Julián Andrés Monzón
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Carcarañá (Especial para Pasión Liga)
Queda tan poco y, por contrapartida, hay tanto en juego el próximo fin de semana para La Salle. Pero para que se construya ese escenario, mucho tiene que ver el triunfo conseguido ayer en Carcarañá. Poco importa si fue merecida o si tuvo fortuna. Aunque analizando mejor la situación, importa muchísimo. Porque este La Salle que fue con dos bajas fundamentales en defensa, logró superar un duro escollo. Porque en un primer tiempo parejo logró abrir el tanteador con una jugada monumental del “Toto” Bertozzi y una mejor definición aún. Pero en el complemento el conjunto local hizo sobrados méritos para al menos lograr el empate. Si hasta un penal tuvo en su favor pero no supo aprovechar semejante chance para igualar el partido.
La Salle, que en la serie ante Peñarol había sacado a relucir su técnica, su estrategia y sus cualidades futbolísticas, ayer sólo pudo apelar a su corazón y sostener el resultado como se podía. La consecuencia al final del encuentro terminó siendo la misma: resultado positivo, que lo deja a un solo pasito de lograr un acontecimiento histórico tanto para el club como para la Liga Santafesina de Fútbol.
Golazo y a la bolsa
El primer tiempo tuvo un trámite parejo. Con La Salle intentando ser protagonista y con un Campaña que, aunque en los primeros 15 arrinconó a su rival, sólo logró un remate concreto al arco. Cuando los de Lapalma lograron salir de ese encierro, empezaron a generar espacios en la mitad de la cancha y a respirar con pelota dominada.
Poco había logrado en ofensiva el conjunto de nuestra ciudad hasta que apareció Fernando Bertozzi. El volante surgido de las inferiores de Gimnasia tomó la pelota en su propio campo, comenzó a avanzar con la misma y, cuando llegaba a tres cuartos de cancha, eludió dos marcas y remató con un zurdazo de pique al piso. Campos no pudo evitar la conquista y el puñado de hinchas que estaban en el sector visitante llenaron sus gargantas con el grito de gol. Bertozzi, el único jugador no surgido de las canteras de La Salle pero que se convirtió en pieza fundamental de este equipo, lograba quizás el gol más importante de su carrera.
Campaña tuvo varios intentos por conseguir el empate, pero no logró ser arrollador, algo que si haría en el complemento. Aunque tuvo una clarísima chance con un disparo desde afuera del área de López, en una pelota que fue contenida a medias por Pretel y el palo ayudó al arquero para poder agarrarla definitivamente.
A veces la suerte ayuda
Sin lugar a dudas que el segundo tiempo fue totalmente diferente. Campaña fue neto dominador de las acciones y creó situaciones de gol que lo hicieron merecedor del empate. La diferencia con La Salle fue sencillamente la ineficacia que tuvo el local.
La primera, y quizás la mejor de Campaña, fue nada más y nada menos que un penal. A Matías Milesi el pique de la pelota lo sorprendió y el balón terminó impactando en la mano del defensor. Paolo Berardi se hizo cargo, en una ejecución que tuvo sus demoras. Vaya a saber qué cosas le habrá dicho el “Cabezón” Méndez al delantero y qué hizo exaltar al ejecutante y sus compañeros.
Lo cierto es que logró el objetivo y Berardi le pegó muy mal, esquinando su disparo de derecha al palo izquierdo. Pero el balón se fue afuera y entonces La Salle comenzó a sostener el resultado basándose en su entrega, su sacrificio y también un poco de fortuna.
Fue monólogo de Campaña, que con el correr del cronómetro equivocó los caminos, repitiéndose en centros frontales que facilitaron la labor defensiva. Sobre el final, Pretel se lució con una atajada que valió los tres puntos y el pitazo final del correcto árbitro Ferrari desató el festejo dentro y fuera del campo de juego.
Siempre hay una primera vez
De manera inédita, desde que se disputa el Torneo del Interior, un equipo de nuestra Liga Santafesina llega a la final. Ahora resta la concreción del mismo la próxima semana en Cabaña Leiva. No fue un resultado definitorio, pero La Salle volvió al triunfo de visitante luego de 3 encuentros en los que no había conseguido la victoria.