Cuatro "búnkers" de venta de drogas fueron demolidos este miércoles en Rosario en el marco del operativo de seguridad federal iniciado la semana pasada en esta ciudad con el objetivo de "pacificar el territorio" frente al avance del narcotráfico, informaron fuentes oficiales.
En el operativo, ordenado por la Justicia Federal rosarina, participaron efectivos de las fuerzas federales, personal del Ministerio de Seguridad de la provincia y del municipio local.
La demolición de estos "búnkers" fue acordada por la Justicia, el Ministerio de Seguridad de la Nación, su par provincial y la Intendencia rosarina para avanzar en forma conjunta en la recuperación del territorio ocupado por los narcos.
El subsecretario de Seguridad Comunitaria de Santa Fe, Osvaldo Laffatigue, explicó a Télam que hoy se demolieron "cuatro búnkers de venta de drogas" en distintos puntos de la ciudad, que se sumaron a otros tres derribados ayer.
"El objetivo es una cuestión simbólica: llevarles tranquilidad a los vecinos para poder movilizarse tranquilos, porque un búnker significa vivir en vilo, inseguros, con violencia", dijo el funcionario.
La estrategia de destrucción de los puntos de venta de drogas se completa con la presencia de 2.000 efectivos de Gendarmería Nacional y Prefectura Naval que desde la semana pasada patrullan las calles de los barrios más conflictivos de Rosario.
"Aprovechamos ahora la presencia de las fuerzas federales que están actuando muy bien, y hay que fortalecer la tarea social, que los vecinos salgan a la calle y rompamos los caminos del miedo que quieren imponernos algunos", dijo, por su parte, la intendenta rosarina, Mónica Fein.
Y agregó: "Con el gobernador (de Santa Fe, Antonio Bonfatti), la Nación y la Justicia federal estamos juntos articulando entre nosotros, todos los niveles juntos y en ese camino vamos a mejorar la realidad de la ciudad".
Según las fuentes, las demoliciones estuvieron a cargo del personal del municipio rosarino y de cooperativas de trabajo contratadas para esas tareas.
Uno de los "búnkers" demolidos estaba ubicado junto a las vías del Ferrocarril Belgrano, entre Lavalle y Avellaneda; otros dos en Avellaneda al 4800 y al 7100; y el cuarto en avenida Francia y el río Paraná, del barrio Refinería.
Este último era uno de los "kioscos" más visibles y denunciados de Rosario, e incluso fue televisado en varias ocasiones por medios locales y nacionales para graficar el comercio de estupefacientes en la ciudad.
La construcción, de dos metros de alto e igual cantidad de ancho y largo, tenía "una estructura bastante fuerte" dotada de "doble hilera de ladrillo, con pared de concreto en el medio y doble techo de concreto también", detalló Laffatigue.
El funcionario explicó que ese tipo de construcciones busca evitar el robo de dinero y drogas y también preservarse de posibles ataques armados.
El "kiosco" de drogas estaba ubicado a pocos metros de las tres torres de edificios y oficinas más costosas de Rosario, que fueron construidas con una imponente vista al río Paraná, y a pocas cuadras de la seccional 8va. de la ciudad.
El subsecretario agregó que el objetivo es avanzar en la destrucción de los puntos de comercialización de estupefacientes en la medida en que la Justicia Federal lo autorice.
"Hay algunos en los que vive gente en forma permanente y otros que no se pueden demoler porque aún son parte de investigaciones judiciales", agregó en relación a los 67 "búnkers" allanados el miércoles cuando arribaron las fuerzas federales encabezadas por el secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni.
Por su parte, vecinos de los barrios donde se realizaron las demoliciones manifestaron hoy su "alivio" por el operativo puesto en marcha.
"Acá, todos tenemos hijos y los chicos no podían salir a jugar a la calle tranquilos. Ellos no se metían con nosotros ni nosotros con ellos, pero había gente armada y era muy peligroso", recordó una mujer del barrio Refinería. (Télam).