Mientras los choques entre opositores y policías en Caracas cumplían 60 días, el presidente Nicolás Maduro celebraba el fracaso del golpe de Estado perpetrado en 2002 contra su mentor y antecesor, el fallecido Hugo Chávez y advertía que otro intento de golpe está en plena marcha.
"No podemos permitir otro 11 (de abril de 2002) y si viene, bueno, está bien, saldremos como el día 13 multiplicados por mil, pero no debe haber otro golpe de Estado en nuestro país más nunca", aseguraba Maduro en un acto televisado desde el palacio presidencial de Miraflores.
El Partido Socialista Unido de Venezuela convocó para la jornada de hoy a una concentración ante la sede del Ejecutivo, precisamente para conmemorar la contraofensiva cívico militar que hace doce años revirtió el golpe y reinstaló en el sillón presidencial a Chávez.
"El pueblo recordará el golpe del 11 de abril de 2002 y a su vez celebrará cómo la fuerza popular logró el 13 de abril revertir la acción de los golpistas, rescatar la democracia y devolver a Miraflores al presidente legítimo", anunció el dirigente del PSUV y diputado Darío Vivas.
La actividad se denominará "Abril de victoria" y, además de la restitución de Chávez, también festejará el triunfo que se atribuye la Revolución Bolivariana en la actual "oleada antigubernamental" que en dos meses le ha costado la vida a 41 personas,
Se trata, según la Fiscalía General, de 32 civiles afines y opositores a la revolución y peatones atrapados en un virtual "cruce de fuego", junto a 9 agentes de los cuerpos de seguridad, la mayoría tiroteados en o en los alrededores de las "guarimbas" (barricadas).
En recuerdo a todos ellos, un grupo de opositores críticos del diálogo iniciado el pasado jueves, y que seguirá el próximo martes entre la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el Gobierno de Maduro, intentó marchar ayer hacia una zona del populoso centro de Caracas sin el respectivo permiso.
Ello originó una refriega entre jóvenes y policías, sin que se informara oficialmente del número de detenidos.
Nuevos enfrentamientos
Con chorros de agua, gases y detenciones, la Guardia Nacional y la Policía Bolivariana, cuyos agentes recibieron algunas pedradas y fuegos de artificios utilizados a manera de proyectiles, dispersaron a los manifestantes y lograron que se replegaran hacia al acomodado este capitalino.
"Este es el diálogo del Sr Maduro: represión brutal contra jóvenes indefensos q pacíficamente marchan para recuperar su futuro", escribió en Twitter la activista y exdiputada María Corina Machado, que secundó la marcha organizada por los universitarios.
"Se llevaron detenidos a estudiantes", declaró luego Machado a los periodistas, en lo que coincidió asimismo sin más precisiones Gaby Arellano, coordinadora del Frente Universitario de Voluntad Popular, partido del líder opositor Leopoldo López.
Antonio Ledezma, alcalde Metropolitano de Caracas, que junto a Machado destaca entre los opositores que rechazan la decisión de la MUD de dialogar con Maduro, también denunció la detención "arbitraria" de un número no precisado de jóvenes.
"Cómo se puede hablar de diálogo cuando se impide la protesta pacífica, se reprime una marcha pacífica, se criminaliza la disidencia", declaró Ledezma.