volvía de celebrar la Navidad. Fotos: Agencia Reconquista
Triste Navidad
El siniestro vial tuvo lugar en la intersección de la avenida Oro Blanco (Ruta 11) y la calle San Martín, donde el Fiat Palio Adventure conducido por Raffín detuvo su marcha aguardando a que el semáforo le diera paso. A la par, circulaba la hermana de la víctima, Marisel Raffín, quien desde un VW Fox fue testigo de la tragedia y resultó milagrosamente ilesa.
Fue alrededor de las 3.50 de la madrugada del 25 de diciembre de 2013, cuando las hermanas Raffín regresaban de celebrar la Navidad en la casa de familiares de la localidad de Flor de Oro.
De pronto, una Toyota Hilux patente GMO-374, propiedad de la empresa Consular, al mando de Luna, envistió desde atrás el coche de menor porte, arrastrándolo unos 62 metros al sur desde el lugar del impacto. El bólido descontrolado terminó su recorrido casi una cuadra más adelante, enredado en los portones de una casa de familia de la avenida Oro Blanco al 500.
Lesionados
En su recorrida, el Fiat Palio -ICB-076- de la docente terminó impactando contra el lateral de un Chevrolet Astra, conducido por Federico Emanuel Masin; donde también resultó lesionado Daniel Edgardo Turnes. A su vez, la acompañante de Luna, la joven Marina Alexis Valdez, de 22 años, fue trasladada al Hospital Central de Reconquista donde quedó internada.
En cuanto al Volkswagen Fox de la hermana de la víctima, sólo recibió un rasguño, que fue la pérdida del espejo retrovisor del lado izquierdo, causando un profundo estupor en sus ocupantes.
Por su parte, fuentes judiciales confirmaron que el imputado fijó domicilio en una casa de la calle Nº 311 de Avellaneda a la altura del 1100; sin embargo, por cuestiones laborales residía en la ciudad de San Justo, donde se desempeñaba para la empresa Consular-Latinoconsult, a cargo de una obra ferroviaria del Belgrano Cargas.