El favorito de Hollande. Relativamente joven, astuto y no muy a la izquierda: así describen al flamante primer ministro Valls. Foto:Agencia EFE
François Hollande eligió a Manuel Valls, hasta ahora titular de Interior, para reemplazar a Jean-Marc Ayrault, con la misión de enderezar el rumbo del país.
El favorito de Hollande. Relativamente joven, astuto y no muy a la izquierda: así describen al flamante primer ministro Valls. Foto:Agencia EFE
Redacción de El Litoral Agencias EFE/DPA El presidente francés, Francois Hollande, nombró al hasta ahora ministro del Interior, el político de origen español Manuel Valls, como primer ministro de Francia. El presidente dio a conocer el nombramiento en un discurso televisado. Previamente, el primer ministro Jean-Marc Ayrault había anunciado su renuncia y la de todo su gabinete. Hollande reaccionó de esta forma al revés electoral que sufrieron los socialistas en las elecciones municipales del domingo, en las que perdieron varias ciudades en manos de los conservadores. Incluso avanzó posiciones el Frente Nacional (FN) de extrema derecha. Dado que a fines de mayo se celebran elecciones europeas, se consideraba probable una reestructuración del gobierno. Las encuestas de las elecciones europeas indican que los socialistas se encuentran en tercer lugar por detrás de los conservadores del UMP y el FN. Autocrítica “He escuchado su mensaje, está claro”, dijo Hollande en su discurso televisado. “El mensaje está dirigido a mí personalmente. Debo responder”, dijo. “No hubo los cambios necesarios y hubo demasiada lentitud. No hubo suficiente trabajo pero hubo demasiado desempleo. No hubo suficiente justicia social y hubo demasiados impuestos. No hubo demasiada efectividad en las acciones públicas y sí demasiadas preguntas sobre la capacidad de nuestro país para avanzar, a pesar de contar con tantas cartas ganadoras”. “Es hora de iniciar un nuevo capítulo”, dijo Hollande, quien indicó que Valls liderará “un equipo más estrecho, coherente y unido” que liderará al gobierno hacias las elecciones europeas en mayo. El presidente dejó en claro que no tenía intenciones de apartarse de su agenda de centroizquierda sobre reducción de déficit y recortes a impuestos que pagan los empleadores que espera impulsen el empleo. “Son las empresas las que crean empleos y debemos hacer todo para que tengan éxito”, añadió. De acuerdo con los resultados provisionales del Ministerio del Interior, los conservadores obtuvieron en todo el país el 45,9 por ciento de los votos y los socialistas el 40,6 por ciento. El FN, que se presentó solo en algunas ciudades, obtuvo el 6,8 por ciento. Candidatos independientes cosecharon el 6,6 por ciento. En 171 ciudades, la izquierda tuvo que ceder el poder a los conservadores, a los que sólo ganó en seis ciudades. Los socialistas perdieron, entre otras ciudades, a Marsella, Toulouse, Amiens y Reims. También en bastiones históricos como Saint-Étienne, Limoges o Chambéry. En las elecciones comunales de 2008, la izquierda había arrebatado a los conservadores, en ese entonces en el gobierno, 82 ciudades con más de 10.000 habitantes. De las ciudades más importantes, quedan ahora 31 en manos de la izquierda. Los conservadores obtuvieron 56 comunas, mientras que el FN y otros partidos de extrema derecha se quedaron con 11. Valls, de 51 años y nacido en Barcelona, representa al ala más a la derecha y ‘amable‘ en lo económico de su partido. En el pasado, reconoció que no considera sostenibles en el tiempo conquistas socialistas como la semana laboral de 35 horas o la jubilación a los 60 años. Tras su triunfo electoral en 2012, Hollande lo nombró ministro del Interior, lo que fue considerado un agradecimiento por el apoyo de Valls a su campaña presidencial.
Un hombre en ascenso Relativamente joven, astuto y no muy a la izquierda: así es el político favorito del equipo de gobierno de Hollande. Valls, de 51 años y nacido en Barcelona, representa al ala más a la derecha y “amable” en lo económico de su partido. En el pasado, reconoció que no considera sostenibles en el tiempo conquistas socialistas como la semana laboral de 35 horas o la jubilación a los 60 años. Tras su triunfo electoral en 2012, Hollande lo nombró ministro del Interior, lo que fue considerado un agradecimiento por el apoyo de Valls a su campaña presidencial. Valls aprovechó la oportunidad. Desde hace meses es el político preferido del gobierno francés, muy por delante de Hollande y el hasta ahora primer ministro Jean-Marc Ayrault. A mediados del año pasado una encuesta arrojó incluso que uno de cada cinco francesas entre 20 y 40 años tendrían un romance con Valls. Las revistas del corazón lo adoran por su elegancia y se refieren una y otra vez a sus raíces españolas. Nació en 1962 en Barcelona, hijo de un pintor catalán, y se nacionalizó francés recién dos décadas después. Está casado en segundas nupcias con la famosa violinista Anne Gravoin, otro factor de glamour. Tiene cuatro hijos de su primer matrimonio. Valls llamó la atención como ministro del Interior por su duro accionar contra los extranjeros ilegales en Francia. En una entrevista con la radio dijo, por ejemplo, que los Roma tienen otras formas de vida extremadamente distintas y que sólo una minoría mostraba intenciones de integrarse. Por eso, sugirió que era mejor que migraran a Rumania o Bulgaria. La organización antiracista Mrap presentó una demanda por la entrevista y afirmó que ese tipo de declaraciones son ofensivas y provocan violencia, odio y discriminación. Sus palabras fueron incluso criticadas por compañeros de partido.