Pondrán en marcha un programa de educación y memoria en 20 escuelas

Estudiantes de la escuela Almirante Brown, en una representación teatral sobre el Golpe de Estado del 76 y los desaparecidos, realizada el año pasado en las aulas de ese colegio. Foto: Archivo

Mariela Goy [email protected] Un nuevo programa del Ministerio de Educación de Santa Fe invitará a los jóvenes de 20 escuelas secundarias de la provincia a reflexionar, debatir, abrirse a preguntas y respuestas y generar material escrito sobre hechos de la historia como la dictadura militar o el holocausto. Educación y Memoria es el título del programa que se presentará mañana, en conmemoración del 24 de marzo, en la escuela técnica Magnasco de la ciudad de Rosario, que fue un centro clandestino de detención. “Es una propuesta que la estamos trabajando en forma conjunta entre la Secretaría de Innovación Educativa y la Secretaría de Derechos Humanos. Tiene que ver con recuperar la memoria, fundamentalmente desde una mirada santafesina, sobre los hechos que nos conmocionaron como sociedad”, explicó Oscar Di Paolo, secretario de Innovación Educativa y Relaciones Institucionales, dependiente del Ministerio de Educación. Habitualmente, la cartera educativa baja a las escuelas material teórico para trabajar distintos contenidos. La novedad de este Programa Educación y Memoria es que tendrá un dispositivo didáctico inverso: los alumnos y sus profesores propondrán los temas, investigarán, debatirán y producirán textos que serán recopilados por el ministerio para después hacerlos circular. “Queremos encontrar en las distintas escuelas de la provincia rastros, registros, trazas y huellas sobre el pasado oscuro de la Argentina, y, sobre eso, poder construir narrativas que después serán de uso en el sistema educativo”, detalló Di Paolo. Según consideró, hay “muchísima dificultad” para hablar de temas como la dictadura en las escuelas, sumado a que tampoco se encuentran referencias en los libros escolares. “Por eso, queremos escribir nuestro propio material y empezar a poner una cuña allí donde todavía no se puede hablar”, aseguró Di Paolo. Memoria activa “Entendemos que si hay memoria, hay acción, y esa acción tiene que ser en favor de la convivencia, de la tolerancia y del reconocimiento del otro. Tiene que tener para nuestros niños y jóvenes un sentido propositivo, hacia la vida”, fundamentó el secretario de Innovación Educativa. Destacó que, en definitiva, “se trata de recuperar la memoria y construir una narrativa sobre aquello que cuesta mucho hablar. Queremos ponerle palabras a esto que ha sido el período más oscuro de la historia argentina. Cuando los niños y jóvenes ponen la palabra en circulación, están construyendo una narrativa, un presente y una acción”. En este programa también se va a incluir el tema del holocausto, entre otros. “Cuando trabajamos la matanza a judíos, siempre volvemos al golpe de Estado del 76 en Argentina, porque en definitiva se está hablando de la violación a los derechos humanos”, consideró el funcionario de Educación. “Esperamos que los disparadores surjan desde los propios chicos, que sean ellos los que de alguna manera generen consignas para ir trabajándolas, incluso desde sus propias expresiones y palabras”, indicó. Dispositivo En una primera fase del programa, habrá reuniones con los supervisores que discutirán el dispositivo pedagógico, luego se realizarán encuentros con los directores de las escuelas involucradas y, en una segunda etapa -cuando se logre una consigna unificada-, se trabajará con los docentes y alumnos. “Es importante generar un muy buen dispositivo pedagógico porque esta historia está ensombrecida, invisibilizada y hay que ponerla a la luz; por eso, hay que tratarla con sumo cuidado”, advirtió Di Paolo. La idea es que los temas tengan un abordaje interdisciplinario, aunque centrados principalmente en la historia. Se comenzará por 20 escuelas, que ya están definidas, y luego se buscará generar una red para ir recuperando la memoria en más secundarias. “Poder abordar la memoria, la verdad y la justicia con los alumnos es fundamental para poner en tensión el pasado y el presente”, cerró el funcionario.

Desafío

• La “historia reciente” del país sigue siendo todo un desafío para las escuelas no sólo porque en sus aulas hay familiares de desaparecidos o porque muchos procesos judiciales continúan abiertos, sino también porque estos hechos están alejados del tradicional tinte epopéyico con que los actos escolares celebran sucesos como la gesta sanmartiniana.