Luciano Andreychuk
En el oeste de la ciudad, el triste fresco urbano de Villa Oculta, con su pobreza que duele a los sentidos, sus casas precarias, los minibasurales en las esquinas y la inseguridad acechando todo el tiempo, hoy recibió una pincelada de esperanza. Es que 20 familias que antes vivían en ranchos sobre zonas inundables ahora fueron reubicadas dentro del ejido urbano, y recibieron hoy las actas de adjudicación de tierra y los títulos de sus viviendas. Nada mejor que concretar el sueño del techo propio.
Esto fue posible por un trabajo conjunto entre el Municipio local, la Provincia, Aguas Santafesinas (que proveyó de red de agua potable al sector de nuevas viviendas) y el enorme trabajo que el Movimiento Los Sin Techo (MLST) realiza en el barrio desde hace años. La entrega de estas nuevas unidades habitacionales tenía además un simbolismo muy especial: el próximo 23 de abril se cumplen 4 años del fallecimiento del padre Atilio Rosso, fundador del movimiento.
El acto de entrega de las 20 viviendas -además de la inauguración de la red de agua potable- se realizó en Aguado y Borges, a unos 300 metros el cierre de trama, un sector alteado que separa el área urbana de la zona inundable. Allí estuvieron funcionarios municipales y concejales, autoridades provinciales y referentes del MLST. Y, por supuesto, los adjudicatarios con sus hijos y esperanzas renovadas, y los vecinos que acompañaron la buena nueva para el barrio.
Las viviendas
Con techos de cinc y machimbre interno, paredes hechas con placas de cemento, aberturas de metal, divisiones perimetrales de tejidos, las 20 viviendas tienen unos 27 metros cuadrados. Cuentan con una habitación, cerámicas en el piso, llaves térmicas y disyuntores eléctricos. Tienen también un terreno tipo patio de 15 por 10 metros.
Cuentan con los servicios básicos de agua y luz, y con la seguridad de acceder a una tierra dentro de un lugar que está mejor preparado ante la crecida del río Salado. Se prevé durante este año avanzar en la construcción de otras 47 viviendas, de acuerdo al Programa Urbano Integral del Oeste.
Otro paisaje
“De a poco va cambiando el paisaje de Villa Oculta. Se va convirtiendo en un nuevo frente urbano de la ciudad, con condiciones dignas de vida. Ahora habrá agua potable y energía eléctrica. De a poco irán llegando nuevos servicios, para lograr una ciudad más pareja para todos”, dijo el intendente José Corral a la prensa.
José Luis Ambrosino, del MLST, destacó el trabajo articulado. “La gestión política es clave, tiene que ser a gran escala, nosotros hacemos lo que podemos”. Más tarde recordó con cariño a Rosso. “La presencia moral de Atilio sigue más vigente que nunca. La antropología del Movimiento Los Sin Techo es amar al ser sufriente”, resaltó.
“Hace un tiempo, no sabíamos cómo entrar a este barrio. Y hoy tenemos casas nuevas, familias, agua potable, jardín de infantes, centro de salud. A esta obra física de las nuevas casas hay que sumarle la obra espiritual que es el legado de Atilio Rosso”, cerró Ambrosino.
Recuperar el cordón oeste
La propuesta municipal de transformar unas 250 hectáreas del cordón oeste -destinadas para reservorios- en un gran espacio verde fue aceptada por la Secretaría del Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial. El intendente José Corral se reunió con autoridades de este organismo internacional para evaluar el Proyecto Reservas Naturales Urbanas, la naturaleza al alcance de todos.
“Aprobaron una etapa muy importante del proyecto y si pasamos a la segunda -que es muy probable- significa 1.200.000 euros para desarrollar en todo el sector oeste de los reservorios un área natural protegida”, explicó el intendente.
El próximo paso será la visita de un equipo de expertos para aprobar el subsidio. Este proyecto le va a permitir a la ciudad tener un nuevo espacio público y beneficiaría de manera directa a 80.000 habitantes de la zona oeste de la ciudad, donde vive la población con mayor vulnerabilidad social, económica y ambiental, que contarían con un nuevo pulmón verde.
La iniciativa prevé la creación de una reserva natural urbana de gran escala que cumpla con las funciones de reservorio hídrico para la protección de inundaciones, conservación de biodiversidad y paisajes naturales; recreación, educación e investigación ambiental, y que constituya un ámbito para la formación de una cultura de prevención de riesgos y el crecimiento sustentable de la ciudad.