¿Qué puede pasar para que Osella no ponga este miércoles a los mismos que viene poniendo como titulares?: que Luque no llegue con la recuperación de la molestia física y tenga que jugar Curuchet. Pero la idea del comando técnico es bancar a los que jugaron feo y perdieron bien frente a Arsenal en Sarandí. Porque en definitiva son los mismos que hicieron hablar a todo el fútbol argentino cuando etiquetaron a Colón como el “equipo sorpresa” del campeonato.
Tiene razón Osella cuando pide no sacar los pies sobre la tierra y refrescar la memoria. Claro que nadie tiene la culpa que de tanto soñar con salir del fondo, el equipo aparezca arriba y arranque una nueva fecha del fútbol argentino como único puntero. Es mérito de Colón, se lo ganó Colón y nadie le regaló nada.
Lo que pasa es que hoy por hoy conviven dos realidades:
— Lo mal que arrancó Colón hundido en el descenso.
— La sumatoria 2014, menor que Colón con 18 pero sumatoria al final, de los que pelean el descenso: Godoy Cruz 16, Olimpo 15, All Boys 13.
Entonces, hay una realidad que viene de arrastre y no se puede tapar con una mano: aún con la gran campaña que está haciendo, Colón está a tres puntos del último que desciende.
Es más, si este miércoles Godoy Cruz le gana a Lanús, habrá alcanzado con un partido más la línea de Colón y All Boys. Eso marca a las claras lo complicado que sigue siendo todo para un equipo —el de Osella— que le está dando forma a un verdadero milagro deportivo en Santa Fe por lo mal que terminó todo el año pasado.
Sin dudas que los tres puntos de este miércoles son muy importantes, no sólo porque Colón debe volver a sumar después de llegar vacío desde Sarandí sino porque enfrente el rival es un rival directo.
Frente a All Boys, Colón deberá aplicar la misma receta que en las “finales anteriores”: dientes apretados, despliegue, entrega total. Así, logró ganarle a Quilmes, Argentinos Juniors y Tigre; además de empatar frente a Godoy Cruz. No perdió ninguno de los llamados partidos “de seis puntos”. Y el de mañana, con el albo de Floresta, irá en el mismo sentido de los anteriores.
El feriado a mitad de semana por la gesta de Malvinas generará el marco necesario para poder imaginar un Cementerio de los Elefantes repleto, sin lugares vacíos. El equipo viene de recibir un duro golpe en el Viaducto y quiere recuperarse. Hay que recordar una palabrita mágica en esta novela de Colón: “sumar”. Si es de a tres, mejor, pero sin olvidar que de a uno también sirve.