La Argentina defendió ayer ante la Corte Suprema de Estados Unidos la inmunidad soberana de sus activos en el exterior con el acompañamiento del gobierno de Barack Obama, mientras los nueve jueces que integran el Tribunal sometieron a un duro interrogatorio a las partes y mostraron divergencias sobre la posibilidad de entregar a los holdouts información que facilite los embargos.
En una tensa audiencia de carácter técnico, al menos dos de los magistrados del tribunal estadounidense consideraron que los acreedores "tienen derecho" a conocer, parcialmente, la existencia de activos de la Argentina pasibles de ser embargados, sin violar la legislación. Mientras tanto, otros jueces sugirieron que los activos militares o diplomáticos no deberían ser revelados, aunque la discusión dejó abierta la posibilidad de ir contra flujos de divisas financieros provenientes de operaciones de pago de deuda, o bienes comerciales del estado argentino, entre otros.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo desde Casa Rosada que la audiencia "se desarrolló dentro de lo previsible" y que la Argentina "valora positivamente la presentación del gobierno de Estados Unidos" en "apoyo" a la posición de nuestro país.
"Los argumentos orales de los abogados que representan a la Argentina fueron satisfactorios. Ahora se espera la decisión de la Corte en julio", dijo Capitanich en su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno.
Capitanich, afirmó que se espera con "expectativas"el fallo de la Corte.
(Télam)